Hezbolá confirma muerte de su máximo líder tras intenso bombardeo de Israel a Beirut
MEDIO ORIENTE. Ejército israelí anunció ayer que abatió en su cuartel central al jefe del grupo chií libanés desde hace más de 30 años: " Hasán Nasrala está muerto".
El Austral
El Ejército de Israel anunció ayer la muerte del jefe máximo del grupo libanés Hezbolá, Hasán Nasrala, en el bombardeo israelí del viernes contra el cuartel central del movimiento, supuestamente ubicado bajo edificios residenciales en los suburbios del sur de Beirut.
"Hasán Nasrala está muerto", adelantó ayer en X el portavoz castrense para la prensa internacional, Nadav Shoshani, tras una noche de especulaciones después de que el líder chií no diera señales de vida.
Luego, el vocero castrense en árabe, Avichay Adraee, sostuvo en X que las Fuerzas Armadas de Israel "liquidaron la dirección militar de Hezbolá en un golpe sin precedentes.
"Esperamos que [el ataque] cambie el modo de actuar de Hezbollah[...] ¿Estamos preparados para una escalada más amplia? Sí. Nuestras fuerzas están en alerta máxima, (los servicios de) inteligencia muestran una alta preparación", dijo otro portavoz militar.
Al mediodía, 18 horas después del ataque, el grupo chií confirmó la muerte de su líder en un comunicado: "Su eminencia Sayyed Hasán Nasrala, secretario general de Hezbolá, se unió a sus grandes e inmortales mártires, cuyo viaje dirigió durante casi treinta años conduciéndoles de victoria en victoria".
En el texto agregó que "la dirección de Hezbollah promete al mártir más alto, más santo y más preciado de nuestra trayectoria (...) que continuará con sus esfuerzos para enfrentar al enemigo en apoyo a Gaza y a Palestina, y en defensa del Líbano y de su honorable gente".
En tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que "(Nasrala) era una amenaza inmediata para las vidas de los israelíes y otros ciudadanos", y añadió que le diría a sus enemigos: "Somos fuertes y decididos. A nuestros socios les diría: nuestra guerra es su guerra".
Posteriormente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo: "Conseguimos grandes logros, pero el trabajo aún no está completo. En los próximos días afrontaremos desafíos importantes y los enfrentaremos juntos".
Nuevos ataques
Más de un millar de personas ha muerto en el Líbano desde que Israel intensificó a comienzos de la semana pasada sus ataques contra los bastiones de Hezbolá, según cifras del Gobierno de Beirut (ver recuadro).
En esa línea, el Ejército de Israel dijo ayer que había realizado un nuevo "ataque preciso en la zona de Dahye en Beirut".
Israel bombardeó varios puntos de este mismo suburbio, alegando que el grupo terrorista acumulaba "misiles antibuque incrustados debajo de seis edificios residenciales", e incluso instó a los civiles libaneses a alejarse al menos 500 metros de esas áreas. "Hezbolá construyó y desarrolló (por años) sistemas de misiles antibuque guiados y de precisión, originarios de Irán, con el objetivo de amenazar la libertad marítima internacional y los activos estratégicos de Israel y la región", detalló.
Más tarde, el Ejército israelí reportó que abatió a Hasan Jalil Yasin, un alto miembro del sistema de inteligencia de Hezbolá, en un nuevo bombardeo en Beirut. "(Yasin era) responsable de la identificación de objetivos civiles y militares, en la frontera norte y en lo profundo del territorio israelí", reza el texto.
"MEDIDA DE jusTICIA"
El presidente de EEUU, Joe Biden, consideró ayer que la muerte de Nasrala es "una medida de justicia para sus muchas víctimas, incluyendo miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses", mientras que Rusia condenó rotundamente lo que calificó de "crimen político" que amenaza con unas "consecuencias dramáticas" para la región.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, declaró ayer cinco días de luto nacional y advirtió de ataques "más impactantes" de los grupos de la región contra Israel.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró "gravemente preocupado" por la situación y pidió a las partes a "volver de inmediato al cese de hostilidades.
Desde Yemen, el gobierno de rebeldes hutíes dijo que Nasrala era "un símbolo de la yihad y la resistencia", mientras que el ayatolá Ali al Sistani, máxima autoridad religiosa chií de Irak, describió a Nasrala como "un modelo de liderazgo pocas veces visto en las últimas décadas".
También se sumaron los principales líderes del denominado "Eje de la Resistencia", liderados por Irán y por Hamás, el grupo islamista palestino en guerra con Israel en Gaza.
Finalmente el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, calificó los bombardeos de Israel como "políticas genocidas".