"En el tema ambiental hay mucho de poesía y discurso, pero eso hay que aterrizarlo en la vida cotidiana"
Como el promotor de la primera carrera de Ingeniería Ambiental a nivel nacional, Bornhardt tiene un vasto conocimiento en el área. Hace poco días recibió la Medalla Trayectoria Académica, máxima distinción que la Ufro entrega a un integrante de su comunidad académica para reconocer la dedicación, compromiso universitario y responsabilidad social.
Toda una vida dedicada a la formación de ingenieros de excelencia para la Región y el país, es la que ha desarrollado el doctor Cristian Bornhardt Brachmann, destacado académico e investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad de La Frontera quien recibió el Reconocimiento Medalla Trayectoria Académica, durante la reciente inauguración del año académico de la casa de estudios superiores.
Nacido en Mulchén, llegó a Temuco siendo adolescente para estudiar en el Colegio Alemán de la ciudad. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad de Concepción donde se tituló de ingeniero civil químico y, posteriormente, obtuvo un doctorado en Ingeniería Ambiental en la Universidad Técnica de Berlín, Alemania. Su pasión por las temáticas ambientales, lo llevaron a crear la primera carrera de Ingeniería Ambiental a nivel nacional, siendo autor o coautor de más de una treintena de publicaciones científico-técnicas. Luego de 36 años de trabajo, actualmente es docente de media jornada y a fin de año se acogerá a retiro para dedicarse a proyectos personales y básicamente "gozar la vida", como muy bien lo grafica en esta entrevista.
- Cristian, ¿cómo recibe el reconocimiento de la Medalla Trayectoria Académica?
- Yo creo que es importante que las instituciones instituyan cosas que hagan sentirse 'parte de', y en lo personal, obviamente que es muy gratificante porque uno siente que años de dedicación, de buscar cómo aportar al desarrollo de la institución, al final es valorado. Nosotros como formadores estamos produciendo las generaciones que mañana van a significar el desarrollo del país y, hacer un aporte ahí, sin duda que es algo muy gratificante.
-¿Cómo surgió su interés por la Ingeniería, y en especial por la Ingeniería Civil Química?
-En general, en el colegio yo no tenía preferencias muy marcadas porque me iba bien en todo, pero sí estaba claro que me iría por el área de la ingeniería, matemática, química y de ahí básicamente mi primer interés fue involucrarme en la industria de los alimentos. Como la carrera más afín con un énfasis en ingeniería y proceso era la ingeniería química, hice una especialización en la parte de alimentos (…) Fui a trabajar a la Universidad de La Serena en el área de alimentos y después me vine a la Ufro. Con algunos colegas empezamos a visitar distintas empresas de alimentos para ver dónde podíamos interactuar y apoyar el desarrollo de la industria y ahí empezamos a ver la temática ambiental, donde al visitar las industrias nos dimos cuenta que tenían problemas ambientales graves y ya se vislumbraba de que iba a haber una Ley Marco Ambiental que en esa época no había. Entonces de alguna forma nosotros nos adelantamos porque visualizamos la necesidad de que existieran profesionales con especialización en la parte ambiental.
-Usted fue el creador de la primera carrera de Ingeniería Ambiental del país, ¿cómo observa hoy el desarrollo de esta área?
-El modelo que habíamos visto en la Universidad Técnica de Berlín era el de una ingeniería dura, digámoslo así. Yo siempre le digo a los mechones cuando llegan, que si están pensando en Greenpeace, esta no es la carrera para ustedes; porque esta es una ingeniería dura que obviamente se complementa con elementos de ciencias ambientales y de conciencia ambiental y eso en todas las asignaturas está, pero el foco es la ingeniería de proceso, es decir el tratamiento de aguas residuales, por ejemplo, o distintas alternativas para el tratamiento de residuos sólidos, etc. (…)
-¿Existe conciencia en las empresas e instituciones públicas sobre la importancia de ámbitos como la eficiencia energética, producción limpia, entre otros?
