La Araucanía: capital de la proteína
AGRICULTURA. Se trabaja para fomentar un escalamiento comercial de envergadura y un polo de C&T e innovación basado en leguminosas de grano como el lupino.
Luego de considerar distintos factores como las condiciones naturales de los suelos, clima y cultura presentes en La Araucanía, científicos del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola, impulsan la producción de leguminosas de grano para potenciar esta Región como la capital de la proteína vegetal en Chile.
La Araucanía es un modelo a seguir al fomentar no solo un escalamiento comercial de envergadura, sino que también un polo de C&T e innovación basado en proteína vegetal, lo cual ya es una realidad exitosa.
"Es en esta Región donde más área se puede cubrir con leguminosas de grano (LG), como lupinos", afirma el director científico del CGNA, doctor Haroldo Salvo, quien, en conjunto con un equipo multidisciplinario, desarrollaron la variedad de lupino AluProt -CGNA, (60% de proteína en grano descascarado, base seca) altamente demandada por el mercado nacional e internacional de alimentos.
"No existe en Chile otro medio ambiente más ideal para este cultivo: suelos ácidos, de origen volcánico, profundos, con temperaturas bajas en invierno y buena humedad en ese periodo, cuya superficie potencial de cultivo alcanza las 200.000 ha de lupino en la Macrozona sur", afirmó Haroldo Salvo.
En la situación actual, con crisis producto del calentamiento global, escasez de agua, seguridad alimentaria, pandemias, "hacen urgente mirar el futuro, y buscar alternativas que permitan una producción de proteínas vegetales para una mejor nutrición y alimentación más saludable. Como, también, la sustentabilidad en los sistemas de cultivos anuales, los cuales requieren urgente la rotación con leguminosas de grano, que no demandan fertilización nitrogenada ni de fósforo", dijo el investigador.
Estas condiciones permiten afirmar, según el científico del CGNA, que podemos convertir a esta zona, en un laboratorio natural de proteína vegetal con amplias proyecciones, no solo económicas, sino que directamente involucradas con beneficios para el suelo, el medioambiente y el fortalecimiento científico. Camino que ya está recorriendo La Araucanía.