La madrugada del 27 de febrero de 2010 quedó grabada en la memoria de millones de chilenas y chilenos. A las 3.34 horas se desató un sismo de magnitud 8.8 MW que sacudió a varias regiones, incluida La Araucanía; el cual se prolongó por casi cuatro minutos.
Esa jornada el país y la Región experimentaron la primera catástrofe natural del siglo XXI, la que dejó como saldo más de 500 personas fallecidas, 500 mil viviendas dañadas y sobre 2 millones de damnificados, sin duda, la emergencia más importante enfrentada por Chile después del terremoto de 1960, casi cinco décadas después.
A trece años de aquella noche, la cual hizo huir a la población de Puerto Saavedra a las zonas altas y dejó en estado de alerta a miles de personas, las autoridades regionales y comunales opinan que el territorio y su gente aprendió la lección y hoy la zona está mejor preparada para hacerle frente a eventuales catástrofes naturales, esta vez, de la mano de una nueva legislación, un nuevo organismo a cargo de la emergencia nacional, nuevos protocolos, direcciones comunales abocadas al tema y planes comunales de riesgo, prevención y respuesta que están en proceso de consolidación.
"El terremoto-tsunami de 2010 significó un punto de inflexión en nuestra historia de desastres y catástrofes. Esto permitió al Estado de Chile recoger las lecciones aprendidas y solucionar las brechas identificadas, en virtud de un diagnóstico efectuado por una misión de la ONU", explica la directora regional (s) del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, Catedrin Savaria.
A partir de entonces, se crea un nuevo sistema de gestión de riesgo de desastres, se fortalece la institucionalidad y se mejora el conocimiento y la preparación del sistema, así como las capacidades humanas y técnicas.
"Poco más de una década después del 27F es publicada la Ley 21.364 que estableció un Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres y sustituyó a la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) por el nuevo Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), ley que determinó la forma como el Estado se hace responsable de la Gestión del Riesgo de Desastres en Chile, reconociendo e incorporando todos los avances y desarrollos que se han alcanzado en el país en estos últimos años, en función de las buenas prácticas y aprendizajes. Dichos avances, buscan ser actualizados y reforzados para alcanzar altos estándares en la Gestión del Riesgo de Desastres, centrados en la prevención y territorialidad", acota Savaria.
La directora (s) de Senapred Araucanía resalta que entre las brechas cubiertas a partir del 27F está el desarrollo de un Sistema de Nacional de Alarma de Maremoto (SNAM) integrado al Centro Sismológico Nacional, Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y a Senapred, cuya activación, comunicación y coordinación están establecidos en un protocolo que se actualiza permanentemente; mecanismo que ya pudo ponerse a prueba en Iquique e Illapel, en 2014 y 2015, respectivamente.
En la actualidad el país y la Región cuentan con mapas de zonas de riesgo que se expresan en cartas de inundación realizadas por el SHOA y mapas de peligro volcánico elaborados por Sernageomín, por medio de los cuales se determina los lugares que podrían verse afectados.
Y para la activación de protocolos, explica la directora (s) de Senapred, Chile cuenta hoy con un Plan Nacional de Emergencia y con planes nacionales por variable específica de riesgo (tsunami, actividad volcánica, remoción de masa y otras),