-En el plan de estudios tenemos una asignatura que la doy yo y que justamente se llama prevención de la polución industrial. Ahí trato de transmitirles que primero hay que abordar un problema desde el punto de vista preventivo, porque eso va asociado a lo que yo siempre les digo y que es la labor principal de un ingeniero de proceso, que es maximizar la eficiencia. En la medida que vamos buscando cómo maximizar la eficiencia, uno se va dando cuenta que todos los enfoques, todas las estrategias de prevención, aportan a eso. Entonces ahí van de la mano, los principios básicos de lo que tiene que hacer un ingeniero de proceso con el cuidado que hay que tener con el medioambiente. Eso incluye la energía, el agua, el uso de los materiales, el transporte, los residuos, en definitiva cómo podemos avanzar hacia una economía circular porque, a fin de cuentas, eso es lo que el mundo está buscando.
-El foco, por lo general, no ha estado en la prevención, ¿es más caro invertir en prevención?
-Normalmente sí, porque históricamente se han enfocado en lo que nosotros llamamos 'medidas al final de la cañería' donde se separa lo que es el proceso de lo que después, es el tratamiento. El enfoque preventivo es en el proceso. Si se implementa primero esta estrategia preventiva, lo normal es que los costos del tratamiento después disminuyan. Entonces muchas veces la empresa dice, 'yo me concentro en el proceso y lo que sale de ahí se lo encargo al área ambiental o de prevención de riesgos'. Por lo tanto siempre lo ven como una carga adicional, porque claramente cualquier sistema de tratamiento es un costo adicional de inversión, de operación, de dedicación, que lo hacen a contrapelo en el fondo porque está la obligación de hacerlo. (…) Por eso lo que yo trato de transmitirles a nuestros futuros profesionales es que ellos cumplan un rol de concientización y de educación de todo su entorno.
- ¿Qué es lo que falta ahí?
- Definitivamente es tomar conciencia. Tiene que ver con una mentalidad cortoplacista orientada a ganar plata rápido y fácil, pero la gente se olvida que la vida no va a terminar mañana. Nuestro planeta tiene que seguir funcionando y la sociedad que viene tiene "el derecho" de poder disfrutar de las mismas cosas que en este momento ya se están restringiendo y eso requiere del aporte de todos. Los problemas ambientales son problemas globales, a todos les afecta; sin embargo en algunos todavía persiste esa visión más bien antropocéntrica de que yo estoy aquí y el medioambiente está allá, como si fuera algo distinto.
-¿Existe una valoración distinta de las temáticas medioambientales en las nuevas generaciones o aún falta?
-Yo creo que falta todavía. Hay mucho de poesía, discurso, redes sociales, pero eso hay que aterrizarlo en la vida cotidiana de cada uno y yo veo que falta bastante.
-¿Y qué será necesario para mejorar?
-Yo creo que la única forma es la educación temprana. En primera instancia está la responsabilidad familiar y luego a partir de la educación muy básica, preescolar. (…) Que no sea sólo poesía, sólo discurso, sino que buscar formas de llevarlo a la práctica para que los chicos se impregnen de eso como un estilo de vida, como una mentalidad frente a la problemática y ahí lo básico es el ejemplo que le dan sus mayores: los profesores y su familia. Entonces es un proceso lento pero que yo creo que hay que seguir incentivando desde todas las instancias posibles.
-¿Cuáles son sus proyecciones personales en el ámbito docente y de investigación?
-En este momento estoy como docente. Ya me acogí a retiro, y por lo tanto ahora estoy con media jornada, básicamente en estas asignaturas de pregrado para el área ambiental, y a fin de año me voy. Estoy terminando mi carrera, así que busco gozar la vida, mientras uno tenga salud y pueda hacerlo.
- ¿Cuál es su mensaje para las nuevas generaciones de estudiantes?
- Que las cosas se logran con esfuerzo. A ninguno de nosotros las cosas nos llegaban en bandeja, por lo tanto, la invitación es efectivamente a ponerse la camiseta y hacer los aportes que uno pueda en beneficio de la universidad, de la Región, del país, del mundo.
"Los problemas ambientales son problemas globales, a todos les afecta; sin embargo en algunos todavía persiste esa visión más bien antropocéntrica de que yo estoy aquí y el medioambiente está allá, como si fuera algo distinto".