"Lo que ocurrió fue un mandato y la gente nos dio una oportunidad"
El parlamentario por el Distrito 23 y uno de los rostros visibles de Amarillos por Chile en La Araucanía, opina que el proceso constituyente que sigue no puede considerar el texto rechazado porque ya "está muerto" y recalca "los que perdieron no pueden poner la música". A su parecer, lo que se requiere ahora es un buen marco que genere consensos. Mientras que, en torno al cambio de gabinete, ve errores y aciertos, y frente a ello reclama un mejor liderazgo en la Región.
El sentido común, una correcta lectura de un "mal texto constitucional" y una centro izquierda que estuvo del lado incorrecto por una lealtad mal entendida, explican el reciente triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida, a juicio del diputado por el distrito 23 y uno de los rostros regionales de Amarillos por Chile, Andrés Jouannet.
El exintendente de La Araucanía cree que lo que acaba de suceder es que la gente le dio una nueva oportunidad a un proceso que debiera encaminarse hacia un texto que promueva consensos y represente un buen marco para futuras leyes, y para ello - dice - "debemos tener un proceso constituyente que validemos en el Congreso".
- Diputado, pasados ya varios días, ¿qué reflexiones hace del proceso constituyente y el resultado del plebiscito de salida?
- Cuando vota toda la ciudadanía, cuando tenemos la democracia en plenitud, finalmente, esos son los verdaderos resultados y la expresión de la gente. Por eso, creo que hace años, cuando se decidió el voto voluntario lo que hicimos fue cercenar la democracia. Esa es la primera reflexión. Y, hoy, se puede decir que este plebiscito tiene la mayor legitimidad porque votó mucha gente (…).
- Y a su entender, ¿qué hizo que el 62% de los electores votara Rechazo?
- El Rechazo ganó porque la gente tiene un sentido común increíble y nosotros hicimos una lectura adecuada, porque cuando uno conversaba con las personas y cuando leía distintos estudios de opinión y encuestas, la gente se daba cuenta que este era un mal texto, que comenzaba mal, porque decía que este era un Estado social y democrático de derecho, cuando debió decir democrático y social de derecho, porque si no tienes democracia no puedes aspirar a derechos sociales. Por tanto, mucha gente de centro izquierda, por una cuestión más romántica, se empecinó para estar por el Apruebo (…); por una lealtad mal entendida con un proyecto que ya no existe terminó dándole la espalda a la ciudadanía. Y eso fue.
- Respecto de qué debiera suceder ahora, ¿cómo se da respuesta al mandato ciudadano que sigue vigente por un Estado más social?
- A ver. Lo primero que quiero señalar es que este texto constitucional está muerto. No me vengan que vamos a sacar algunas cositas de por aquí y por allá, porque una mayoría aplastante lo rechazó. Lo segundo es que los que perdieron no pueden poner la música. El Presidente de la República perdió porque se jugó por el apruebo y perdió con todo su Gobierno. También perdió el presidente de la Cámara de Diputados y lo mismo el presidente del Senado. Entonces, que ahora los que perdieron quieran armar una cocinita porque están en espacios de poder es un grave error. Creo que lo que debemos tener es un proceso constituyente que validemos en el Congreso y que esa convención redacte el texto constitucional y este se plebiscite. Pero para llegar a eso, como el poder constituyente está en las cámaras, esta comisión que se hizo tendrá que presentarnos una propuesta y que votemos en el Parlamento para que, ojalá, mayoritariamente pueda comenzar el trabajo una convención y lleguemos a un texto lo más consensuado posible.
- Post plebiscito ha habido muchas expresiones de desconfianza. ¿Cómo generar certezas para tranquilidad de la gente?
- Lo primero es que debemos tener confianza. Lo que ocurrió fue un mandato, la gente nos dio una oportunidad, nos dimos una nueva oportunidad, porque el texto era malo y se rechazó. Ahora, lo que debemos presentar un muy buen texto al país y trabajarlo en conjunto. Nadie puede darse un gusto personal y tampoco las minorías pueden pensar que van a presionar para poner algunos temas que la mayoría no quiere. Por ejemplo, la plurinacional no debiera estar porque el propio pueblo mapuche dijo queremos una reivindicación histórica y política; aquí hay una deuda histórica que debemos comenzar a pagar, pero nosotros queremos ser parte de este proceso y de esta nación. La gente nos dio una oportunidad y lo que quiere es un texto que sea un marco para que podamos hacer leyes que permitan al país avanzar. El problema es que si el texto que se va a entregar polariza al país, se va a rechazar y si eso ocurre ya no vamos a tener otra oportunidad.
- Usted hizo una invitación a la centro izquierda que los enjuició "a conversar y recuperar la sensatez". Cabe preguntar ¿qué rol debieran cumplir los partidos políticos en este momento?
- Quiero decirles que en Amarillos por Chile junto a la centro izquierda que estuvo por el Rechazo estamos evaluando constituir un partido político, porque son los partidos los primeros llamados a coordinar y a liderar la democracia. Y, por tanto, le hago un llamado a la gente de centro izquierda que estuvo por el Apruebo a que se ponga a la altura de la historia (…).
- Y ¿qué responde a quienes aseguran que la centro izquierda que estuvo por el Rechazo está hoy en manos de la derecha?
- Eso no es así. Primero la derecha hoy no es gente antidemocrática. Eso sería una ofensa y más cuando ellos están por el acuerdo de una nueva constitución. La verdad es que pedirles una prueba de blancura no me parece porque son partidos democráticos, comparados con otros partidos que están en la izquierda populista radical que sí tienen que dar muestras de blancura. Nosotros tenemos más credenciales que gente que se dice que está en la centro izquierda y que es el vagón de cola del Partido Comunista o del Frente Amplio. Si quieren serlo, que se queden allá.
- Finalmente, ¿qué le parece el cambio de gabinete? Y ¿cómo debiera conducirse el Gobierno en este segundo tiempo?
- Bueno, el ajuste es más o menos como ha sido el Gobierno. Y esta es una crítica política. En una jornada hubo tres subsecretarios del Interior y la verdad fue vergonzoso. El problema es que llevamos siete meses y no ha pasado nada. Y en el caso de La Araucanía nos mintieron con el plan Buen Vivir, porque no hay tal plan y el Gobierno se hace trampa solo, y uno no quiere eso, sino que le vaya bien, pero que hagan las cosas bien. El ajuste también tiene cosas positivas. Tenemos una ministra del interior empoderada a la que esperamos le vaya bien. Segundo, en La Araucanía hay problemas graves de seguridad y no se ha avanzado en esa materia; y no soy yo quien lo digo, pero tenemos un problema de liderazgo en Región, un problema de gestión, porque los equipos de gobierno son deficientes. Y nosotros requerimos un gran pacto para La Araucanía.
"La gente nos dio una oportunidad y lo que quiere es un texto que sea un marco para que podamos hacer leyes que permitan al país avanzar. El problema es que si el texto que se va a entregar polariza al país, se va a rechazar y si eso ocurre ya no vamos a tener otra oportunidad".