La historia de los viajeros colombianos que quedaron "atrapados" en Villarrica
AVENTURA. Pareja que viaja en una Combi lleva tres meses viviendo en la zona lacustre, debido al cierre de fronteras que les impide seguir recorriendo América.
La pandemia del coronavirus no solo ha causado pérdidas humanas, económicas y laborales, sino también ha truncado sueños, planes y viajes. Así le pasó a cientos de aventureros chilenos que estaban alrededor del mundo y quedaron varados, y así también le ocurrió a una pareja de viajeros colombianos que quedó "atrapada" en Villarrica.
Es la historia de Jaime Grajales (41 años) y Mónica Valdivieso (36 años), una pareja de colombianos que lo dejó todo para lanzarse a cumplir el sueño de recorrer toda Sudamérica a bordo de un clásico furgón Volkswagen, conocido como "Combi".
"Por cumplir este sueño decidimos dejar nuestras vidas allá, abandonar todo y salir a recorrer nuestro bello continente", ríe Jaime. "Hemos pasado momentos hermosísimos y no nos arrepentimos de nada, pero ahora estamos viviendo en Villarrica porque lamentablemente, por los cierres de fronteras debido a la pandemia, no podemos seguir moviéndonos de país en país", cuenta Mónica en conversación con El Austral.
VIAJANDO EN LA COMBI
Jaime y Mónica son oriundos de Pereira, una ciudad ubicada al norte de Medellín. Él es licenciado en Etnoeducación y Desarrollo Comunitario y ella es ingeniera industrial.
Pero ambos se dedicaban a la fotografía. Juntos, formaron una pequeña empresa de registro de bodas y eventos. Su profesionalismo les permitió ahorrar dinero para comprar la Combi en el año 2015 y hacer viajes primero dentro de todo Colombia y luego Ecuador.
"Después recorrimos Perú, Bolivia, Argentina hasta Ushuaia y retornamos hacia el norte por Punta Arenas. Allá en Magallanes fuimos a Torres del Paine. Luego pasamos a Argentina y en noviembre del año pasado entramos a Chile, con el objetivo de conocer Chiloé", relata Mónica.
Problemas por covid
El inicio de la pandemia en Chile los encontró justo arreglando un desperfecto mecánico de su furgón-casa rodante, después de haber conocido Chiloé. Tenían el permiso de turista para permanecer hasta abril en Chile, planeando ir retornando por Argentina. Pero las fronteras se cerraron y quedaron sin dinero.
"Gastamos los ahorros en reparar la Combi en Puerto Montt y por eso no pudimos pagar los 100 dólares necesarios porque no tenemos un trabajo estable, vendemos artesanías mientras vamos viajando y ahora lo hacemos en Instagram", lamenta la joven colombiana.
"Tenemos suerte de haber pasado varias semanas del verano en Villarrica y haber conocido a una señora y su hijo que desde hace tres meses nos dejaron quedarnos en su casa de veraneo, en Villarrica. Aquí seguiremos esperando que pase todo", concluye Mónica.