Desde el traspaso de la educación al sistema de sostenedores ésta no ha podido levantar cabeza respecto a su calidad tanto en los gobiernos comunales como en la educación particular subvencionada.
Como muchos de los problemas de la sociedad chilena desde el año 1990 los gobiernos democráticos han intentado arreglar la mediocre calidad de nuestra educación primaria y secundaria técnico profesional no escapándose la universitaria.
Han sido generosos en la creación de comisiones integradas por representantes que están más preocupados del lucro de ella como ha quedado comprobado por Mariana Alwin y José Brunner, cuyos corazones estaban de verdad en lo privado.
Las escuelas normales y el Pedagógico cada año revisaban y actualizaban los programas de estudio y la capacitación de los maestros, los que eran financiados generosamente en internados y centros de estudios con los mejores docentes en numerosas en intensas clases magistrales. En la actualidad más de 200 centros universitarios forman maestros cada cual a su pinta. Algunos solamente con clases los días sábados y otros con cursos por correspondencia como ocurre con la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso.
Como exmaestro guía de la Escuela Normal de Victoria, como exdiputado y exsenador planteé a todos los Gobiernos la creación de una gran universidad de la docencia con cuatro o cinco sedes del país en donde, con programas que hablen de las necesidades del país, se desarrollen en conjunto con el Pedagógico de la Chile.
Los profesores solamente debieran ser docentes de aula hasta los 55 años las mujeres y los hombres. De ahí en adelante aprovechar sus experiencias para que, por la vía de grados, vayan mejorando sus rentas y planificando cada detalle del aula, revisión y construcción de pruebas y unidades de enseñanza, asesoría a los profesores para tratar casos especiales de alumnos con trastornos de aprendizaje y sociales, perfeccionamiento en ese ámbito para ellos financiados por el Estado como era antes. Aumento de facultades del maestro para aplicar disciplina pedagógica como se hace en los países desarrollados; Centros de Padres y Apoderados obligados a concurrir cada dos meses para imponerse del comportamiento y aprendizaje de sus hijos.
La participación de estos métodos debe ser con quienes saben de educación y no con los que están preocupados como producirán mejor sus inversiones aunque profesionalmente hayan llegado con problemas al cuarto año medio que es lo que se les exige hoy en día para ser sostenedor educacional.
Roberto Muñoz Barra, exsenador y presidente Instituto Estudios Social Demócrata