En una de esas noches que solo el fútbol es capaz de regalar, el Real Betis, dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, obró un milagro deportivo. Cuando el reloj marcaba los últimos instantes y la derrota parecía sellada ante el Espanyol, el conjunto verdiblanco sacó a relucir su casta y con dos golazos espectaculares dio vuelta el marcador para imponerse por 2-1 ante un local que acariciaba la victoria. Este triunfo no solo suma tres puntos de oro, sino que mantiene viva, y con más fuerza que nunca, la ilusión del equipo verdiblanco de alcanzar los puestos de Liga de Campeones.

El partido no fue sencillo para los sevillanos. El Espanyol, mostrando la solidez que lo ha caracterizado en la segunda rueda de LaLiga, planteó un encuentro vertical buscando rápidas transiciones. Pese a que el Betis intentaba imponer su juego más elaborado y una presión alta, fueron los locales quienes golpearon primero. A los 28 minutos, Roberto Fernández aprovechó un espacio en la defensa bética tras una precisa asistencia de Pol Lozano y batió al portero Adrián con un potente disparo cruzado. El gol blanquiazul silenció a los hinchas visitantes y puso cuesta arriba el compromiso para los de Heliópolis.

Durante gran parte del encuentro, el Betis se estrelló una y otra vez contra la ordenada defensa del rival y, sobre todo, contra la figura monumental del portero Joan García. Pero el Ingeniero movió sus piezas, dando ingreso a jugadores como Isco y Abde para intensificar el asedio. Y la recompensa llegó de la manera más dramática. A los 85 minutos, cuando la esperanza se diluía, el argentino Giovani Lo Celso tomó el balón, se inventó una jugada individual magistral dejando rivales en el camino y definió con un toque sutil y preciso para poner el empate. Un gol que desató la euforia bética, pero que guardaba un segundo capítulo aún más épico.

Último suspiro

En el último minuto del tiempo añadido, con el Espanyol defendiendo con uñas y dientes el empate, apareció la magia brasileña. Antony recibió un balón cerca del área, se perfiló para su pierna izquierda y sacó un zurdazo combado que se coló por la mismísima escuadra de un impotente Joan García. Un golazo antológico que certificó la remontada, desató la locura en el banquillo y en la afición bética desplazada, y valió mucho más que tres puntos.

"Ellos tuvieron una oportunidad de gol y la convirtieron. Nosotros tuvimos muchísimas llegadas y lo seguimos buscando con convencimiento", dijo Pellegrini al finalizar el compromiso.

Con esta agónica victoria, el Real Betis suma 57 puntos y se ubica sexto en LaLiga, a solo un punto del Villarreal (58) que marca la zona de clasificación a Champions.

Martina Weil sigue haciendo historia en el atletismo nacional. Este domingo, en la pista atlética Mario Recordón del Parque Estadio Nacional, la hija de las leyendas Ximena Restrepo y Gert Weil protagonizó otro hito al ganar la prueba de los 400 metros planos en el marco del World Athletics Continental Tour Bronze.

Weil no solo se quedó con el triunfo en la competencia, sino que pulverizó su propio récord nacional al registrar un impresionante tiempo de 50,56 segundos. Esta marca rebaja significativamente su anterior plusmarca de 51,01 segundos, conseguida en julio de 2024 en Hengelo, Países Bajos, y confirma su dominio absoluto en la distancia a nivel chileno.

La gesta de Martina Weil en Ñuñoa tuvo una doble recompensa. Con su espectacular registro de 50,56 segundos, la velocista superó con holgura la exigente marca mínima de 50,90 segundos establecida por la World Athletics para clasificar al Campeonato Mundial de Atletismo que se celebrará en Tokio entre el 13 y el 21 de septiembre de 2025. De esta forma, Weil asegura su presencia en la capital nipona para medirse con las mejores del orbe.

"Es un alivio. Cuando uno no clasifica con marca mínima hay que estar juntando puntos y tratar de entrar a competencias de mejor nivel. Ahora que lo logré puedo tener más cuidado en mis carreras y no tengo más apuros", señaló Martina Weil tras su triunfo, reconociendo que ha sido un proceso de aprendizaje. "Me he demorado dos años en poner en marcha las cosas que estoy aprendiendo", añadió.

Este nuevo récord llega apenas unos días después de que Weil también batiera la marca nacional de los 200 metros planos, superando un registro que ostentaba Isidora Jiménez.

Darío Osorio se erigió como figura en la jornada 29 de la Superliga de Dinamarca. El volante chileno, que comenzó el partido en el banco, ingresó en el minuto 58 con el marcador 1-0 a favor de su equipo, el FC Midtjylland, tras un penal de Sorensen (22'). Sin embargo, apenas un minuto después (59'), AGF igualó las cifras con gol de Arnstad, generando inquietud en los "Lobos".

Fue entonces cuando la presencia del formado en Universidad de Chile se hizo determinante y fue clave al generar un penal que Franculino Djú convirtió en el 2-1 a los 83'. Y el broche de oro llegó a los 88': Osorio comandó un fulminante contragolpe, combinó con Djú, recibió de vuelta, eludió con maestría al portero rival y definió con calidad para sellar el 3-1 definitivo. Un verdadero golazo, el tercero del chileno en el torneo.

Esta victoria es vital para el Midtjylland, que alcanzó los 55 puntos y se mantiene como sublíder, a sólo una unidad del Copenhague (56). Precisamente, ambos equipos protagonizarán una "verdadera final" por el título el próximo 11 de mayo, cuando el elenco de Osorio visite al puntero en un duelo que podría definir al campeón.

El impacto inmediato del chileno tras ingresar y su espectacular definición reafirman su importancia en el esquema del Midtjylland.