Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

Hospital Regional: realizan cirugía a feto de 19 semanas dentro del vientre materno

PIONERA INTERVENCIÓN EN EL RECINTO HOSPITALARIO DE TEMUCO. El médico Sebastián Martínez colocó un dispositivo amniótico en bebé que presentaba una malformación de la vejiga.
E-mail Compartir

Un importante hito desarrolló el equipo de Alto Riesgo Obstétrico del Hospital Hernán Henríquez Aravena, al intervenir, dentro del útero de su madre, a un bebé de 19 semanas de gestación, con obstrucción en la vejiga, que hacía poco viable llevar a término el embarazo.

Según detalló el jefe del Servicio de Medicina Materno Fetal, Dr. Sebastián Martínez González, a cargo de realizar esta intervención, "la obstrucción urinaria presentada por este bebé, básicamente no le permitía hacer pipí dentro del útero, lo que significó que en su vejiga se fuera acumulando la orina y eso, a la larga, traería problemas a los riñones, los que al nacimiento no serían funcionales, pudiendo causar graves daños renales e incluso la muerte antes de nacer o posterior a su nacimiento".

La intervención realizada consistió en "poner un drenaje en la vejiga, para que el pipí que el bebé no podía evacuar de manera natural, saliera hacia afuera; algo muy similar a lo que se hace en adultos con obstrucciones, en que se les pone un drenaje desde la vejiga hacia afuera, con la diferencia que esta vez se hizo hacia el útero de la mamá, lo que permite que el feto pueda hacer pipí y seguir desarrollándose".

Pioneros

En Chile, los procedimientos invasivos intrauterinos son relativamente nuevos, de menos de diez años, y la mayoría concentrados en la capital del país, porque según explica el Dr. Martínez "son pocas las pacientes que tienen este tipo de complicaciones y un factor relevante es que son pocos los médicos que están capacitados para realizar estos procedimientos, de ahí la relevancia de esta primera intervención intrauterina en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco".

En casos como estos, cuando los bebés no son intervenidos, tienen dos alternativas; la mitad fallece dentro del útero y, de la mitad que logra nacer, el 50% de ellos muere y la otra mitad queda en diálisis, otorgando una calidad de vida deficiente a quien recién ha nacido, por ello para el médico especialista, si bien "esta intervención lamentablemente no evita la insuficiencia renal, si es que los riñones ya estaban afectados; lo que hace es aumentar la sobrevida de estos pacientes en prácticamente un 80% que es a lo que apelamos como equipo médico, donde los riesgos son bajos si se estima que la mortalidad es cercana al 50% o 70% de aquellos no intervenidos, así que creemos que vale la pena jugarse la probabilidad para salvar la vida de quien está por nacer".

Para el director del establecimiento asistencial, Heber Rickenberg, "este procedimiento marca la puerta de entrada a este tipo de cirugías fetales en nuestro Hospital, en donde participan médicos y un equipo multidisciplinario integrando a todo el Servicio Materno Fetal, que está pendiente de la paciente y son apoyados por psicólogas, asistentes sociales, que ayudan con la parte emocional de la paciente generando un proceso de acompañamiento, trabajo en equipo, que valoramos y destacamos".

"Para haber sido la primera vez que se realiza esta intervención, estamos contentos con el resultado y esperamos que con esto se sigan realizando intervenciones de este tipo en nuestro hospital", concluyó Sebastián Martínez.

"

"Son pocos los médicos que están capacitados para realizar estos procedimientos, de ahí la relevancia de esta primera intervención intrauterina en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco".

Sebastián Martínez,, médico

La Municipalidad de Vilcún recibió tres nuevos camiones de recolección de residuos domiciliarios

MONTO. Inversión del Gobierno Regional superó los $400 millones.
E-mail Compartir

Con una importante inyección de recursos, que superaron los $400 millones, el Gobierno Regional de La Araucanía adquirió tres camiones recolectores de residuos para Vilcún, los que irán en beneficio directo de los más de 28.000 habitantes de la comuna cordillerana.

La entrega oficial, que se realizó el sábado, contó con la participación del gobernador Luciano Rivas, la alcaldesa Katherinne Migueles, consejeros regionales, concejales y autoridades, quienes junto a los vecinos celebraron la adquisición de estos nuevos vehículos que mejorarán la calidad de vida de los habitantes de la zona.

