Una serie de medidas decretó el Gobierno para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus. Entre ellas, cuarentenas totales en ciertas comunas, cordones sanitarios y la ausencia de clases presenciales, a lo que se agrega que miles de personas realizan su trabajo desde su casa.

En el plano del tránsito vehicular, estas determinaciones han significado una notoria disminución en la circulación de vehículos motorizados en las calles, y pese a que ello invitaría a pensar que los accidentes de tránsito en el área urbana deberían haber desaparecido, la verdad no es así. La razón de ello, según el propio Ministerio de Transportes, se debe a que al haber menos vehículos y personas en la calle, la velocidad de circulación en las ciudades aumentó en alrededor de un 50% entre marzo y abril, mientras que las víctimas fatales producto de accidentes de tránsito bajaron solo un 4,6%.

Los datos concretos que ayudan a entender este fenómeno indican que la velocidad de conducción en la hora punta de la mañana en la Región de Valparaíso promediaba 24,1 kilómetros por hora en la primera semana de marzo, según datos de la Unidad Operativa de Control de Tránsito. Sin embargo, tras la declaración de Estado de Excepción por la pandemia, el pasado 18 de marzo, el ritmo del flujo vehicular en esa zona aumentó a 45,5 kilómetros por hora. La situación se repitió en el Biobío, que pasó de 26,7 a 41,7; y en la Metropolitana, donde se pasó de 21,2 a 45,5 kilómetros por hora. Y si bien no hay datos concretos que muestren el aumento de las velocidades de circulación vehicular en La Araucanía, sí hay un indicador de los efectos que ello pudiera ocasionar. Y es mientras las víctimas fatales por accidentes de tránsito disminuyeron entre marzo y abril en la Región de Antofagasta un 45,5%; en Atacama, 20%; Valparaíso, 25%; y en Los Ríos, 22,2%; en La Araucanía aumentaron en un 15 por ciento.

Ahora bien, la menor presencia de vehículos y personas en las calles sin dudas generó una falsa sensación de seguridad en algunas personas que, al ver las vías más libres, conducen a mayor velocidad, incluso excediendo los límites establecidos e infringiendo las normas del tránsito.

Por ello, se hace necesario insistir en el apego irrestricto a la normativa vial, ya que solo de esa forma podrá evitarse que las víctimas fatales en accidentes de tránsito sigan aumentando.

Hace 40 años | 4 de mayo de 1980

Fuerte inversión en viviendas sociales

La IX Región es una de las zonas del país con más beneficio de viviendas sociales según la información emanada del Ministerio del ramo. Lo anterior se ve ratificado con la reciente inauguración de las casas de la población "Alemania III" de Angol. Se trata de 52 casas que significaron una inversión de 14 millones 500 mil pesos.

Hace 10 años | 4 de mayo de 2010

Daños en el sistema de agua potable rural

Hace 1 año | 4 de mayo de 2019

Atacan subcomisaría de Carabineros de Ercilla

Cuartel ubicado en el radio urbano recibió seis impactos de bala por parte de un grupo de personas que iba a bordo de una camioneta.

Un equipo de la Policía de Investigaciones y las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia son claves para dar con los responsables del hecho.

El mundo entero se moviliza frenéticamente en la búsqueda de una solución a esta pandemia que nos ataca sin piedad merced a un virus ínfimo en tamaño llamado coronavirus.

Lo que nos cuesta entender es que este ser animal racional que somos nosotros no sea capaz aún de encontrar el elemento que destruya a este monstruo que nos tiene con el alma llena de temores y angustias.

Este virus ha cambiado de un golpe el acontecer diario de todas las personas, hiriendo a muchos, pero mayoritariamente a los más débiles socioeconómicamente y para qué hablar de aquellos que están privados de libertad y de los cuales quiero referirme en particular en esta columna.

Nunca he podido olvidar la intervención de una capellana de Gendarmería que denunció al Papa que nos visitara años atrás "que en Chile se encarcelaba la pobreza". En nuestro país existen casi cuarenta y cinco mil reclusos, algunos ya condenados y otros por largos años en procesos, sin evidenciar sus culpabilidades. De este número casi el 12% son mujeres y el 97% de ellas tienen hijos menores de dieciocho años, incluso algunas viven en sus celdas con hijos recién nacidos o de dos o tres años.

Como a la sociedad le gusta "la justicia" veamos qué delitos han cometido: primero que nada vienen de los sectores más pobres de este país, sus sentencias son de largos años, ¿sus crímenes?: robos hormiga, pertenencias que a veces son alimentos para su manutención; por microtráfico, por alcoholismo, por prostitución callejera, por violencia intrafamiliar.

Las prisiones chilenas, informó en una Comisión del Senado una exministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, son recintos en donde las enfermedades contagiosas como el coronavirus es como si estuvieran en un hotel 5 estrellas para su reproducción. La influenza, la tuberculosis que suele ser hasta ochenta veces mayor en dichas cárceles que en la poblaciones no privadas de libertad y en el caso del VIH se ha constatado que es cincuenta veces más entre la población penal que en la general.

Como otro botón de muestra: hay reos que pasan quince horas recluidos en sus celdas, su última comida del día es a las dieciséis horas y la siguiente al otro día, el desayuno a las ocho de la mañana. Las condiciones de higiene son infernales, muchos recintos no cuentan son servicios higiénicos efectivos. En otros disponen de agua potable solo por algunas horas.

En ese escenario viven chilenas y chilenos pobres, los delincuentes de cuello y corbata, esos son enviados a cumplir reclusión en sus mansiones o en más de algún fundo del país o en su casa de veraneo cerca de un lago o de una terma.

Roberto Muñoz Barra, exsenador, presidente Instituto

Estudios Públicos Social Demócrata