Correo
El cuello de botella en el mundo laboral
La situación mundial en época de pandemia no hizo más que acentuar los obstáculos del mundo laboral para lograr el estado de "pleno empleo", y los números están a la vista. Ya no solo hablamos de la escasez de talento más aguda de los últimos 15 años, y las cifras que hemos podido recopilar lo avalan. Actualmente, el 51% de las oportunidades laborales en el mundo requieren más de 8 años de experiencia, pero en contraste, solo el 35% de la fuerza laboral califica como "senior".
Esta disparidad entre la demanda y la oferta es todavía más pronunciada en una de las industrias sensibles del siglo XXI. Según nuestros reportes, el 88% de las oportunidades de empleo del sector tecnológico exigen un título técnico o universitario, condición que solo cumple un 34% de los trabajadores de ese sector.
Otro efecto que hemos podido apreciar es la volatilidad del empleo.
Desde 2016 a 2020, los puestos de trabajo transitorios han aumentado en un 16%, mientras que los puestos permanentes disminuyeron en igual proporción.
Estos números nos dejan una gran conclusión: La tarea pendiente tanto para candidatos y candidatas, como para empresas es una sola: capacitación y formación continua.
Jorge Gamero
Colegiatura obligatoria
En carta al Director publicada en un diario de Santiago el 11 de diciembre, bajo el título "Control ético", el presidente del Colegio de Abogados de Chile Héctor Humeres Noguer esgrime cuatro argumentos a favor de la colegiatura obligatoria, entre ellos la siguiente falacia ad populum (un argumento es válido porque muchas personas opinan así): "El Acuerdo del Consejo General del Colegio sobre esta materia fue adoptado con fecha 17 de mayo de 2021, por 17 votos contra 1".
Al respecto cabría comentar que la verdad no surge del concurso de muchos hombres o de las mayorías, sino del esfuerzo de las inteligencias. La verdad se halla en el juicio y surge del pensar; esa prerrogativa que nos constituye, a cada uno de nosotros, en imagen y semejanza de Dios. Y la verdad que surge al pensar sobre este asunto es que la colegiatura obligatoria, además de suprimir libertades esenciales en una sociedad libre -como las de asociación y de trabajo-, dotaría al Colegio de un grado de poder que fácilmente puede derivar en abusos y conflictos de interés.
Adolfo Paúl Latorre
La última milla
De acuerdo a una investigación realizada por la CPC en conjunto con Mujeres Empresarias durante el año 2021, se analizó los factores que determinan el acceso de mujeres a la alta dirección, así como el perfil de quiénes ocupan hoy estos altos cargos.
El foco fue responder la pregunta: ¿Qué caracteriza la última milla en el acceso de mujeres a cargos de primera línea?
El estudio, que contó con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y, a través del trabajo de la Dirección de Estudios Sociales (DESUC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile arrojó varias conclusiones.
Primero considerar que sí existen mujeres para cargos de primera línea empresarial, pero a diferencia de los hombres, que comienzan su carrera profesional por "autopistas" y con ciertos requisitos básicos y a medida que van teniendo experiencia se van acercando a cargos de primera línea, las mujeres comienzan su carrera primero por la "caletera" y luego por algún problema de la misma autopista salen a la caletera.
En ese sentido, tienen las competencias, tienen los estudios, y tienen horas de rodaje, pero no en la misma medida que quienes siempre han andado por autopistas.
Segundo, las mujeres que se mantienen en la autopista son quienes se desempeñan en compañías que se caracterizan por políticas pro género, como por ejemplo programas de retención y posibilidades de potenciar el talento femenino, conciliación de su vida personal con su vida laboral, flexibilidad laboral, respeto a la diversidad y políticas de cuotas de género en la búsqueda y selección.
Tercero, el mentoring y los liderazgos positivos son factores claves en el acceso y permanencia de las mujeres a la última milla.
Y por último los cambios culturales son el trasfondo de los avances y es necesario seguir empujándolos para que sucedan. Sin esto, no se logrará el objetivo de tener mujeres que crezcan, se multipliquen y sean un aporte para la economía y productividad del país.
Francisca Valdés, directora de Mujeres Empresarias