En pleno centro de Temuco, en calle Bulnes, la tienda "Pangal" abrió sus puertas, sumándose así al pujante desarrollo comercial de este sector de la capital de la IX Región.

La tienda se dedica principalmente a vestir a los niños y jóvenes, con una amplia línea que abarca desde ropa de bebé hasta adolescentes.

Autoridad sanitaria cerró

el cementerio de Angol

Ante el derrumbe de tumbas y apertura de ataúdes en el cementerio de Angol producto del terremoto del pasado 27 de febrero y de sus siguientes réplicas, la autoridad sanitaria decidió cerrar el principal camposanto de la capital de Malleco. Se señaló que los cuerpos surgidos a la intemperie serían recogidos.

Incendio destruyó nueve viviendas en Ñancul

Población Los Laureles, de la localidad villarricense de Ñancul, fue el escenario para un gigantesco incendio que consumió un total de nueve viviendas y dejó tras tres con daños importantes.

La emergencia ocurrió cerca de las 19 horas, debiendo acudir a combatir las llamas voluntarios bomberiles de cinco comunas.

La Corte Suprema confirmó el pasado martes la condena al Fisco de Chile, que deberá cancelar una indemnización de 200 millones de pesos al padre de Erica Hagan, la joven psicóloga estadounidense que fue asesinada al interior del Colegio Bautista, el 5 de septiembre del 2014.

Pero más allá de los pagos indemnizatorios sigue preocupando que a casi seis años del brutal episodio aún no se esclarezcan los hechos y que él o los responsables de la muerte de la psicóloga aún goce -o gocen- de impunidad.

Si bien el Ministerio Público presentó una acusación contra un exrondín del establecimiento, el tribunal temuquense determinó, finalmente, que el imputado por la Fiscalía era inocente y lo absolvió de todos los cargos.

El padre de la joven asesinada, en reiteradas ocasiones ha planteado su preocupación por los errores en la investigación policial y la débil acusación de la Fiscalía contra un funcionario del colegio. Y tiene razón, quién o quiénes hayan cometido el delito sigue o siguen libres gracias a una negligente tarea investigativa.

El brutal crimen de Erica Hagan no es el único caso sin resolver que recuerde Temuco. Quizás el más comentado fue el del conocido constructor civil Patricio Pinto Cáceres, quien el 23 de abril de 1992 encontró la muerte al interior de un motel. A casi 28 años sigue siendo un misterio quién o quiénes lo asesinaron.

La sociedad merece un mayor profesionalismo de las instituciones a cargo de aclarar los delitos en general. No es posible que quienes den muerte a una persona, cualquiera sea su condición social, no reciban la sanción que merecen. Así también como no es justo que las familias de las víctimas sigan viviendo en la incertidumbre.

La muerte de Hagan no puede quedar en la impunidad. La PDI y la Fiscalía no pueden dejar dudas y deben recuperar las confianzas de la ciudadanía.

Eludir el crítico momento por el cual pasa Carabineros contribuye negativamente a que su imagen sea limpiada y transparentada por su seriedad apreciada y reconocida por la ciudadanía.

En su larga historia, esa institución tiene páginas de dulce y de agraz, y esa realidad es aumentada porque sus funcionarios deben aplicar la ley y detener al delincuente en todas sus variedades de transgresión, y en ese aspecto tan delicado hay falencias que confunden la nobleza de su cometido, los casos de violencia innecesaria no ocultados por la acción de las redes y correos conspiran a esa claridad.

El país tiene presente el uso indebido de cerca de cincuenta mil millones de pesos escondidos y usurpados en las capas más altas de sus mandos. Muchos son los chilenos que cavilan con razón si en plena democracia cometieron estos ilícitos ¿Cuánto, entonces, sería el volumen en la triste cuaterna que integraban en la Junta Militar durante 17 años?

Este Gobierno cercenó la carrera de cincuenta generales llamados a retiro, algunos de ellos indudablemente bien eliminados en sus funciones, pero otros cayeron tal vez injustamente, reemplazados por un nuevo mando que pareciere no estaban capacitados para tan delicadas responsabilidades, fundamentalmente su actual director, señor Rozas, cuya falta de liderazgo se observa en el diario vivir de la institución y cuyo mérito más destacado es haber estado a cargo de la Guardia de Palacio del actual Mandatario. Hoy se clama para que dé un paso al costado.

Penoso para la confianza nacional es que la institución que debe velar "por la niña inocente" esté distante de ello, y gravísimo que toda esta tragedia institucional no se detenga y que, de una u otra manera, se hace presente porfiadamente.

Chile necesita, en forma urgente y sin dilaciones, la recuperación de la honorabilidad y honestidad de la institución verde oliva, llevada a este extremo por altos funcionarios que burdamente predican y no practican los valores y funciones que un día, con marcialidad y sones patrios, juraron defender en sus respectivos planteles de formación profesional.

Estos fueron los lugares donde se comprometieron, bajo juramento, a "entregar sus vidas en defensa del orden y la seguridad interior de la Patria".