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ENTREVISTA. Fuad Chahin (DC), convencional distrito 22:

"Podría terminar ganando la opción Rechazo por hacer una revolución o una refundación"

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Andrea Arias Vega

El convencional constituyente por el distrito 22 de La Araucanía, Fuad Chahin (DC), advierte que en el proceso de la Convención Constitucional "no queda mucho paño por cortar, pero el que queda es clave", incluso, para que él mismo decida si votará Apruebo o Rechazo en el plebiscito de salida.

Al respecto, quien firmó el Acuerdo por la Nueva Constitución e hizo campaña por el Apruebo con total convicción, hoy reconoce que la decisión aun no está tomada, siendo gatillante a su juicio poner en la balanza al término del proceso "el efecto sistémico que puedan tener en el texto constitucional aspectos como la certeza jurídica, democrática y de seguridad".

- Al interior de la DC se ha transparentado una división por el Apruebo y el Rechazo. ¿Usted modificó también su respaldo a la nueva Constitución?

- Claramente el proceso ha tenido dificultades, y hay que asumir que algunos de los cambios que se introdujeron con posterioridad al acuerdo, como es la incorporación de la lista de independientes bajando los umbrales para inscribirse, terminaron generando una composición de la Convención que ha hecho difícil tener acuerdos amplios y sólidos. Una Convención no puede ser una sumatoria de causas, tiene que tener una lógica más sistémica, pensando en el bien común y no en una determinada bandera que se levanta por un grupo o por un sector. Dicho esto, estoy preocupado del proceso, pero todavía no pierdo completamente la esperanza, así es que espero que en las semanas que nos quedan podamos corregir aquellos aspectos más preocupantes en el trabajo de armonización de las normas transitorias.

- ¿En varias encuestas aumentó el Rechazo. ¿Visualiza usted una campaña de la derecha y empresarios como algunos postulan? ¿En la Convención se dimensiona la posibilidad de este escenario?

- Hay quienes antes de que partiera este proceso ya estaban trabajando por el Rechazo y eso es evidente, pero también ha existido una falta total de autocrítica y de capacidad de reflexionar. Estuve ocho años en el Congreso y, efectivamente, se generan microclimas y una especie de burbuja, pero resulta que en la Convención esa desconexión es total porque se vive un micromundo donde se piensa que la realidad de la Convención es la realidad del país, y eso no es así. Ahora, viendo el lado positivo, los dos tercios en el pleno han logrado frenar, no todas, pero muchas normas que eran producto del fanatismo maximalista. Sin embargo, más allá de una norma en particular, mi preocupación es por el efecto sistémico que pueda tener en el texto constitucional la certeza jurídica, democrática y de seguridad. Sin esto, no es posible garantizar los derechos sociales que es la gran innovación positiva de esta Constitución.

-¿Como, por ejemplo, cuáles normas afectarán estas certezas?

- Debimos hacer una profundización de la descentralización respecto de lo que existe, pero esto de generar un conjunto de autonomías superpuestas con competencias similares, evidentemente, afectará la certeza jurídica y la gobernabilidad. Me refiero a una infinidad de conceptos nuevos que no están adecuadamente definidos en nuestro ordenamiento constitucional, como autogobierno, autodeterminación, autonomía y bienes comunes de la naturaleza. Lo mismo ocurre con el sistema de justicia indígena, norma que si bien yo aprobé en general, tiene que tener fronteras para no generar incertidumbres, pero resulta que cada vez que se ha intentado votar se ha rechazado.

- ¿Incluye aquí la eliminación del Senado?

-Más que la eliminación del Senado, vamos a tener una Cámara de Diputados plenipotenciaria que podrá ignorar completamente la opinión de la Cámara de las Regiones. Tendrá mucha más presencia centralista y, de hecho, nuestra Región disminuirá su representación. Entonces, vamos a tener una Cámara de las Regiones que solo conocerá de algunas materias del proceso legislativo, mientras que la Cámara de Diputados podrá humillar cualquier opinión de la Cámara de las Regiones e imponer su criterio por 4/7 de sus miembros. Eso a mi juicio afecta la gobernabilidad democrática, ya que elimina los adecuados contrapesos. En suma, vamos a tener más autonomía a nivel regional, pero menos poder para incidir en el debate nacional.

- Como el plebiscito de salida es binario, ¿cómo se resuelve el dilema entre determinadas normas que son un error y otras que son atingentes?

-Si hay normas buenas, pero se termina amenazando la gobernabilidad democrática, generando incertidumbre jurídica y debilitando la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de los chilenos, a propósito de la discusión pendiente de los Estados de Excepción o respecto al rol de policías, si eso ocurre, se generará una debilidad estructural en el sistema. Por eso en mi caso voy a esperar hasta el final, ya que gran parte del debate me impulsará a una u otra opción.

