Circulación vehicular por Temuco
El retorno a las clases presenciales generó que las calles de la ciudad se vean inundadas de vehículos a ciertas horas del día. Además del respeto por las normas del tránsito debe primar el sentido común y la empatía entre los conductores, entendiendo que conductas agresivas solo complejizan los desplazamientos y generan riesgos.
El retorno a la presencialidad en los establecimientos educacionales de Temuco generó que nuevamente las calles de la ciudad se vean atiborradas de automóviles en las horas de entrada y salida de los alumnos. Realidad que podría complejizarse aún más en los próximos días, con el reinicio de las clases presenciales en prácticamente todos los planteles de educación superior en la capital regional.
Si bien se trata de un indicio de que la vida comienza a retomar cierta normalidad, que -claro está- aún sigue mediada por la pandemia, que continúa golpeando a la Región con nuevos contagios y víctimas fatales, lo cierto es que este contexto obliga a las familias a adaptarse nuevamente a rutinas que habían quedado olvidadas desde marzo de 2020, cuando se notificó el primer caso de covid y comenzaron las medidas sanitarias que buscaban evitar los contagios, con suspensión de clases y luego con enseñanza en modalidad online.
Este nuevo escenario se ha visto reflejado en intensos atochamientos en la ciudad, en calles de alta circulación vehicular, lo que además de ralentizar los desplazamientos tiende a elevar los niveles de estrés de los conductores, que en ocasiones incurren en imprudencias que pueden tener nefastas consecuencias.
Es por ello que se hace necesario morigerar ciertas conductas de los conductores que además de entorpecer el desplazamiento vehicular pueden motivar la ocurrencia de accidentes de tránsito. De ahí que además del respeto por la normativa vial debe primar el sentido común y la empatía, en el entendido de que todos quienes ocupan el espacio público tienen los mismos derechos y responsabilidades, y del cumplimiento de estos depende mejorar los estándares de calidad de vida en nuestra ciudad.