Filmoteca de la Ufro trabaja en el valioso rescate de tres mil películas
El único proyecto de preservación y digitalización de "películas huérfanas" adquiridas en ferias y mercados digitales, anclado en regiones y con alcance nacional, es el que lleva adelante esta unidad de la Universidad de la Frontera. Se trata de la recuperación de imágenes en movimiento grabadas por chilenos en formato análogo que datan de 1920 a 1980, y que contienen registros familiares, paisajes, medios de transporte, arquitectura, turismo e, incluso, inéditas tomas de Presidentes; imágenes que en un año y medio estarán disponibles en un archivo web gracias a un proyecto financiado por el Ministerio de las Culturas.
Un primer plano del Presidente Pedro Aguirre Cerda en el que se le ven hasta las cicatrices dejadas por la viruela mientras fuma un cigarrillo, escenas cotidianas de Pablo Neruda, edificaciones del año 26 de Carahue y Saavedra y registros de comunidades indígenas de la misma época, forman parte del tesoro de imágenes en movimiento que tiene en su poder la Filmoteca de la Universidad de la Frontera, y que son la razón de un valioso proyecto patrimonial que recién comienza a ver la luz.
Se trata de la iniciativa denominada "Filmoteca Ufro: Primera Parte" financiada por el Fondo de Fomento Audiovisual del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en la modalidad de Salvaguardia del Patrimonio Audiovisual, la cual consiste en la catalogación, digitalización y puesta en valor o difusión de un banco de 3 mil películas o filmes, 2 mil 500 de los cuales corresponden a las llamadas "películas huérfanas", las cuales en algún momento perdieron su nexo con sus "familias de origen".
El coordinador de la filmoteca, el periodista y realizador audiovisual Diego Olivares Jansana, comenta que se trata del primer y único proyecto no metropolitano de este tipo y con impacto nacional que se desarrolla en el país con fondos del Estado.
Al alero de la Dirección de Bibliotecas y Recursos de Información de la Ufro, esta unidad se ha propuesto asegurar el material que comienza a reunir hace casi 20 años, principalmente, latas de películas de 8, 9.5 y 16 milímetros, así como Super 8, que contienen registros grabados por familias chilenas dentro y fuera del territorio nacional, y que corresponden a un espacio temporal que va de 1920 a 1980, un rango de gran valor para una nación que tiene una historia audiovisual por llenar.
"Se trata de material fílmico exclusivamente", explica Olivares. "Este es un archivo regional porque está alojado en Temuco, pero tiene impacto nacional, porque las películas que tenemos son de todo el territorio y del extranjero. El único requisito que hemos fijado, y que no es intransable, es que sean filmes grabados por familias chilenas. Y en este sentido, podemos decir que el 80% de nuestro material corresponde a cintas grabadas en Chile".
En su mayoría, acota el coordinador, son latas de películas compradas en ferias y mercados, y algunas adquiridas en mercados digitales de la web.
En cuanto al contenido, ahí el asunto se torna más interesante. "Hasta ahora hemos separado dos grandes segmentos, el adentro y el afuera. Las grabaciones íntimas y aquellas de actividades y entornos. Tenemos imágenes de Neruda, imágenes de los Presidentes Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio Ríos, Eduardo Frei, Alessandri, González Videla y Pinochet, y muchas filmaciones familiares. De La Araucanía hay bastante, aunque muy poco de Temuco", precisa Olivares.
De la Región, agrega el coordinador, por ejemplo, "tenemos un lote de 28 latas que compramos en el Persa Biobío. Son registros de Saavedra, Carahue y Nueva Imperial realizados entre 1926 y el año treinta y tanto (...), donde se puede ver edificaciones que años más tarde desaparecieron con el terremoto del 60". Además, hay una serie de imágenes del pasado de Pucón, Villarrica, Angol y Traiguén que corresponden a las décadas del 30, 40 y 50.
"Se trata de un registro muy amplio del cual no sabemos aún cuánto material nos puede dar. Lo que sí sabemos es que Chile tiene una ausencia de imágenes en movimiento del siglo XX, entonces, estas películas vienen a completar ese vacío", resalta Diego Olivares.
El proyecto, que recién comienza, permitirá la adquisición de un escáner que facilitará la digitalización de los filmes, pero también ayudará a consolidar un almacenamiento para las cintas, la compra de un servidor y discos duros profesionales, así como también la consolidación de un equipo humano potente, para el cual ya se cuenta con la colaboración de la restauradora fílmica, Rocío Ortega.
En un año y medio de plazo, la idea es terminar la catalogación, digitalización y difusión del material. Este último proceso, considera la creación de una página web que permita disponer del repositorio completo para deleite del público general, y particularmente para ponerlo a disposición de investigadores, artistas y realizadores audiovisuales.
Diego Olivares. coordinador de la filmoteca de la Ufro.