Retorno a la presencialidad
Este lunes la ciudad vivirá una prueba de fuego con el retorno a clases presenciales de todos los niveles de la enseñanza. Debe primar el respeto, la tolerancia y el sentido común en el uso del espacio público.
Luego de dos años en que casi la totalidad de las clases en la educación superior se desarrolló de manera telemática, este lunes retorna la presencialidad a las universidades de Temuco. Si bien esta semana serán solo 10 mil los nuevos alumnos que ingresan a las aulas para vivir unos días de inducción, en próximas jornadas lo harán los estudiantes de cursos más avanzados, con lo que la capital regional volverá a ser una ciudad universitaria, con todo lo que ello implica.
Con esto, prácticamente todos los niveles de la enseñanza (básica, media y superior) retornan a clases, lo que se traduce en un gran desafío para la ciudad, en el entendido que toda esa población que regresa a sus actividades cotidianas necesitará movilizarse y desplazarse. Más si a ello se agrega el gran volumen de trabajadores que desde hace meses ya regresó a sus lugares de trabajo.
Y si bien el impacto de este masivo retorno ya se vivió durante la semana pasada y se vio reflejado en innumerables tacos en las calles de la ciudad y un ostensible incremento en los usuarios del transporte público, lo cierto es que ese escenario podría complejizarse aún más en los días venideros de no mediar una serie de acciones tendientes a la sana convivencia en el espacio público.
De ahí que sea necesario llamar a la prudencia a los conductores, a respetar la señalética y a aplicar el sentido común tendiente a una sana convivencia vial.
Lo mismo para los usuarios del transporte público, quienes deberán desplazarse a sus puntos de estudio o trabajo en micros o colectivos que irán a su máxima capacidad en las horas punta, lo que implica no solo acceder con tiempo a los medios de transporte, sino también no descuidar las medidas preventivas del covid-19, que -claro está- sigue circulando entre la población.
De la suma de pequeñas acciones encaminadas a la paciencia, la tolerancia y el respeto, depende que este primer atisbo de retorno a la normalidad sea tranquilo y esperanzador.