Frases
"Nos hemos puesto a disposición de trabajar con los territorios y de trabajar con los alcaldes".
Patricio Poza,
"Es importante garantizarle a todos los habitantes de esta zona que no hay impunidad".
Manuel Monsalve,
"Nos hemos puesto a disposición de trabajar con los territorios y de trabajar con los alcaldes".
Patricio Poza,
"Es importante garantizarle a todos los habitantes de esta zona que no hay impunidad".
Manuel Monsalve,
Desde 2010, en Chile, los abogados y abogadas celebran su día el 21 de mayo. Esta fecha no es antojadiza, sino que busca reconocer la profesión de Arturo Prat, quien fue el primer oficial de la Armada en servicio activo que estudió Derecho.
De acuerdo a la académica Carolina Araya, directora Derecho de la Universidad de Las Américas, sede Concepción, no podemos recordar este día sin reflexionar sobre los "Mandamientos del Abogado", obra del destacado profesor uruguayo Juan Eduardo Couture, que aún sigue vigente, y que invita a estudiar, permaneciendo atentos a los constantes cambios que experimenta la sociedad y legislación. Hoy, la invitación es aún más amplia, ya que se debe sumar al estudio el conocimiento de las tecnologías y plataformas virtuales a las cuales han migrado los antiguos formatos de expedientes.
También, se debe ejercer la profesión pensando y trabajando al servicio de la justicia con lealtad a lo más conveniente para los clientes y sociedad. Tampoco parece ajeno ejercer la profesión con paciencia y con fe de que el Derecho es y debe ser el medio idóneo para la convivencia del ser humano, descartando mecanismos autotutelares, como las modernas funas en redes sociales. Invita, además, a olvidar y a mantener dentro de los muros de cada juicio lo que ahí ocurre, dejando el corazón y conocimiento abiertos para nuevos aprendizajes, y recordando que los abogados permanecen y que se volverán a encontrar pronto.
Couture finaliza su listado de mandamientos señalando que se debe amar la profesión, siendo esta la herramienta que permita a las personas solucionar sus problemas.
Las parábolas exponen principios fundamentales. Las 40 parábolas de Jesús contienen la misma esencia pero con distintas imágenes, enfatizando distintos matices. Un estudio atento de las mismas nos revela que son una síntesis de la enseñanza de Jesús, expuesta de forma magistral.
Las parábolas del Reino, no resultaban inteligibles para el auditorio, incluidos los discípulos. La razón de su incomprensión, posiblemente, estribaba en que el modelo del Reino que esperaban los judíos era absolutamente distinto al modelo que describían las parábolas. De ahí que los discípulos, confundidos, pidieran al Señor que les explicara el significado de las parábolas (Mat. 13: 36). A este ruego Jesús les responde: "Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera por parábolas todas las cosas; para que viendo vean y no perciban; y oyendo oigan y no entiendan" (Mc. 4: 11-12).
Una idea muy acertada al respecto, ha tenido apoyo en la llamada "teoría de la obstinación", según la cual las parábolas eran un velo para ocultar el misterio del Reino a "los que están fuera", interpretando superficialmente (Mc. 4:11). En la interpretación más rigurosa de este verso. En primer lugar destacar la antítesis "vosotros" (los discípulos), y "los de fuera". A los primeros, Dios les otorga una gracia infinita, pues "les ha dado el misterio del Reino ", don, absolutamente inmerecido. Contrastando con los discípulos, a "los de fuera" se les dice todo "en parábolas". Entonces comprendemos el llamado intenso de Dios para hacerse comprender por su criatura. Si este propósito no se cumple, es debido a la obstinación del hombre, que le hace refractario al mensaje de Dios.
Es la actitud del hombre la que hace posible que el mensaje sea comprendido, como lo dice la Biblia; "el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta" (Jn. 7: 17). Nuestra actitud de humillación frente a Dios, debe ser genuina y permanente. Pues, de no ser así, aunque nos creamos y presumamos de ser muy creyentes, más temprano que tarde, la vida, las circunstancias y hasta Dios mismo nos resultarán enigmas y viviremos absolutamente desorientados, como "los de fuera". De ahí la reiterativa recomendación que el Espíritu da a las iglesias (Apoc. 2 y 3), "el que tiene oídos, oiga...".
Finalmente, las parábolas son un acto de misericordia de Jesús, en donde se establece que hay quienes oyendo y entendiendo, no obedecerán la Biblia, y para que no reciban mayor condenación, Dios no les permite entender.
Pastor presbítero Pablo Pinto Salamanca,
Consejo Regional de Pastores Evangélicos