Tras la gestión de la Municipalidad de Vilcún se obtuvo el financiamiento, a través del Programa de Inversión Regional del Gobierno Regional.

Carlos Peña

La verdad de Llaitul

E-mail Compartir

Esta semana se conoció una carta del historiador José Bengoa a la CAM. En ella le solicitaba una "tregua con el pueblo de Chile" a fin de no perjudicar la opción por el Apruebo.

La respuesta de Llaitul fue terminante. El profesor Bengoa poseía, dijo, la típica posición del colonizador hablándole al colonizado. El pueblo mapuche, en opinión de Llaitul, habría sido arrinconado en la historia, despojándolo de su riqueza comunitaria. Y la tarea entonces de ese pueblo, y de la CAM, sería la recuperación territorial y la "reconstrucción cultural". Concluye Llaitul declarando a su movimiento como enemigo político y militar de los sectores del Rechazo, y opuesto a un sistema que considera "colonial y capitalista".

Hay que reconocer en Llaitul una claridad de ideas y de propósitos: oponerse política y militarmente al Estado chileno para así recuperar el territorio arrebatado y llevar adelante lo que llama "una reconstrucción cultural".

Para advertir lo grave (grave en el sentido de importante y alarmante) de esas palabras, es necesario detenerse en lo que significa el Estado, por una parte, y la cultura moderna, por la otra.

El Estado moderno (un tipo de institución que se generalizó recién hacia el siglo XVII) equivale a una forma institucional cuya característica específica es que reclama para sí, con éxito, el monopolio de la fuerza en un determinado territorio. De ahí entonces que la "recuperación territorial" que se propone Llaitul es un flagrante desafío al Estado. Y ello quiere decir una disputa del monopolio de la fuerza en un sector del territorio. Por eso su declaración de constituir una fuerza militar no es (como lo saben cotidianamente los habitantes del sur y La Araucanía) un exceso retórico sino una fidedigna descripción de lo que constituye a la CAM. Esto plantea un problema de gran envergadura puesto que el Estado no puede consentir que se le dispute el monopolio de la fuerza sin que, al hacerlo, renuncie a sí mismo.

Es difícil saber si el presidente Gabriel Boric está consciente del desafío y del deber que pesa sobre él. Hasta ahora parece pensar, o preferir pensar, que se trata de palabras o de simples amenazas que pueden ser enfrentadas mediante querellas e investigaciones del Ministerio Público. No es eso, desde luego, lo que cree Llaitul: él no se piensa como un infractor de la ley, ni un opositor político. Él se piensa -y ha tenido la honestidad de decirlo en la respuesta al profesor Bengoa- un opositor al Estado y por tanto un opositor militar.

Si el presidente Boric sigue sosteniendo que en este caso la resolución del problema es política o judicial, bastarán estas palabras de Llaitul para desmentirlo y recordarle el problema que tiene por delante.

Y ese no es el único propósito de Llaitul que alarma. El otro es el de la reconstrucción cultural.

Vargas Llosa, en su ensayo sobre José María Arguedas, llamó "utopía arcaica" al indigenismo, a la idea que los pueblos originarios poseen una cultura escondida, que ha sobrevivido el tráfago de los siglos sin dejarse contaminar por la sociedad moderna. Y que entonces desde el poder sería posible sacudir la pátina del mestizaje para que entonces refulja la cultura originaria o al menos parte de ella y así reconstruirla en la educación de las nuevas generaciones.

Si la amenaza al Estado era grave, esta otra es aún peor, porque de tener éxito significaría ahogar la autonomía de los miembros del pueblo mapuche quienes, de tener éxito la CAM, debieran ser disciplinados para que así la cultura prístina u originaria que los siglos habrían escondido -en la aculturación y el mestizaje- pudiera florecer. Esto pone de relieve una dimensión del problema que la CAM plantea que se ha subrayado poco: que ella es una amenaza para cada integrante del propio pueblo mapuche que tiene desde luego el derecho a proteger su cultura pero también, si así lo decide, a abandonarla. Amagar ese derecho equivaldría a sacrificar los derechos fundamentales de los miembros de ese pueblo.

Así entonces si el desafío al Estado hasta ahora no ha logrado alarmar al presidente, es de esperar que este otro aspecto del problema -la protección del individuo y sus derechos- sí lo despierte.