Prevención del virus hanta
Se trata de una patología que puede ser mortal, por lo que es importante que las personas conozcan las medidas preventivas. Los especialistas han reiterado la necesidad de identificar situaciones de riesgo y ser cuidadosos en el manejo de las basuras.
Con la llegada de las vacaciones y tras el término de las extensas restricciones de movilidad de la pandemia, es importante recordar la importancia de la prevención de diversas enfermedades asociadas a esta temporada estival. Dentro de ellas se encuentra el virus hanta, así como también las enfermedades transmitidas por la mala manipulación de alimentos y mariscos, que resultan más riesgosas en la temporada de calor.
Durante este año se ha registrado una baja cantidad de casos de hanta, con diez confirmados a nivel nacional, bastante menos que los 64 del año 2019, previo a la pandemia, pero de todas formas se mantienen las recomendaciones del Ministerio de Salud, ya que se estima que este año habrá una gran cantidad de personas que viajarán por vacaciones.
Se trata de una patología que puede ser mortal, por lo que es importante que las personas conozcan las medidas preventivas antes de salir de vacaciones a sectores rurales, que van orientadas al buen manejo de la basura, a evitar que haya maleza afuera de las casas y a manejar bien los alimentos. Ésta es una enfermedad viral que se transmite al ser humano desde el ratón de cola larga, a través de la inhalación de olores de la orina de roedores contagiados.
Los especialistas han reiterado la necesidad de identificar situaciones de riesgo y ser cuidadosos en el manejo de las basuras, la conservación de los alimentos y comportamientos en el sector rural, en los campings y lugares de veraneo donde pudiese habitar el ratón de cola larga.
Antes de ingresar a cabañas o bodegas se debe ventilar el recinto por lo menos treinta minutos. Una vez dentro y luego de ver si hay señales de roedores, se debe rociar el piso con cloro o con productos desinfectantes, utilizando mascarilla y guantes. También han ocurrido contagios de personas que manipulan leña u objetos que han estado en contacto con ratones silvestres, además de cortar coligües, arbustos, desmalezar o ingresar al bosque por lugares sin senderos. La prevención es fundamental para evitar contraer la enfermedad que, como se ha señalado, tiene una alta tasa de mortalidad una vez que se contrae.