Un estudio realizado por Chiledeudas.cl, que encuestó a un universo de más de 1.500 personas en La Araucanía, dejó al descubierto una preocupante realidad en la Región: el 26% de los sobreendeudados sostiene que caerá en morosidad si es que no cuenta con nuevos recursos, principalmente apoyos económicos estatales o retiros de dinero desde fondos de pensiones en medio de la crisis económica. Y si bien se trata de personas que generan ingresos mensuales (80%), acusan que estos no son suficientes para dar cumplimiento de pago a todas las deudas que contrajeron.

A ello se agrega otro dato no menos inquietante, que revela que la mitad de los sobreendeudados (50%) está tomando créditos para adquirir bienes básicos, como alimentos, elementos de salud y vestuario, motivados por el cada vez más alto costo de la vida en el país; además de un 30% que lo realiza para cubrir gastos de arriendo, y el restante 20% para actividades menos relevantes como solventar sus gustos personales y viajes.

En cuanto a las edades de quienes caerán en morosidad, el 40% tiene entre 30 y 45 años; 20% de 46 a 59 años; 15% de 18 a 29 años; y 25% 60 años o más, lo que deja al descubierto que la población más joven y la más anciana representa el 40% del total que no puede seguir pagando sus compromisos financieros.

Se trata de una realidad que preocupa, toda vez que el escenario económico regional se halla mediado por una multiplicidad de factores tanto de carácter nacional como también local, lo que lleva a concluir que este 2022 se tratará de un año complejo.

Frente a este panorama, conviene que la ciudadanía cuide sus ingresos, no cayendo en el consumo de bienes innecesarios, privilegiando las compras al contado y por sobre todo, ciñéndose a un presupuesto elaborado sobre la base de su propia capacidades de pago.

Durante estas últimas semanas científicos de renombre de USA, Inglaterra y Alemania nos informan que la "siesta" es una práctica peligrosa para las personas mayores de sesenta años y que dañaría su sanidad mental.

En el caso de nosotros los chilenos no es grata la información, porque ella es típicamente una institución que viene de la Colonia y que se ha trasladado hasta el día de hoy en nuestras costumbres.

Su influencia es de tal tamaño que en la orden administrativa establecida por O'Higgins en la Patria Nueva, el horario de trabajo para las oficinas públicas fue el siguiente: mañana, de 9 a 14 horas y tarde de 19 a 21 horas. El espacio de las dos a las siete de la tarde estaba destinado al almuerzo y a la siesta.

El país tenía en cada jornada una tarde de paz y sosiego que la pluma de Vicuña Mackena retrata magníficamente al definir al Chile de principios de la independencia:

"En una cama de pellones, con un burdo rebozo de bayeta echado a la cabeza, que le tapaba los sienes y la vista, el alma remojada en agua bendita y los labios húmedos de vaporoso chacolí, dormía Chile joven y gigante, manso y gordo, huasos semibárbaros y beatos, su siesta de colono, el vientre repleto de trigo, para no sentir el hambre del trabajo, la almohada henchida de novenas y reliquias para no tener miedo al diablo y a los espíritus en su lóbrega noche de reposo".

La siesta que hoy nos quieren quitar los científicos de la nueva era ha sido respetadísima, casi sacralizada. Ella ha sido y es el sueño profundo de media tarde al que se han entregado las jerarquías políticas, administrativas, los empresarios, políticos, agricultores y profesionales.

Recordemos sin ponernos colorados el estilo dietético chileno que llega aproximadamente hasta las primeras décadas del siglo pasado: el almuerzo consistía en cinco platos que terminaba con un guiso de fondo, constituido de preferencia de legumbres como garbanzos, lentejas y porotos. Por ello es que después de éste opíparo almuerzo el sopor y el sueño eran las consecuencias ineludibles que conducían a silenciar al país, paralizar la artesanía el comercio y toda actividad pública y privada.

Los mentados científicos de la tecnología, la robótica y la inteligencia artificial nos aconsejan una siesta de no más de veinte minutos, solo como descanso pero sin dormir. Muchos diremos que ello sería "unos pobres meucóncitos" que no alcanzarán a dejar listo el cuerpo para afrontar de la mejor manera física la continuidad de nuestros trabajos.

La siesta hoy divide las opiniones, algunos la consideran una terapia aconsejable y ahora nos salen otros que sostienen que es peligrosa para la sanidad mental. Pero a pesar de lo que digan eminencias yo seguiré igual y, cuando pueda, me daré "una siesta como Dios manda".

Roberto Muñoz Barra,

exsenador, presidente Instituto Estudios Públicos Social Demócrata

Con fervor y alegría se conmemora esta noche en muchas localidades de Chile y de la Novena Región la tradicional Cruz de Mayo, víspera de la fecha en que, durante siglos, se celebró la Festividad Litúrgica de la Santa Cruz. Especialmente en los campos y en las poblaciones, grupos de personas cantan y alaban a Dios.

Lluvia y viento caracterizan al otoño en La Araucanía

Tras las altas temperaturas del verano, el otoño se ha caracterizado por los cortos pero consistentes temporales de lluvia y viento que desde hace unas semanas han azotado a distintos puntos de La Araucanía.

Preocupan los efectos de estos temporales en las ciudades, sobre todo proyectando el próximo invierno.

Siete comunas lideran la duración de cuarentenas

Padre Las Casas, Saavedra, Loncoche, Collipulli, Lumaco, Cunco y Vilcún se encuentran entre las comunas del país que encabezan la extensión del confinamiento en el contexto del Plan Paso a Paso.

Padre Las Casas lidera esta lista, con confinamiento ininterrumpido desde el 30 de enero.