Correo
Al capitán Sánchez y patrulla
Junto con saludarle, le escribo con objeto de manifestar mi gratitud y profundo respeto por la labor desempeñada por todos los Carabineros, en especial por aquellos que prestan servicios en la Segunda Comisaría Collipulli.
Quiero destacar particularmente al capitán Leonel Sánchez Leiva y a los cabos Inés Cerón Rodríguez, Ángel Álvarez Filjeira y Claudio Castillo Fernández, quienes más allá del cumplimiento de su deber me han demostrado directamente con su accionar su enaltecida calidad humana y compromiso con el bienestar y seguridad de todas las personas.
El 14 de noviembre pasado cuando conducía mi vehículo desde Temuco a Concepción, como recordará, ese día delincuentes habían generado no solo una sensación de inseguridad sino que habían atentado directamente contra todas las personas honestas que solo desean vivir en paz. En ese contexto, en la Ruta 5 Sur, a 2 kilómetros aproximadamente al norte de Collipulli, violentistas talaron numerosos eucaliptos sobre la ruta. Lamentablemente, choqué contra estos troncos tendidos sobre la carretera lo que provocó que el vehículo en que me desplazaba cayera en una cuneta adyacente.
Es en estos momentos cuando aparece la patrulla de Carabineros dirigida por el capitán Sánchez y secundada por los cabos Cerón, Álvarez y Castillo quienes me prestaron la más acogedora y generosa protección. Me dieron la tranquilidad en esos momentos necesitaba y facilitaron, a riesgo de su integridad, todos los medios para poder sacar mi vehículo e inclusive en la Segunda Comisaría me sirvieron una taza de café.
Aquí es donde mi admiración y gratitud me obligan a dejar constancia por escrito de lo vivido, ya que entiendo que a pesar de todas las ingratitudes a las cuales estaban sometidos, estrés laboral producto de interminables y difíciles jornadas de trabajo, cansancio por falta de sueño, siempre observé hacia mi persona la más cordial actitud de amparo, auxilio y cortesía.
No olvidaré todas estas atenciones, al contrario, las atesoraré y las compartiré en vista de evidencia lo que al día de hoy muchos olvidan y es que Carabineros de Chile está para resguardarnos. Finalmente, quiero reiterar mi gratitud y espero que algún día pueda devolverles la mano de la misma manera como me la entregaron ese día.
Carlos Durán Fernández
Láser
Los punteros láser usados masivamente en Plaza Italia redujeron la visibilidad de Carabineros con lo cual éstos dificultaron la labor del Samu y no se pudo salvar una vida. Estos láser se están usando para agredir y podrían ser usados por delincuentes en portonazos, encerronas y delitos similares.
Además, el daño visual que pueden llegar a causar no está del todo claro. Si fueran usados por Carabineros ya estarían prohibidos dado que estos elementos, al parecer, más que recreacionales son agresivos. La autoridad debería tomar cartas en el asunto, analizar rápidamente el problema y prohibir su importación y comercialización si corresponde, no importando lo impopular que pueda ser esa medida.
José Luis Hernández Vidal
Crisis social
Mientras muchos protestan y reclaman mejores condiciones, habemos otros que estamos al filo de ser despedidos porque nuestras ventas, en mi caso, han bajado sustancialmente, pero no me quejo, sigo poniéndole el hombro, esforzándome, haciendo mi pega que es lo que no hacen algunos empleados públicos, y de eso me quejo.
Me duele que no hagan su pega, solo reclaman y reclaman, quieren más y más. Veía un cartel pegado hace unos días con los nombres de unos sindicalistas y lo que ganaban, sobre los 2 millones de pesos. Me dio pena, vergüenza y eso es lo que hay que cambiar, el que gane su sueldo que se lo merezca, que se lo gane trabajando nadie dice lo contrario, basta de operadores políticos.
El país ya entendió que estamos en un estado de crisis social y que Dios mediante se solucionará para mejor dentro de unos años, porque hasta el más ignorante sabe que los cambios son paulatinos, claro si, hay otras situaciones que requieren urgencias como la salud especialmente, la educación, las jubilaciones. Pero ya es suficiente de movilizaciones, se han aprovechado al máximo de las circunstancias, solo por un odio enfermizo a lo establecido, todas estas marchas politizadas, demagógicas e ideológicas en vez de causar cambios causan daño, mucho daño, causan retraso en la economía, un frenado en la actividad económica, una sensación para los inversores de inseguridad. Así lo hacia ver un inversionista argentino a unos emprendedores chilenos, en una carta publicada en un diario capitalino, que ellos ya no invertirán en este país por que lo están destruyendo, el personaje argentino decía: "Acá se pueden armar los quilombos más grandes, marchas de millones por el obelisco y elegir mal a los políticos, pero nunca, jamás nunca verás a un argentino quemar Argentina".
Los movimientos subversivos que hay en Chile son bananeros, rascas y no les importan el daño que han causado.
Alejandro Villagra M.