Crisis de isapres: 40% de afiliados son personas mayores y con preexistencias
EXPERTOS. Investigadores de la Ufro y U. Mayor analizan el complejo panorama por el que atraviesa el sistema privado de salud y su posible efecto en la población.
Más allá del escenario de incertidumbre que rodea a las aseguradoras privadas de salud, la preocupación se ha instalado en los más de 3 millones de afiliados al sistema en el país, quienes ven con preocupación el futuro ante un posible colapso.
Frente a la innegable crisis de las instituciones de salud previsional o isapres, los expertos advierten de un "efecto en cadena" que golpeará no solo a la industria, sino principalmente a los afiliados considerando que el 40% de ellos son personas mayores y con preexistencias.
Así lo manifiesta Patricio Ramírez, coordinador del Observatorio Económico y Social (OES) de la Ufro, quien dice que frente a eventuales quiebras, este grupo más vulnerable debería incorporarse a Fonasa, presionando aún más al sistema público de salud.
"En el supuesto caso que todas quebraran, las estimaciones que hace la propia industria es que de los 3 millones y medio de afiliados a isapres, un 40% son personas con preexistencias y adultos mayores", precisa Ramírez, quien agrega que en definitiva es este grupo más vulnerable, "el que sufriría quizás las peores consecuencias de una debacle del sistema privado y ahí es donde hay que tener cuidado y dejar de lado los paradigmas, porque al terminar con el sistema privado y fortalecer el público, se puede hacer sufrir a la población más vulnerable".
A juicio del investigador OES Ufro, el millón y medio de personas que podría incorporarse a Fonasa, "es un flujo de personas no menor (...) y por eso el panorama es complicado por el efecto en cadena que se produciría ya que se le puede poner más presión a Fonasa".
"Supremazo"
Sobre el efecto del llamado "supremazo" o fallo de la Corte Suprema que resolvió que las aseguradoras privadas deberán aplicar una nueva y única tabla de factores, dictada en diciembre de 2019, a todos sus afiliados, y además restituirles los cobros en exceso tras implementarla, Patricio Ramírez considera que no es la lápida para el sistema, sino que solo un ingrediente más de una crisis que se agudizó con la pandemia.
"Lo de la Corte Suprema vino a sellar una crisis que ya se venía gestando desde la pandemia porque congelar los precios por dos años es difícil que la industria lo soporte, si sumamos además que hubo una explosión de licencias médicas, aumento de prestaciones, entre otros elementos que fueron agudizando la crisis financiera".
Una visión distinta sobre la crisis tiene el abogado y académico de la carrera de Derecho de la Universidad Mayor, Manuel Espinoza, quien sostiene que "han sido las propias aseguradoras las que, a partir de su actuar en el tiempo, han generado esta coyuntura que están enfrentando", insistiendo en que "la industria ha gozado y disfruta de un momento sólido, producto de que se trata de un mercado que ha madurado y que ha respondido, en general, de manera eficiente a las expectativas de un seguro de salud".
En opinión de Espinoza, al analizar el año 2022 en forma aislada, se pueden ver resultados negativos para la industria por los efectos derivados de la pandemia.
"Sin embargo -dice- creo que el análisis correcto no puede estar alejado de la perspectiva histórica, ya que las utilidades de las isapres han sido multimillonarias sostenidamente en el tiempo. Se han producido, entonces, utilidades acumuladas muy superiores a las pérdidas que hoy alarman, pero, sobre todo, ha significado una acumulación de capital del sector privado en salud que ha sido aportado por los propios afiliados al sistema", concluye.