El Austral

Un revés mayúsculo sacudió ayer a la Democracia Cristiana (DC). Su Tribunal Supremo (TS) comunicó oficialmente la anulación de la candidatura presidencial de su timonel, Alberto Undurraga, en una decisión que pone fin abruptamente a su aspiración a La Moneda y sume a la colectividad en una profunda incertidumbre a solo días del cierre del plazo legal para la inscripción de candidaturas.

La drástica medida, según detalla la resolución del organismo interno, se fundamenta en el estricto incumplimiento de los acuerdos adoptados por la Junta Nacional del partido. En particular, se refiere a la Junta del 15 de marzo pasado, que ratificó la nominación de Undurraga como candidato, pero bajo una condición explícita e ineludible: su postulación estaba supeditada exclusivamente a la participación del partido en primarias presidenciales, de acuerdo con lo que prescribe la Ley N° 20.640. Este mandato fue además reafirmado el 9 de abril, especificándose que bajo ningún concepto dicha nominación habilitaba a Undurraga para presentarse directamente a primera vuelta sin una nueva aprobación de la junta nacional.

"El camarada don Alberto Undurraga por efecto de los acuerdos de la Junta Nacional de fecha 15 de marzo, ha cesado en su calidad de candidato presidencial de la Democracia Cristiana, por lo que ya no se encuentra habilitado para actuar en esa calidad en el partido ni frente a terceros, habiendo expirado ese mandato de la Junta Nacional para que representara al PDC en primarias", reza el comunicado del TS, confirmando que la resolución judicial bloqueó de manera definitiva su aspiración.

El comienzo del fin

El nudo del conflicto se desató el 23 de abril. Contrariando el claro mandato de la Junta Nacional, la directiva nacional de la colectividad decidió no participar en primarias con los partidos de Socialismo Democrático -y excluyendo al Partido Comunista, un punto de controversia persistente-, una opción que, según trascendió, el propio Undurraga había explorado, insistiendo en la posibilidad de ir directamente a la primera vuelta si no se concretaba el pacto deseado. Esta postura había generado alarma y tensión entre sus correligionarios, quienes veían en ella un desconocimiento del acuerdo original.

El Tribunal Supremo fue tajante al analizar esta divergencia. Su resolución declara la nulidad del acuerdo de la Directiva Nacional del 23 de abril, argumentando que esta instancia partidaria se arrogó facultades que son privativas de la Junta Nacional, el máximo órgano soberano de la colectividad, contraviniendo los estatutos y la ley vigente. La votación en el seno del TS fue clara: seis votos a favor de anular la candidatura (emitidos por Julia Panez, Constanza Tobar, Oscar Osorio, Héctor Ruíz, Sebastián Llantén y Matías Valdés) y tres en contra (Octavio Arellano, Marcela Carrasco y Luis Thayer Morel).

Según Eric Aedo, vocero del Tribunal Supremo, la situación es jurídicamente clara: "Lo que se eligió fue un candidato para primarias. Como no hubo primaria, ya no existe esa candidatura".

El tribunal, además, sancionó al subsecretario nacional del partido, Ricardo Díaz, por no haber entregado una copia del acta de la sesión de la Directiva Nacional del 23 de abril.

Mario Kreutzberger, "Don Francisco", ha vuelto a poner en el centro de la atención pública las deficiencias en la accesibilidad del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. En una carta publicada en El Mercurio, el animador calificó al principal terminal aéreo del país de estar "discapacitado" debido a la precaria asistencia para personas con movilidad reducida y adultos mayores.

Kreutzberger relató una experiencia reciente que ilustra la problemática: al acompañar a una persona con dificultades motoras que necesitaba una silla de ruedas, descubrió que para obtenerla era necesario caminar el equivalente a "tres cuadras" desde la entrada principal, un proceso "absolutamente absurdo".

La denuncia tuvo eco en el Gobierno. La ministra de Obras Públicas, Jessica López,anunció que el MOP solicitará "una revisión" exhaustiva para chequear si la concesionaria, Nuevo Pudahuel, está cumpliendo cabalmente con las exigencias de accesibilidad y asistencia. "Esa es la obligación que tiene la sociedad concesionaria (...), está dentro de sus obligaciones, está dentro del contrato y hay estándares que cumplir, así que vamos a pedir que se chequee eso", dijo.

En tiempos de incertidumbre global, la búsqueda de aliados estratégicos no es solo una necesidad, sino una apuesta que definirá la estabilidad y el desarrollo de nuestro país en las próximas décadas. En este marco, la reciente gira comercial del Presidente Gabriel Boric a India representa mucho más que una agenda coyuntural; es una decisión de largo alcance que busca cimentar una relación bilateral robusta, dinámica y valiosa para Chile.

India es hoy la democracia más grande del mundo y, con más de 1.400 millones de habitantes, ha comenzado a superar incluso a China en población. Más allá de las cifras, hablamos de una nación de contrastes, donde conviven tradiciones milenarias con polos tecnológicos de vanguardia, y cuya diversidad se revela a cada paso. Comprender India exige más que interés: requiere tiempo, cercanía y una genuina disposición a escuchar.

Aunque a primera vista la asimetría entre ambos países es evidente, Chile posee un valor que trasciende su tamaño: somos la puerta de entrada natural para la India hacia Sudamérica, ofreciendo una plataforma confiable para proyectar sus productos, inversiones e innovación en la región.

Pero ningún puente se construye solo con intenciones. Para que este vínculo crezca y se consolide, la comunicación, la comprensión mutua y las relaciones humanas deben ocupar un lugar central. Son estas -y no únicamente las cifras o los tratados- las que forjan los cimientos de toda alianza sólida y duradera. Así como para Chile, India es un territorio vasto y fascinante que exige ser explorado con seriedad y humildad; para las empresas e instituciones indias, comprender América del Sur y, en particular, a Chile, también es un proceso de aprendizaje. Las diferencias culturales en tiempos y formas de construir confianza demandan paciencia, empatía y voluntad auténtica de entendimiento.

Quien pretenda hacer negocios en India sin comprender su idiosincrasia o sin invertir tiempo en cultivar vínculos genuinos, difícilmente alcanzará los resultados que espera. India no es un mercado uniforme, sino un subcontinente de oportunidades y desafíos, donde cada región exige un enfoque específico, y donde el éxito se construye con conocimiento, presencia y relaciones a largo plazo.

La gira presidencial también refleja una transición política madura y coordinada en la conducción de nuestras relaciones exteriores con India. Desde los esfuerzos iniciales del expresidente Eduardo Frei, quien durante años cultivó vínculos fundamentales con India, hasta las distintas aproximaciones de sus sucesores -cada uno con sus prioridades geopolíticas- la relación ha evolucionado en intensidad y enfoque. La administración del Presidente Boric ha sabido dar continuidad y proyección a ese trabajo, en favor de los intereses de Chile.

India no debe ser vista únicamente como un socio comercial, sino como un actor global cuya influencia y mirada pueden enriquecer nuestra región. Por ello, debemos preparar una lista estratégica y cuidadosamente diseñada de invitados que conozcan y recorran el sur de Chile -una zona que ya concentra la atención de inversionistas y actores globales- donde India debe estar presente, no solo como invitado de honor, sino como socio de diálogo e influencia.

Y es fundamental entender que, si bien abrimos nuestras puertas a socios globales, la hoja de ruta la marcamos nosotros. Somos responsables de guiar con claridad y visión estratégica las dinámicas de colaboración, definiendo inteligentemente las oportunidades y límites, para que cada visita, cada acuerdo y cada alianza fortalezcan nuestra posición y beneficien el futuro de Chile.