Ahí viene el cuco
En su oportunidad la asunción de Aylwin después de los 17 años de Pinochet provocaba mucho miedo al mundo de la derecha, a los empresarios y a una parte importante del país. Todo lo cual fue rebatido posteriormente con las cifras económicas de crecimiento y el inicio de una de las mejores etapas de la economía para el país bajo la Concertación y los gobiernos que siguieron. Algo similar ocurre ahora con Boric e incluso se puede hacer un paralelo también cuando estaba por asumir el primer socialista Ricardo Lagos, después del frustrado período de Allende. La misma dinámica de "ahí viene el cuco" de los empresarios y economistas, con respecto a lo que podría ser un gobierno socialista, patinó en banda, las cifras echaron por tierra los temores, incluso el entonces presidente de la CPC, Hernán Somerville, dijo su célebre frase de "mis empresarios aman a Lagos"..
Ahora con el proceso constitucional en los mismos sectores, con el tema del Estado Regional apoyado por más de los 2/3 del pleno, entre otros, se vuelve a producir gran desconfianza, asumiéndose una disposición defensiva caracterizada por el recelo. El temor a lo desconocido y el que estas ideas no provengan de quienes han estado siempre en posiciones de poder en el país, los asusta ya que desconfían de la gente de los territorios, están acostumbrados a mandar e interactuar sólo entre los mismos, los de las 8 manzanas, de las grandes universidades capitalinas o de las tres comunas del rechazo.
Por primera vez el protagonismo está cambiando de posición, gracias al proceso constitucional y constituyente, en el tema de la descentralización, significa pasar del bla bla a la acción y con esto hacer a las regiones verdaderos responsables versus el protagonismo único del nivel central a que se nos ha acostumbrado. El Estado Regional permitirá reconocer y empoderar a las regiones en su diversidad.
Contar con un proceso constitucional abierto transparente a la ciudadanía por intermedio de las distintas plataformas y sectores, permitirá que lo que se vaya construyendo y aprobando sea con amplias mayorías y sin duda será una gran fortaleza de esta nueva constitución.
Se comienza a acabar con esto, el predominio o la oferta única de la elite socio política y económica capitalina, puesto que a partir de ahora habrá mayor atención a las propuestas pertinentes desde los territorios, desde las regiones por profesionales e instituciones académicas de renombre que no han tenido la oportunidad de mostrarse como sí lo han tenido por siempre las de la capital.
El gran desafío para la regiones será, con esta constitución, el poder generar masa crítica y relevar talentos desde sus universidades para contrarrestar la influencia masiva e intensa de los estamentos político juveniles estudiantiles que marcan, definen y controlan la política nacional. Desde sus viveros y barbechos en las federaciones de estudiantes hasta los ministerios y el gobierno en todos sus aspectos. Como es posible ver a todo nivel en la conformación de las élites sociales y políticas del país.
Las elites de centro izquierda y derecha tendrán que resolver si la mecánica de negociar o de interactuar en este proceso constitucional amenazando con "ahí viene el cuco" es mejor qué una propositiva que permita sumar apoyos y mejorar la redacción de los artículos que requiere una constitución de todos. Si no se ponen al día y asumen una posición y mirada desde los territorios, en especial quienes los representan, nuevamente van a quedar esperando en la estación, se les pasaron todos los trenes y se les seguirán pasando. El tema de la descentralización llegó para quedarse y predominar la escena y agenda público política de las próximas décadas.
"Se comienza a acabar con esto el predominio o la oferta única de la elite socio política y económica capitalina, puesto que a partir de ahora habrá mayor atención a las propuestas pertinentes desde los territorios".