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ENTREVISTA. Temuquense daniela casagrande, odontóloga radicada en Shanghai, China:

"Estuvimos un

PANDEMIA. Asegura que la capital financiera de China poco a poco vuelve a la normalidad tras la crisis del coronavirus. ¿La clave?: la responsabilidad de la población.
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Por Mauricio Rivas Alvear

Poco a poco Shanghai está volviendo a la normalidad. La ciudad más poblada de China (24 millones de habitantes) logró detener los contagios por Covid-19 y en el ambiente ya se respira una especie de alivio después de haber vivido semanas complejas por el avance del virus nacido en Wuhan, una ciudad ubicada a exactos 839 kilómetros de la capital financiera.

Ese ambiente de mayor tranquilidad es el que respira la odontóloga temuquense Daniela Casagrande Urdalleta (28 años), quien se radicó en el gigante asiático en 2017, debido a una oferta laboral recibida por su marido.

En estos tres años, Daniela se ha dedicado a aprender el idioma y a estudiar todo lo que puede. En su segundo año en el país se matriculó en la Universidad de Shanghai de Medicina Tradicional China donde estudió acupuntura y al año siguiente se inscribió en un máster en Odontología que aún cursa. Paralelamente está buscando trabajo, sin embargo deberá esperar un tiempo más hasta que la normalidad sea total.

Desde su hogar en Shanghai, la joven chilena decidió compartir su experiencia en el país donde se registró el primer brote de coronavirus y que hoy ya respira más aliviado.

- ¿Cómo describe el panorama actual en Shanghai, considerando que ha logrado detener nuevos contagios por coronavirus?

- Hace ya dos semanas que la ciudad está volviendo de a poco a la normalidad. Creo que hay una sensación de tranquilidad entre las personas, ya que después de casi un mes de haber estado encerrados los contagios se detuvieron. Ahora el foco está en los chinos y extranjeros que quieren entrar al país. La semana pasada se decretó que todo extranjero que tenga permiso de residencia en China no podrá entrar al país hasta nuevo aviso, y a todo el que entra se le realiza, sin excepción, el test para detectar el virus.

- ¿Pero las medidas se mantienen?

- La ciudad está volviendo de a poco a tener el dinamismo que la caracteriza. La gente ya está de vuelta en las calles, parque, centros comerciales y oficinas, pero sin dejar de lado las medidas para prevenir el contagio, seguimos con control de temperatura al ingresar a lugares privados y públicos, y usando mascarilla para salir. Las medidas para prevenir la propagación del virus siguen, son menos estrictas, pero siguen.

- Tras haber vivido una situación crítica, ¿cómo se ha logrado detener el aumento de contagios?

- El comportamiento individual ha sido parte fundamental en esta lucha por controlar la propagación del virus. La gente y las empresas hicieron cuarentena y aislamientos voluntarios y creo que esto fue lo que logró, en gran medida, frenar la propagación del virus, en conjunto con las medidas de higiene y otras dictadas por el gobierno.

medidas

- ¿Qué medidas valoraría?

- El encierro es una medida muy importante para frenar la escalada en el número de contagios. El control que se está haciendo en los aeropuertos actualmente, ya que, si bien se logró frenar el contagio, están llegando nuevos casos desde fuera del país. Otra medida acertada fue alertar e informar a la población, sin que esta entre en pánico. En Shanghai contamos con un código QR en el teléfono, el cual es emitido por las autoridades para certificar el estado de salud de las personas. Este código es verde para los que llevamos más de 2 semanas dentro de Shanghai y no presentamos síntomas, amarillo para los que llevan menos de dos semanas en Shanghai y provienen de países catalogados como riesgosos y rojos para los que tienen el virus. Este código es requerido al entrar a lugares públicos o donde concurre mucha gente.

- ¿La población china entendió la gravedad de la pandemia?

- Desde el principio la gente fue consciente de que el distanciamiento social y la cuarentena era una medida fundamental para detener el contagio. En Shanghai nunca se decretó cuarentena obligatoria, pero de igual forma la gente lo hizo.

- ¿Actuó con responsabilidad?

- Creo que las personas tomaron una actitud tanto de responsabilidad personal como social.

- ¿Cree que en Chile se puede lograr mismo?

- Creo que, en general, en Chile se ha tomado una actitud muy individualista. Es importante que la gente se dé cuenta de que hay que actuar en conjunto, no solo pensar en el bienestar propio si no en el de la población, esta es la única forma de frenar la propagación del virus. Si alguien se queda en su casa no es solo para protegerse y no contagiarse, es la única forma de proteger a la gente más vulnerable y de no colapsar los servicios de salud. Es importante que en Chile se tome como ejemplo lo que ha pasado en el resto del mundo. Hay países en los cuales la gente se dio cuenta demasiado tarde de la gravedad de la situación y ahora lo están lamentando. Espero que esto no se repita en Chile y que la gente actúe con la responsabilidad necesaria para enfrentar esta pandemia.

- ¿Cómo afrontó la cuarentena? ¿Fue obligatoria?

- En Shanghai la cuarentena no fue obligatoria, pero la gente decidió hacerlo voluntariamente. Con mi marido llegamos a Shanghai de vuelta de vacaciones el 10 de febrero y desde ese día decidimos hacer cuarentena. Estuvimos sin salir del departamento durante dos semanas. De ahí en adelante empezamos a salir solo si era necesario, siempre con mascarilla y evitando el transporte público.

- Y, puntualmente, ¿qué medidas toma usted y su marido?

- Lo más importante sigue siendo el uso de mascarilla y el lavado de manos. Estamos optando por hacer las reuniones sociales en casa y salir lo menos posible a lugares públicos.

- ¿Y en materia de salud se brindaron todas condiciones para los habitantes?

- Solo puedo contar lo que me tocó vivir como extranjera. Por medio de las redes sociales nos informaron del protocolo que debíamos seguir si presentábamos algún síntoma. En primer lugar, teníamos que llamar a número, donde se nos indicaría si teníamos que dirigirnos al hospital o no. Si debíamos hacerlo, la única posibilidad era ir a un hospital chino, donde nadie habla inglés. La verdad es que esto era lo que más susto nos daba.

- ¿Cómo ha sido el trato con los inmigrantes?

- La gente en Shanghai está muy acostumbrada a vivir con extranjeros, la comunidad de inmigrantes aquí es muy grande y si bien el idioma es una barrera que limita la comunicación y relación entre chinos y extranjeros, la verdad es que nunca he recibido un mal trato, todo lo contrario.

redes sociales y chile

- ¿Qué papel han desempeñado las redes sociales?

- Nosotros usamos la red social "wechat". Nos sirvió mucho durante la cuarentena para saber qué estaba pasando en Wuhan, qué medidas se estaban implementando en Shanghai y qué teníamos que hacer en caso de necesitar ir al hospital.

- ¿Sigue con atención lo que está pasando en Chile?

- Sí, creo que estoy más preocupada ahora por mis familiares y amigos que lo que estuve por mí misma cuando estuve en cuarentena.

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"El comportamiento individual ha sido parte fundamental en esta lucha por controlar la propagación del virus".


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Su perfil

Daniela Casagrande Urdalleta nació en Temuco. Tiene 28 años y está casada. Estudió en el Colegio Bautista de Temuco. y luego en la Pontificia Universidad Católica, donde cursó un año de College en Ciencias y Matemáticas. Luego, se tituló de odontóloga en la Universidad de los Andes. Vive desde 2017 en Shanghai (China).