Sesenta años resumidos en las páginas de una revista
Una colección de la revista Zig-Zag conservada en un subterráneo inspiró la escritura de diez ensayos en torno a la publicación más leída en Chile entre los años 1905 y 1964. "Concisa, original, vibrante" (U. Finis Terrae) rescata el legado de un imperio de papel.
Cada vez que tenía tiempo en medio de sus labores de académica, la doctora en Literatura Macarena Urzúa bajaba al subterráneo de la universidad donde trabajaba (Finis Terrae) a revisar la colección completa de la Revista Zig-Zag. Con ese legado de la cultura popular chilena, que salió a los quioscos durante casi sesenta años (1905-1964) armó el recién publicado libro "Concisa, original, vibrante. Lecturas de la revista Zig-Zag".
Se trata de diez ensayos que escriben varios autores, idea que concretó junto a Jacqueline Dussaillant, editora y también profesora de Historia. Fueron cuatro años para elaborar e idear el libro que se hizo en colaboración con la U. Finis Terrae y el Centro de Investigaciones Barros Arana de la Biblioteca Nacional.
"Concisa, original, vibrante. Lecturas de la revista Zig-Zag" está pensado para convertirse en un libro que responde a la revista. La portada es una reproducción de la misma publicación, levemente alterada. En su interior se van incluyendo distintos elementos visuales rescatados, entre fotografías e ilustraciones.
La publicación permite seguir la evolución gráfica de la revista Zig-Zag. Y, de alguna manera, imita cómo se hacía el trabajo entonces. Para complementar las imágenes de algunas páginas del libro, por ejemplo, las editoras bajaban al subterráneo de la universidad a buscarlas, y se las llevaban por mano a la diseñadora Francisca Monreal. Una forma de trabajo físico en tiempos digitales.
Belleza
Aparte de lo visual y el estilo, otro acierto de este libro está en los temas que decide abordar, pues son asuntos abiertos, que invitan al lector moderno.
Para Urzúa, "la gracia de la revista es que todo esté relacionado con todo. No existen medios como Zig-Zag ahora. Se perdió. Se puede leer mucho de la historia de Chile del período revisando la Zig-Zag. Hoy los diarios cumplen esa función".
Zig-Zag impactó además en los oficios que se necesitaban para hacer revistas, explica la editora: "Necesitaban colaboradores. Primero conocidos, muchos artistas cuando no existía el diseñador profesional o el periodista profesional. Hay diseños de Camilo Mori, ilustraciones de Pedro Subercaseaux, que después sale en Topaze", relata.
Además, la revista acompaña el cambio de la mujer durante el siglo XX. Macarena Urzúa establece ese arco "desde la belleza de la mujer y, por otro lado, columnas de Roxane, que era feminista. En el libro se narra cómo la mujer aprende manejar y a fluir en la vida social. Las mujeres, en un momento en que no tenían figuración comienzan a ser periodistas. Marta Brunet tenía una sección en Zig-Zag que se llamaba 'Alrededor de una mujer'".
Justamente es una reflexión sobre la mujer como lectora y consumidora la que propone la historiadora y co-editora Jacqueline Dussaillant en este libro. Es ella quien escribe el primer capítulo sobre la evolución de los productos de belleza en el semanario. "De la censura a la legitimación" recorre la influencia de lo comercial en el contenido.
"Debido a que entre sus lectores las mujeres constituían un sector relevante, no tardaron en abrirse secciones especialmente destinadas a ellas. Lo interesante es que en esos inicios del siglo XX la figura femenina vivía cambios históricos profundos que, entre otras cosas, la llevaron a agregar a sus tradicionales roles de esposa y madre, los de profesionales y trabajadoras, en especial entre las clases medias. Inevitablemente esto se tradujo en la aparición de una nueva consumidora que, al contar con un poder adquisitivo propio y requerir de inéditas necesidades, se convirtió en un atractivo blanco para los anunciadores", explica la autora.
Los escritores
Un tema transversal al libro es la presencia de escritores en varios de los capítulos. Están las opiniones de cine de Marta Brunet, de Vicente Huidobro y de Manuel Rojas. Benjamín Subercaseaux y Miguel Serrano aparecen también. Urzúa puntualiza que "Muchos pasaban de ser escritores, a cronistas, colaboradores. Y había un montón de escritores que vivían en eso".
Hay hallazgos notables. Por ejemplo el poema que Vicente Huidobro escribe en el número especial dedicado a Perú. Hay una sección en Zig-zag, "Por qué y cómo se hizo escritor", donde entrevistaban a escritores, casi todos hombres de la época. Había análisis de grafología: analizaban la escritura y la personalidad de personas como Gabriela Mistral.
El primer número de la revista apareció el 19 de febrero de 1905. Valía 20 centavos y se agotó.
Por Cristóbal Gaete
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