Debido a la coyuntura de la pandemia por el coronavirus muchas empresas y sus trabajadores han tenido que optar, obligadamente, por el teletrabajo. En La Araucanía son cientos las empresas e instituciones públicas que están operando de hace a lo menos dos semanas bajo esta modalidad, con todos los ajustes e incomodidades que esto supone.

En materia legislativa ya se dio un paso importante para regular este mecanismo. Es más, la Cámara Baja hace algunos días votó a favor del proyecto que regula el teletrabajo, por lo que la ley debiese comenzar a regir en los próximos 30 días.

La pregunta asociada a la implementación regulada de esta modalidad que surge de inmediato es que si las empresas chilenas están adecuadamente aptas para incorporar esta herramienta de manera acelerada con todas las condiciones laborales que ello significa.

Según la abogada y directora de Deloitte, Nancy Ibaceta, "muchas compañías desde hace dos semanas han alterado la forma de trabajar y sus jornadas para evitar contagios, sin embargo, el éxito de estos cambios necesita más que buenas intenciones y voto de confianza".

La profesional plantea como fundamental en este proceso la planificación de la continuidad operacional de la empresa durante la contingencia; realizar un levantamiento de los distintos cargos, funciones y procesos de la cadena de producción, ordenándolos por prioridad; y planificar las distintas alternativas de jornada, sea adelantando o alternando horas de ingreso y salida, modificando turnos o creando turnos éticos.

En menos de cinco meses nuestro país ha vivido dos situaciones que reafirman la necesidad de potenciar una nueva modalidad de trabajo, como el teletrabajo, que asegure que las empresas e instituciones puedan seguir funcionando ante cualquier emergencia, y de esta manera las personas puedan seguir contando con su fuente laboral. Ya tras el estallido social del 18 de octubre se nos había planteado esa necesidad y ahora con la pandemia se reafirma esta obligación de adaptarnos de manera flexible y creativa. Se deben sacar lecciones al respecto.

Hoy estamos enfrentando la peor crisis sanitaria, que al menos los que hoy vivimos, hemos experimentado; la más grave que hemos tenido en décadas y, sin embargo, dentro del razonable desconcierto y evidente temor que nos causa solo oír la palabra "pandemia", me conmueve ver cómo Chile se une para hacer frente a esta dolorosa situación. Creo aún más en el poder de lo colectivo, en que, si juntamos nuestras fuerzas, podemos salir siempre adelante y levantarnos una y otra vez. Es más, estoy seguro que lo haremos entre todos, como tantas otras veces.

Nuestro Ministerio de Vivienda y Urbanismo, históricamente ha sido remecido por distintas catástrofes, en su mayoría desastres naturales. Por tanto, hemos aprendido de resiliencia a golpes de terremotos, incendios, pobreza y aluviones. Y el Estado a través del Minvu ha cumplido con la reconstrucción física de nuestro país, muchas veces más lento de lo que quisiéramos, pero con importantes aprendizajes que tomamos como una posta, para adecuarnos para ir al servicio de las personas que nos necesitan, cada vez mejor y a tiempo. Hoy es la pandemia y hace cinco meses, la violencia y deterioro de las ciudades, que por causas humanitarias ha cesado.

Como autoridades, compartimos muchas de las necesidades expresadas hasta hace algunos días, sabemos que son muy sentidas, y como ha mandatado y demostrado nuestro Presidente Sebastián Piñera, nos haremos cargo. En los próximos meses, además de los quehaceres propios de un Gobierno, tenemos dos nuevas titánicas tareas, la primera y de extrema urgencia, recuperarnos del coronavirus, con todo lo que conlleva; y la segunda, recuperarnos del deterioro que han sufrido nuestras ciudades a causa del dolor social. Ambos golpes afectan la calidad de vida de nuestra Región. La salud de la ciudadanía, claramente, es nuestra prioridad, y lo será hasta que se sane el último contagiado. No obstante, a todo nuestro quehacer en lo urbano y habitacional, debemos también hacernos cargo de recuperar Chile para esos adultos mayores que dejaron de ir al centro, porque se sentían inseguros; para esos comerciantes que perdieron todo y que esta crisis los encuentra prácticamente en el suelo. Con impotencia he oído en primera persona, como mamás, papás y abuelos, manifiestan que en los últimos meses se ha deteriorado drásticamente su calidad de vida.

En tiempos del coronavirus, queremos como Minvu, que cuando todos juntos le doblemos la mano a esta horrible pandemia, podamos ofrecer una mejor ciudad a nuestras habitantes convalecientes de varios traumatismos, reconstruyendo bienes de uso público tan esenciales como el transporte, calles y señaléticas; sin olvidar las áreas verdes, plazas y parques, para que post pandemia podamos nuevamente disfrutar.

Pablo Artigas Vergara

seremi de Vivienda y Urbanismo

La Secretaría Regional Ministerial de Minería confirmó la existencia de un importante yacimiento de talco, comercialmente explotable y con solo un 3% de impurezas, ubicado en las zonas de Colico y Santa Celia, en la costera comuna de Carahue. El descubrimiento se realizó mientras se buscaba oro.

Por ahora, los trenes se quedan en La Araucanía

Si bien se había señalado que se suspendía el tren a Victoria, por ahora los trenes siguen en La Araucanía, a la espera de la decisión final que se tome desde Fesub, cuyos voceros indicaron que una vez que se termine la reparación del puente en Biobío se analizará nuevamente si se realizará el traslado a Concepción.

Temuco tiene la red de

ciclovías más grande

La red más grande de ciclovías del país ostenta actualmente la ciudad de Temuco, que ha sumado esta infraestructura junto a varias calles, impulsando el uso de la bicicleta.

Sin embargo, según académicos y autoridades, falta crear un plan de incentivos para su uso masivo.