Diversidad de credos
De acuerdo con el Censo de 2002, en la Región de La Araucanía hay 193.660 personas evangélicas. El aporte del pueblo evangélico no solo debe considerarse desde el punto de vista de la ramificación de sus templos, sino también en otros ámbitos del quehacer nacional.
En el país hay una diversidad de credos, que a la vez representan posturas distintas frente a la sociedad, pero la institucionalidad evangélica ha tenido importantes avances en conversión de fieles.
Es muy importante el rol social que han cumplido evangélicos y protestantes, así como el porcentaje significativo de sus fieles, un 15,1% de la población, de acuerdo con el censo de 2002, y luego 16,6% según el censo de 2012. La mayoría de los fieles seguidores de esa religión se encuentra en la Región Metropolitana (723.567), la Región del Biobío (487.965), La Araucanía (193.660) y Valparaíso (145.750).
El aporte del pueblo evangélico no solo debe considerarse desde el punto de vista de la ramificación de sus templos en todos los rincones del país, sino también en otros ámbitos del quehacer nacional, como es el caso de la educación y de los colegios que tienen y administran. Han desarrollado una importante labor, solidaria, especialmente con los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Aparte de proyectos educacionales con sus colegios, han trabajado en la reinserción social, con una fuerte presencia en las cárceles para contribuir a rehabilitar a quienes han delinquido, por lo que están en aquellos espacios donde las personas más requieren de apoyo y de guía espiritual.
Pese a que en los años anteriores el recuerdo de esta festividad se realizó con limitaciones de asistencia en los cultos, debido a los aforos que requería la pandemia de covid, la semana pasada hubo una mayor normalidad (el lunes 31 de octubre). En los últimos años, los líderes de las iglesias se han manifestado como opositores del aborto, del matrimonio igualitario y de la identidad de género y en las actuales circunstancias seguramente también se expresará la palabra de sus pastores, haciendo oír su voz ante la sociedad y las instituciones, con el fin de analizar la actual situación que vive el país y para enviar su mensaje de esperanza al pueblo evangélico, opiniones que siempre se han dado en un marco de respeto y de consideración.