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Coro de Niños Cantores de La Araucanía llevó la alegría y su arte a la Isla Grande

SOLIDARIDAD. En una intensa jornada con viajes de madrugada, la agrupación compartió con las familias que perdieron sus casas en el megaincendio.
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Una maratónica jornada, intensa e inolvidable, vivió el pasado 22 de diciembre en tierras chilotas el Coro de Niños Cantores de La Araucanía que, encabezado por su director, Rubén Orellana, emprendió un vertiginoso viaje en la madrugada para llevar su música y su solidaridad a las familias que lo perdieron todo en el incendio de Castro, que arrasó con más de 120 viviendas.

El viaje se enmarcó en la denominada "Gira de Amor", que encontró la recepción del gobernador Luciano Rivas para sortear el viaje que nació y se organizó casi de manera explosiva.

Navidad

Cada año, dentro de los conciertos de Navidad que el coro ofrece, también regala conciertos a hogares de ancianos, pediatría del Hospital Regional o intervenciones urbanas, pero hoy frente a la prevención de los contagios y teniendo presente que no ha pasado aun la pandemia, debieron suspenderse estas presentaciones. Es en ese momento que nace la idea de llevar alegría y camaradería a las familias de Castro, en la Isla Grande de Chiloé.

"Quisimos acompañar a todas las familias que han sufrido ese terrible incendio que consumió más de 120 viviendas", señala Rubén Orellana, quien agrega que "les propuse esta aventura a los niños y jóvenes del Coro y por supuesto que con todas sus ganas se sumaron a este regalo de amor".

Rápidamente se buscaron los auspicios para concretar el viaje, siendo el gobernador Luciano Rivas quien les apoyó para esta minigira a Chiloé.

Intensa agenda

La gira comenzó el 22 de diciembre a las 04:30 horas de la madrugada con rumbo a Chiloé. "Estábamos todos ansiosos por este gesto y oportunidad de entregar amor y esperanza por medio de las voces", señaló Orellana.

Apenas llegar a Castro, ya la primera actividad fue un golpe emocional para la delegación de La Araucanía. Y es que el coro visita las ruinas donde ocurrió el mega incendio. Allí, en medio de la desolación y el polvo, las familias chilotas mostraron su asombro y emoción al ver al grupo coral que viajó a entregar apoyo con sus voces.

"Nos acercamos a conversar con las familias y nos compartían sus experiencias. Tras la conversación, compartimos en el lugar parte de nuestro repertorio", relata el director.

A las 15 horas se desarrolló una actividad navideña que el Liceo de la Cultura de Castro preparó para más de 200 niños del sector Camilo Henríquez, donde ocurrió la desgracia. En el lugar y sin pasar inadvertidos, la propia directora, profesores y gran parte de los niños que disfrutaban de esta actividad, bailaron y corearon las canciones que el coro interpretó.

La tercera actividad y final se desarrolló en la plaza de Castro, donde se instaló un megaescenario para la Castrotón, para recaudar e incentivar a depositar la ayuda para levantar las casas de todas estas familias.

Organizadores, artistas, y la gran cantidad de público asistente al evento junto al coro corearon la canción lema de la cruzada de amor "Castro se levanta", y luego disfrutaron de las obras que el coro interpretó.

Retorno de madrugada

El regreso fue de madrugada, arribando la delegación a Temuco a las 05:30 horas del 23 de diciembre.

"Misión cumplida", resume Rubén Orellana. "Retornamos como embajadores, en esta ocasión fue de esperanza, de amor, de hermandad, sentimientos que estos días debemos vivir, y no dar lugar al consumismo que enfría los corazones y se lleva la sensibilidad y empatía de lo que deberíamos ser. Estamos felices por la experiencia vivida, una terapia de shock muy positiva para el alma, más cuando es una agrupación formada por niños y jóvenes, ha sido una experiencia que ha marcado sus vidas".