Proyectos inmobiliarios
En más de una oportunidad hemos leído en esta misma sección acusaciones contra la actividad inmobiliaria. Esta sería, según los autores de tales comentarios, una especie de industria que pasa por encima de las leyes para hacer lo que quiere, cuando quiere y donde quiere.
Como gremio, consideramos que estas aseveraciones carecen de fundamentos, entendiendo que cada proyecto se construye solo si cuenta con los permisos correspondientes, los que a su vez se conceden únicamente en la medida en que el proyecto cumple con lo establecido en los planes reguladores y las normativas vigentes. Por lo demás, el diseño de estos instrumentos es de exclusiva responsabilidad de las autoridades (nacionales, regionales y/o comunales).
Si un proyecto no cumple con lo que se le exige, lo que corresponde es que los permisos no sean otorgados.
Nuestras empresas socias, partiendo por las propias inmobiliarias, están haciendo un trabajo serio, sistemático y de largo plazo para elevar permanentemente sus estándares en favor especialmente de sus trabajadores y trabajadoras, la comunidad y el medioambiente.
Si bien todo es perfectible, lo que nos impulsa a todos es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y a reducir el déficit habitacional que existe en nuestro país. Y para ello es clave tener una industria inmobiliaria competitiva, dinámica y comprometida con el desarrollo sostenible. No corresponde que se le utilice como pretexto para justificar fallas del regulador o de la planificación urbana, aspecto este último en el que a nivel nacional tenemos importantes falencias que se deben corregir.
Como gremio, nos estamos haciendo cargo de lo que la sociedad espera de nuestro sector y somos parte del proceso de transformación que estamos viviendo, el que queremos seguir profundizando con los aportes de todos quienes, como nosotros, aspiren a construir un mejor país.
Claudia Acosta Garretón, Cámara Chilena de la Construcción
Informalidad laboral
Según la Encuesta Nacional de Empleo que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, la tasa de desocupación en nuestro país en el trimestre móvil enero-marzo de 2022 alcanzó a 7,8%, cifra que representa una baja de 2,6 puntos porcentuales en doce meses.
Sin embargo, el mismo sondeo señala que la tasa de ocupación informal llegó a 27,3% lo que equivale a un aumento de 0,6 puntos porcentuales en un periodo de un año. Las personas ocupadas de manera informal crecieron 10,3%, lo que fue motivado tanto por hombres (10,3%) y mujeres (10,4%) como por los trabajadores por cuenta propia (11,4%).
Sin duda, estas últimas cifras resultan muy preocupantes, pues en la medida que escasean los trabajos de calidad se elevan los niveles de desigualdad en una sociedad. Cabe recordar que los puestos informales se traducen no solo en la falta de salud y previsión social, sino que también en la ausencia de otros beneficios tales como el derecho a vacaciones, cobertura en caso de accidentes laborales, etc. En otras palabras, la informalidad solo conlleva a empleos con altos niveles de precariedad y genera problemas de salud pública, entre otros.
Frente a esta realidad, los servicios transitorios y de outsourcing representan la principal puerta de entrada al mundo laboral formal, es decir, la vía para que las personas accedan a empleos de calidad y bajo la formalidad de un contrato laboral, con previsión social, plan de salud, vacaciones, pago de licencias (Mutualidad), etc. Es decir, estas modalidades de contratación contribuyen de manera cierta a reducir la informalidad, potenciando la recuperación del mercado laboral y la reactivación de la economía.
Claudio Oyarzún
Derechos de autor: un debate para ampliar
Celebramos que durante las últimas semanas la discusión sobre los derechos de autor haya estado en el debate público. Sin duda, es muy importante que conversemos sobre la manera en que deben estar protegidos en nuestra legislación, entendiendo su importancia para el desarrollo cultural y económico.
En este sentido, valoramos que la Convención Constitucional haya consagrado los derechos de autor en su propuesta final. Sin embargo, es importante recalcar que todavía hay mucho por hacer en esta materia y en propiedad intelectual.
Por este motivo, también es relevante que la mesa de trabajo anunciada por la ministra de las Culturas para avanzar en los derechos de autor tenga un carácter lo más amplio posible. Para nuestra organización, sería muy relevante poder estar presentes en este espacio, ya que tenemos una visión que sería un aporte a la discusión.
Los derechos de autor -y también de propiedad intelectual- tienen una doble función en la publicidad. Por un lado, son el principal mecanismo para que los miles de creativos desarrollen ideas que generen cultura, en un modelo que resguarda su autoría. Y por otra parte, son parte del impulso que está teniendo hoy la economía creativa en Chile y en el mundo, que es uno de los sectores productivos con mayor dinamismo y representa actualmente el 3% del PIB mundial, según datos de Naciones Unidas.
Alejandra Ferrari