Día Mundial de los Humedales
Cada 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales, por lo que hoy queremos realzar la importancia de estos a nivel local.
Los humedales son ecosistemas que filtran el agua, almacenan carbono, amortiguan las inundaciones, son hábitat y reservorios de fauna y flora nativa y nos permiten tener espacios de contemplación y admiración en la naturaleza. No existen buenas razones para no protegerlos.
Loncoche es una comuna rica en humedales de agua dulce, los que corresponden en parte a humedales boscosos. Estos cuentan con la presencia de flora característica de los humedales de la región de La Araucanía, como por ejemplo el Temu, el Canelo y el Arrayán.
En general, no están exentos de problemáticas o diversas amenazas, como la presencia de ganado, de perros domésticos y asilvestrados, de cazadores, de basura y a la dispersión de especies exóticas. Sin embargo, gran parte de aquellas amenazas pueden mermar cuando la comunidad se involucra primero en conocer y luego en valorar y proteger estos valiosos ecosistemas.
En el Día Mundial de los Humedales, Fundación Kennedy, dedicada a la conservación de estos y con presencia en la comuna a través de un proyecto en el humedal Laguna de Huiscapi, invita a la comunidad a recordar e interiorizar que "el humedal más importante es el que está más cerca de mi casa", por lo que involucrarse en el cuidado de estos, es esencial para seguir disfrutando de sus beneficios tanto en el presente, como en el futuro.
Nicole Salas, coordinadora de FK en la región de La Araucanía
¿Avanzando hacia el desarrollo?
Las concepciones de sociedad y modelos económicos son temas que pueden discutirse en distintos espacios abiertos a diferentes visiones, cada una de ellas en base a experiencias históricas o a una seria labor investigativa.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) suscritos por Chile en septiembre de 2015 - como parte de la Agenda 2030 -, establecen una serie de parámetros de conducta para avanzar armónicamente con el medio ambiente y el entorno en general, pero también trabajando para el tan necesario crecimiento económico. Quienes hoy ejercen el liderazgo en sus respectivos sectores, son responsables de aunar ambas miradas y lograr que esos dos enfoques vayan de la mano como estrategias complementarias, y no excluyentes ya que, al ser tan ambiciosas y visionarias, requieren de la participación de todos los sectores de la sociedad y del Estado para su implementación.
Para avanzar hacia una sociedad desarrollada y sustentable, se requiere que nuestras autoridades lideren un proceso de trabajo colaborativo para definir cuál será ese futuro que permitirá orientar nuestros esfuerzos para lograrlo. Definir reglas del juego claras y consensuadas por una gran mayoría de personas que deseamos vivir en paz y con oportunidades de trabajo, es sólo una parte para avanzar en este proceso.
Ese deseado objetivo país, pasa a ser una meta tan importante que puede sumar voluntades individuales y colectivas. Lograrlo no sólo es parte de un trabajo conjunto de Estado, empresas, academia y la sociedad, sino que pasa a ser el norte orientador y motivador que permitirá a las instituciones dirigir sus esfuerzos para avanzar hacia ese futuro mejor que, por ahora, se ve poco claro.
Una visión de futuro compartida permitirá avanzar eficientemente hacia el desarrollo de Chile, poniendo a las personas en el centro de su quehacer.
Dra. Sandra Alcina Mg -Carlos Edo. Barroso, académicos de Facultad de Administración y Negocios U. Autónoma
Conservación privada
La crisis climática es un fenómeno con el que definitivamente la humanidad está en deuda, pues no hemos sido capaces de tomar medidas profundas para detener su avance. En esto, las cifras hablan por sí solas: menos del 30% del planeta está conservado y la vida salvaje ha disminuido en un 68% durante los últimos 50 años. Y si hacemos zoom en nuestro país, el gasto del Estado en conservación es de menos de dos dólares por hectárea y solo un 21% del territorio está bajo Áreas Protegidas.
Datos que evidencian que el Estado, filántropos y ONGs no pueden ser los únicos actores de la conservación. Así, actores privados han jugado un importante rol subsidiario de estas deficiencias. En este sentido, ha cobrado fuerza una tendencia, inspirada en el modelo Land Trust de EEUU, conocida como parques rurales de conservación, una figura de protección que tienen como finalidad resguardar el suelo agrícola, incentivar actividades forestales no maderables, promover la bioeconomía y fomentar la ruralidad como forma de vida.
Sin embargo, pese a lo innovador del modelo, no todo ha sido fácil en el desarrollo de estos proyectos, ya que líneas más puristas de conservación, buscan dejar a las personas como turistas de la naturaleza y no como protagonistas. Entonces, el camino parece ser el desarrollo de una gran alianza público privada para promoverla, porque definitivamente el Estado no podrá por sí solo, y el actual escenario no deja más espacio que sumar esfuerzos y entender que todos somos un actor relevante en ella.
Diego Varela, Fundador de Biósfera Austral