- ¿Si gana el Rechazo debería el país conformarse con la Constitución actual?

-Yo tengo la convicción que la Constitución del '80 murió cuando el 78% de los chilenos respaldó el apruebo y quería una nueva Constitución. Ahora si se rechaza es porque a la gente no le gusta el trabajo de la Convención Constitucional, pero no es que quiera volver a la Constitución del '80. Por lo tanto, no se puede resucitar una Constitución fenecida.

-¿Cuál debería entonces ser el plan B?

-Las opciones que se han conversado es convocar a una nueva elección o tomar el proyecto que ingresó la Presidenta Bachelet y añadirle indicaciones rescatando lo mejor de este proceso constituyente. Si se tramita esta opción en el Congreso podríamos tener una nueva Constitución en unos ocho meses. Lo que hay que tener claro es que hay opciones, no es verdad que si gana el Rechazo nos vamos a quedar con esta Constitución que nadie quiere. No podemos someter al país a decidir entre dos malos textos.

- Se habla de los acuerdos de la gran cocina de izquierda. ¿Corrobora aquello?

-Efectivamente existe y muchas veces se terminó imponiendo los términos de aquellos sectores mayoritarios, sin comprender que la democracia no es solo el ejercicio de las mayorías, sino que el ejercicio de las mayorías, pero con respecto a las minorías. El que tengamos normas que responden al fanatismo es porque por muchos años la derecha, con los cerrojos que tiene la Constitución del '80, bloqueó cambios importantes. Al final, por tener un montón de normas extremas, podría terminar ganando la opción Rechazo por hacer una refundación o una revolución.

- ¿Hay riesgo para la Macrozona Sur el que Chile sea un Estado Plurinacional?

-Yo soy de los que no le tiene miedo a la plurinacionalidad, ni a los escaños reservados o a reconocer derechos colectivos, pero las cosas hay que mirarlas en su conjunto. Un ejemplo, si se aprobara toda la recuperación ancestral de tierras que han sido ocupadas, esto pude ser fruto de un conflicto aún mayor dentro de la Región. El derecho al territorio tiene que estar, pero con límites definidos, de lo contrario, una gran herramienta política para enfrentar el germen del conflicto, puede ser foco y fuente de nuevos y peores conflictos que los que tenemos hoy.

- ¿La seguridad también corre riesgo en la Convención?

-De hecho me preocupa el complejo que tiene una parte significativa de la Convención para abordar los temas de seguridad y combate al terrorismo. Esto es muy complicado porque uno no puede tener trancas ideológicas respecto de un flagelo que amenaza al país y no solo en la Macrozona Sur. El riesgo que enfrentamos respecto de organizaciones terroristas y de crimen organizado con amplio poder de fuego está presente en todo el territorio nacional. Por eso una Constitución que debilita la capacidad del Estado respecto de la capacidad de enfrentar este tipo de organizaciones me parece compleja.

"Me preocupa el efecto sistémico que pueda tener en el texto constitucional la certeza jurídica, democrática y de seguridad. Sin esto, no es posible garantizar los derechos sociales, que es la gran innovación positiva". "Me preocupa el complejo que tiene una parte significativa de la Convención para abordar los temas de seguridad y el combate al terrorismo. No pueden haber trancas ideológicas respecto de este flagelo".

"Lo que hay que tener claro es que hay opciones, no es verdad que si gana el rechazo nos vamos a quedar con una Constitución que nadie quiere. No podemos someter al país a decidir entre dos textos malos."

"Veo a un Gobierno acomplejado para enfrentar la violencia y eso preocupa"

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Al ser consultado por las medidas del Gobierno, en el marco del conflicto y la violencia en la Macrozona Sur, el constituyente y exdiputado por La Araucanía, Fuad Chahin, visualiza un peligroso punto sin retorno. "Lo primero que hay que tener claro es que no podemos responsabilizar solo a este Gobierno de lo que sucede en la Macrozona Sur porque la debilidad del Estado y la incapacidad para enfrentar la violencia se arrastra desde hace mucho tiempo, no siendo algo privativo de este Gobierno. Dicho esto, veo a un Gobierno acomplejado para enfrentar la violencia y eso preocupa, porque es señal del empoderamiento de los grupos más violentos. Sinceramente, creo que nuestra Región está muy cerca de un punto de no retorno respecto de la violencia, me refiero a que no tengamos la posibilidad de cortar este círculo y generar desarrollo para la Región. Por eso espero que el Gobierno tenga una estrategia y un plan de acción que, aunque no vemos, realmente tenga efecto, ya que las señales que se han dado hasta el momento son muy nefastas".