Correo
Agradecimientos
El día 13 de enero pasado, en un lamentable accidente automovilístico
ocurrido en el balneario de Rye, Sorrento, estado de Victoria en Melbourne, Australia, perdieron la vida dos jóvenes chilenos y una tercera, Andrea, aún permanece grave en el hospital de Melbourne.
En ese accidente falleció nuestro hijo Felipe Ibañez, de 28 años. A nombre de nuestra familia queremos agradecer públicamente todo el apoyo y afecto recibidos por el señor cónsul de Chile en Melbourne, señor Felipe Cousiño Donoso y de su asistente, señora Patricia del Solar. Sin ellos todo hubiese sido muy difícil y complicado para ambas familias en todos los trámites de repatriar los restos de nuestros hijos.
No hay palabras para agradecer cada gesto, el tiempo dedicado, la contención, las horas de trasnoche y toda su entrega humana en hacernos sentir dentro de todo nuestro dolor lo mejor posible.
Muchas veces los chilenos comunes y corrientes pensamos que un consulado nacional en alguna parte del planeta es un gasto innecesario y vacaciones
pagadas para los representantes de Chile en el exterior. Pero hoy, con conocimiento de causa, como familia podemos decir que en el caso del consulado de Melbourne, no hay mejor inversión que tener a grandes personas
y mejores seres humanos representando a nuestra patria allá en Australia!
Nuestra eterna gratitud para don Felipe Cousiño y doña Patricia del Solar,
cómo también a todo el personal del consulado en Melbourne.
Victoria Amaral y Sergio Ibañez
Movimiento social en Chile: ¿Una cuestión de ética?
Un movimiento social históricamente ha emergido de demandas sociales no satisfechas. Las de los antiguos movimientos eran más simples de asir: día de descanso, horas de trabajo, etc. Esto no hacía menos sangriento el proceso de cambio, pero permitía entender la demanda. En la actualidad, producto de vivir en una economía de mercado y un país donde es un valor la libertad individual, se han ido complejizando las demandas, posiblemente tan diversas como un pasillo de supermercado. Hoy, las condiciones simbólicas, materiales y subjetivas son múltiples, es decir, las cosas, servicios, actos, pensamiento y sentimientos que nos dan valor y nos unen, están bastante diversificados.
Hasta hace unos meses atrás, vivíamos esta diferenciación en una peligrosa indiferencia, hilo común del convivir. En nuestros espacios de vida replicábamos el encuentro de la red social, con otros que eran muy similares a nosotros, ignorando quien era y como era el otro. El otro era imaginado, intuido sin hacer carne en mí lo que ese otro es. Podíamos decir frases insensibles sin darnos cuenta del dolor, otro que no estaba en nuestra carne, estaba afuera, invisible. En humanidad extirpada, la solidaridad era imposible. Produjimos un convivir indeseable para el bienestar común, pues el desconocido podía ser sacrificado, al mantener las desigualdades e inequidad social.
En lo profundo e invisible se puede oler la crisis ética en nuestras relaciones, entendiendo la ética como la virtud que sostiene la dignidad humana y la búsqueda de la justicia y solidaridad entre iguales en condición. Dignidad en construcción pues si miramos la historia, podemos aspirar a nuevas dignidades. Hasta ahora tenemos la protesta, pero no hemos hecho el tránsito a una nueva posibilidad de construcción de tipos humanos de igual valía, igualdad de condiciones materiales y subjetivas de desarrollo, que no signifique tener lo mismo, si tener lo requerido para hacer viable un proyecto identitario que pueda ser propio de lo mucho y muchos que somos. Es posible que estemos murmurando un acto de reconocimiento, un Chile que pueda reconocer material y simbólicamente al otro.
Carolina Valderas Palma, psicóloga Mg. en Familia y Sociedad. Catherine Muñoz Urrutia, psicóloga, Dra. en Educación. Docentes Psicología U. Autónoma
El eclipse se acerca
A menos de un año que los cielos de La Araucanía se oscurezcan por el esperado eclipse de diciembre 2020, mi reflexión apunta a la oportunidad increíble que tendrá nuestra Región de sacar dividendos de los miles de visitantes que llegarán a la zona y precisamente cuando el verano estará a la vuelta de la esquina.
El turismo y el comercio están llamados a ser protagonistas, así es que esperemos que las autoridades entiendan que hay que arreglar caminos, carreteras, embellecer las ciudades y hacer todo más amistoso para quienes vienen desde otros puntos del mundo.
De que será una fiesta, no caben dudas de que será una fiesta. Y un último deseo: por favor, que no esté nublado!!!
Carolina Neira