"En 50 años más podemos tener una zona desértica hasta Puerto Montt"
Los efectos del cambio climático en el sur de Chile han sido durísimos, al punto que hoy los incendios forestales no pueden apagarse solo con agua, e incluso se puede proyectar el avance imparable del desierto por el mapa chileno. Así lo asegura el experto en combate de incendios forestales y remediación ambiental, Iván Vega Rueda, quien es también director ejecutivo de Tequia, emprendimiento que nace en 2014 en Pucón y que realiza investigación química para desarrollar soluciones medioambientales.
- ¿Cómo el cambio climático impacta en cada temporada estival en el tema de los incendios forestales?
- Desde hace muchos años que existe la frontera climática. Esto significa que las zonas desérticas avanzan hacia el sur, donde zonas con muchísima vegetación, bosques y plantaciones, se ven afectadas porque ya no hay lluvia y esa vegetación se muere por falta de agua. Eso incide en que el potencial de incendio sea mucho más violento. Hoy día estamos viviendo una situación similar al año 2017, cuando sufrimos tormentas de fuego ocasionadas por masa de aire caliente que incrementaba la temperatura y la potencia calorífica de un incendio. Por ejemplo, un incendio de sexta generación produce una potencia calórica de 60 mil kilowatt, y el hecho de tener material seco o muerto, hace que el poder calorífico sea mayor. Entonces hoy día los incendios se hacen tremendamente violentos porque ya no se puede apagar solo con agua.
- ¿Cómo se apaga entonces un incendio así?
-Estados Unidos, Australia, gran parte de Europa, están viviendo estas tormenta de fuego de sexta generación, donde se apaga el incendio, no porque sea controlado o apagado por equipos especialistas, ni siquiera por productos químicos, sino que porque se apaga el combustible. Ese es el descontrol que produce el cambio climático como factor de violencia en los incendios, es tan simple como que el desierto está avanzando hacia el sur, se acaban las lluvias, pero toda esa vegetación rica que había entre la cuarta quinta sexta región, hoy día se está secando y se está muriendo, y es material combustible seco que contribuyen a las altas temperaturas de fuego.
- ¿En qué situación está la Araucanía?
- Si bien es cierto no tenemos zonas muertas porque hemos tenido algo de lluvia, hemos estado cerca de tener una tormenta de fuego en Malleco. En esto no hay que desmerecer el trabajo que realizan las brigadas forestales, porque logran controlar o circunscribir el incendio hasta un solo punto, entonces se va a quemar hasta donde se tenga que quemar.
- Frente a una eventual tormenta de fuego ¿están las condiciones para enfrentarlo en la región?
- La verdad es que el año 2017 tuvimos que utilizar todos los recursos, pero va a depender de las voluntades. Podemos tener la mejor herramienta del mundo para apagar incendios, pero si no se ponen de acuerdo las autoridades o las instituciones que deben apagar el fuego, si no estás dispuestos a utilizar tecnología que existan en todo el mundo, va ser siempre difícil . Hoy está claro que el agua no apaga el fuego, eso lo dice Conaf y muchos especialistas. Hay que ocupar productos químicos que permitan bajar la temperatura
- La sequía viene a agregar una mayor dificultad al combate al fuego...
- Así es, porque tenemos menos agua, y esa escasez hídrica viene a potenciar este nivel de potencia calórica, más allá de si tenemos agua para apagar. La escasez hídrica seca más el campo y hace que frente a este fenómeno sea casi imposible apagar el fuego con agua.
- Si tuviéramos que dibujar el avance de la sequía en el mapa chileno ¿dónde viene? ¿Qué tan preocupados tenemos que estar en La Araucanía?
- Según el mapa de la NASA, el desierto está como a 60 kilómetros de Santiago norte, la masa verde que existía antes en San Felipe, Papudo, Limarí, ya todo está desértico . En Llai Llai no tienen agua, no hay pluviometría y la vegetación hoy está muerta producto del cambio climático. Nosotros en La Araucanía vamos a tener un clima muy similar a lo que era Talca antiguamente. Yo creo que estamos en un desfase de 400 o 500 kilómetros.
- ¿Con qué velocidad llegaría a La Araucanía?
- Va a depender de cuánto CO2 tengamos en la atmósfera, no se puede predecir eso porque el avance de hace 5 años atrás era más que lo que tenemos hoy día en Santiago. Creo que no vamos a ser nunca Rancagua y en eso influye que tenemos un tremendo lago que de alguna forma enfría el ambiente, pero como ha caído muy poca lluvia, entonces lo que era verde hoy día se empieza a secar. Hoy nos acercamos a lo que era Talca.
- Y si hoy es Talca ¿que será en 50 años la Región?
- Chile es uno de los países que más han sufrido el cambio climático, entonces, en 50 años nosotros podemos tener una zona desértica hasta Puerto Montt , no van a haber más lluvias, o sea, que es muy posible que a la velocidad que vamos, Chile entero se transforme en desierto tipo Copiapó.
- En el marco del cambio climático ¿qué rol cumplen las cuestionadas forestales?
- Las forestales hacen la transformación del dióxido de carbono en oxígeno con su fotosíntesis, por lo tanto, uno no puede demonizar una forestal, al contrario, hoy día tener bosques es tremendamente importante. Se podrá discutir su consumo de agua, pero es vegetación y es lo que necesitamos. La frescura de los bosques mejora los climas.
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"Hoy día estamos viviendo una situación similar al año 2017, cuando sufrimos tormentas de fuego ocasionadas por masas de aire caliente que incrementaban la temperatura y la potencia calorífica de un incendio". Nosotros en La Araucanía vamos a tener un clima muy similar a lo que era Talca antiguamente. Yo creo que estamos en un desfase de 400 o 500 kilómetros en el mapa de Chile".