Frases
"La experiencia que dejó el trágico homicidio del matrimonio Luchsinger- Mackay no se aprende en La Araucanía".
Alejo Apraiz
"La violencia no es el camino y se castigará a toda persona que cometa estos hechos".
Víctor Manoli
"La experiencia que dejó el trágico homicidio del matrimonio Luchsinger- Mackay no se aprende en La Araucanía".
Alejo Apraiz
"La violencia no es el camino y se castigará a toda persona que cometa estos hechos".
Víctor Manoli
Se inició el proceso de selección de los 76 inscritos que buscan llegar a ser detectives ingresando a la Escuela de Investigaciones de la capital. Los exámenes comenzaron ayer en el gimnasio del Instituto Alemán y estuvieron a cargo de los integrantes de una comisión que llegó desde la ciudad de Santiago.
Una "mañana de locos" se vivió en las universidades de La Araucanía y de todo el país ya que ayer se abrió el proceso de matrículas para todos los nuevos estudiantes universitarios que ingresarán este 2010 a la educación superior. La gran cantidad de gente que se acercó ayer a las casas de estudios superó las expectativas.
Los brigadistas forestales de Conaf contarán con resguardo policial en Ercilla. La medida fue tomada tras el ataque de encapuchados que afectó a los operarios y que terminó con un camión quemado. Junto con anunciar una querella se informó que el Ministerio Público instruyó a la PDI para que se haga cargo de la investigación.
La paz, como objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad. En este sentido, la esperanza es la virtud que nos pone en camino, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables. Lamentablemente, nuestro país y comunidad humana lleva en la memoria y en la carne, los signos de las terribles pruebas de los conflictos civiles e internacionales, a menudo agravados por la violencia sin piedad, marcando durante mucho tiempo el cuerpo y el alma de la humanidad. Los más afectados son los débiles y pobres.
Sabemos que la violencia a menudo comienza por la intolerancia a la diversidad del otro, lo que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio. Nace en el corazón del hombre por el egoísmo y la soberbia, por el odio que instiga a destruir, a encerrar al otro en una imagen negativa, a excluirlo y eliminarlo. La violencia se nutre de la perversión de las relaciones, de las ambiciones hegemónicas, de los abusos de poder, del miedo al otro y la diferencia vista como un obstáculo. Por eso, la cultura del encuentro entre hermanos y hermanas rompe con la cultura de la amenaza.
Abrir y trazar un camino de paz es un desafío muy complejo, en cuanto los intereses que están en juego en las relaciones entre personas, comunidades y naciones son múltiples y contradictorios. En primer lugar, es necesario apelar a la conciencia moral y a la voluntad personal y política. La paz, en efecto, brota de las profundidades del corazón humano y la voluntad política siempre necesita revitalización, para abrir nuevos procesos que reconcilien y unan a las personas y las comunidades. ¡Hoy es un deber inexcusable!
De hecho, no se puede realmente alcanzar la paz a menos que haya un diálogo convencido de hombres y mujeres que busquen la verdad más allá de las ideologías y de las opiniones diferentes. Esto indica la importancia de la educación para la vida en sociedad, donde el sentido y la práctica del deber están mutuamente condicionados por el dominio de sí, la aceptación de las responsabilidades y de los límites puestos al ejercicio de la libertad de la persona individual o del grupo.
Lo que afirmamos de la paz en el ámbito social vale también en lo político y económico, puesto que la cuestión de la paz impregna todas las dimensiones de la vida comunitaria: nunca habrá una paz verdadera a menos que seamos capaces de construir un sistema económico más justo. El camino de la reconciliación requiere paciencia y confianza. La paz no se logra si no se la espera. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto.
Héctor Vargas obispo de Temuco
En octubre de este año hay elecciones de alcaldes, concejales, consejeros regionales y la inédita elección de gobernador regional. Seguramente, varios de ellos resaltarán la potencialidad agroindustrial del país, en la cual La Araucanía debe jugar un rol importante para revitalizar una de sus bases productivas en que están inmersas muchas miles de familias asentadas en pequeñas propiedades.
Y, en el marco de esas opiniones e intenciones de que seremos testigos, que ojalá vaya más allá de los meros afanes electoralistas, diversos expertos han hecho hincapié en la necesidad de implementar un adecuado sistema de riego tecnificado para aprovechar al máximo el recurso agua -hoy en muchísimos casos se utiliza aún el riego tendido-, y para ello formar un plan importante de embalses y tranques.
Naturalmente se está trabajando en ese sentido. Las autoridades, en más de alguna ocasión, han inspeccionado las obras de tranques en construcción, del Programa Especial de la Pequeña Agricultura, que sirven a comunidades mapuches y pequeños productores para poder trabajar en una agricultura más intensiva.
Esto es fundamental para acercarse a ser una potencia agroalimentaria, pero los esfuerzos deben ser muy superiores, permitiendo guardar agua en invierno y enfrentar la época de sequías, considerando que el 84 por ciento del agua escurre hacia el mar sin provecho alguno.
El centralismo por lo general no permite conocer las necesidades de las regiones, en este caso concreto las de la agricultura y lo mismo ocurre por el escaso conocimiento que se tiene de esta actividad. Es imprescindible construir un ambicioso plan nacional de inversiones si se insiste en la pretensión de constituirnos en un país exportador de alimentos, más allá de los éxitos ya conocidos.
En al menos 10 productos Chile es el primer exportador mundial y tales cifras pueden alcanzar a otros cultivos promisorios; ello, sin agua, es imposible.