Veredas inundadas por aguas lluvia
Aún no estando en pleno invierno y con las lluvias de estos días, la vereda oriente de calle Senador Estébanez se ha inundado entre las calles San Martín y Holandesa. Esto al parecer es consecuencia de los trabajos realizados para evacuar las aguas lluvia de Avenida Alemania.
Llamé a Aguas Araucanía, los que por medio de una empresa contratista, concurrieron al lugar explicando que ese problema corresponde a la Dirección de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Temuco. Contactada dicha dirección me atendió una dama, explicando que por ser domingo, no había posibilidad que acudieran a resolver la situación, ante mi insistencia me indicó que llamara al teléfono de emergencia 1409, donde un señor de apellido Heber me informó que trataba de contactarse con personal que tiene que ver con los problemas de aguas lluvia. Dado que hasta aproximadamente las 16 horas no se ha solucionado el problema, llamé nuevamente al fono de emergencia donde Claudio Zurita me informó nuevamente que no ha logrado contactar el personal correspondiente.
Aparece preocupante que habiendo transcurrido 5 horas de la situación, y continuando las lluvias, el problema planteado siga igual, pudiendo agravarse.
Otra situación que preocupa, por su molestia, es el continuo ruido de las tapas sueltas, luego de los arreglos de la empresa encargada de la evacuación de las aguas lluvia de Avenida Alemania. Al respecto el Ministerio de Obras Públicas debería tomar cartas en el asunto y hacer valer el derecho de la recepción definitiva de las obras sin problemas como los que nos aquejan. Dado que, solucionado parcialmente el problema de la Avenida Alemania, nos afecta en nuestras casas habitaciones del sector, cosa que nunca antes existió.Sonia Urra
Enfermería y coronavirus
El 2020 fue declarado por la OMS como el Año Internacional de la Enfermería y Matronería en conmemoración de los 200 años del natalicio de Florence Nightingale; enfermera que sentó las bases de la enfermería moderna.
Quién podría imaginar que este año en que deberíamos estar celebrando con diversas iniciativas, lo haríamos jugando un rol clave en la pandemia por coronavirus. Hoy, millones de enfermeras en el mundo están promoviendo durante el aislamiento, estilos de vida saludable e insistiendo en la importancia de hacer ejercicio, comer y dormir bien para cuidar la salud mental. Además, han colaborado en el diseño de lineamientos para el cuidado del adulto mayor y liderado las campañas de vacunación contra la influenza. Han sido claves en la educación sobre el lavado de manos, el uso de mascarillas y las medidas de distanciamiento social. Pero, donde han sido imprescindibles, es en el trabajo sin tregua en los hospitales, entregando atención de calidad y cuidado compasivo a los pacientes y sus familias, en otras palabras, humanizando la atención de salud.
La crisis ha puesto de manifiesto el rol clave de la enfermera en el sistema de salud, pero también ha expuesto el importante déficit que existe en los hospitales, situación crítica en las UCI donde los equipos de enfermería están sobreexigidos, haciendo turnos de 24 horas y bajo mucha presión por falta de enfermeras especialistas.
Para enfrentar los problemas de salud de la población chilena es necesaria una planificación adecuada y el desarrollo de políticas de apoyo en la formación de las especialidades en enfermería, así como la implementación de roles avanzados en la atención primaria.
Para avanzar en el desarrollo sustentable de Chile en medio de un mundo globalizado, se necesita un país sano y preparado para emergencias sanitarias. Por tanto, conviene tener muchas y buenas enfermeras.
Consuelo Cerón Mackay, Universidad de los Andes
Desarrollo chileno
En su columna del 5 de mayo en The New York Times, Thomas Friedman analizó la brutal constatación que el covid-19 trajo a los estadounidenses: que sus deficiencias para combatir la pandemia son el resultado lógico de devaluar la ciencia y la lectura, atacar funcionarios públicos como deporte político, convertir la política en entretenimiento y adoptar horribles hábitos alimenticios.
Haciendo el mismo ejercicio, la lección para el Chile pospandemia sería la de sacudirnos de la mediocre condición de desarrollo frustrado, atascados en este extraño subdesarrollo (modernidad a medias) que nos tiene desde 2008 creciendo mínimamente y con altos niveles de polarización y conflicto. Aspiremos a convertirnos en potencias regionales como Israel, Corea, Taiwán o Singapur (todas naciones pequeñas), cerrando nuestras contradicciones: relevemos la inteligencia a gran escala y convirtámonos en la población mejor educada de América Latina; profesionalicemos al máximo la política eligiendo individuos moderados y no fanáticos de cualquier signo o mediocres disfrazados de una banal fama; institucionalicemos lo mejor de la tecnocracia (a la Banco Central); impulsemos nuestros éxitos económicos con política tecnológica, y erradiquemos enfermedades metabólicas no transmisibles. Parafraseando al director de orquesta, José Luis Domínguez, desarrollo no tiene que ver con cuánto tienes en el bolsillo; tiene que ver con la riqueza que pueda existir en la mente del chileno más humilde y anónimo.
Camilo Barría-Rodríguez