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El fuerte que se llamó san luis, maría luisa, el castillo y mackenna

La estructura militar nació junto con la repoblación de Osorno en 1793.
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Fotos: Archivo Histórico Municipal

Uno de los lugares más antiguos de Osorno, aunque reconstruido, es el fuerte Reina Luisa, levantado en la época colonial española a orillas del río Rahue o "de las Canoas".

Y si bien hoy lo conocemos con el nombre de la mujer que reinaba en España en los tiempos de la repoblación, a fines del siglo XVIII, María Luisa, esposa de Carlos IV, lo cierto es que a lo largo de su historia tuvo varios nombres: el primero fue San Luis, ya que el foso del fuerte comenzó a abrirse el día de San Luis, rey de Francia -25 de agosto- de 1793 (al año siguiente de la recuperación de las tierras de Osorno por Tomás de Figueroa) bajo la dirección del ingeniero Manuel Olaguer Feliú. Quedó como jefe del destacamento militar el teniente Julián Pinuer y la obra fue terminada en junio de 1794.

Luego la fortaleza fue designada María Luisa y más tarde se conoció con los nombres de El Castillo y Mackenna, primero por ser un recinto militar, y después porque en él pasó sus 11 años de estadía en Osorno el superintendente Juan Mackenna (de origen irlandés).

En el fuerte de Osorno se hospedó, durante su permanencia en la arruinada ciudad, Ambrosio O'Higgins, futuro Virrey del Perú. José Rodríguez Ballesteros, coronel español de la época de la independencia, en su obra Revista de la Guerra de la Independencia de Chile, hace un detalle de las características del fuerte de María Luisa:

"Tiene un fuerte nombrado María Luisa, que es construido en la barranca del río de las Canoas, en la parte del norte, a distancia de doscientas veinticinco toesas de la junta de este río con el de las Damas. Es su figura triangular, guarnecido de tres baluartes, en los que había en el gobierno español un obús de bronce del calibre de a diez mirando al plan de la plaza, y tres pedreros de catorce libras que se mantenían cargados. La puerta tiene puente levadizo y un foso de ocho varas de ancho en los ángulos salientes, y en los flancos de doce varas de ancho en los ángulos salientes, y en los flancos de doce varas de ancho y cinco de profundidad, con sus correspondientes revellines. Se mantenía en esta fortaleza una guardia o destacamento de una compañía veterana de 50 hombres, con un almacén de víveres y pertrechos. Desde el mismo fuerte, con cubos, se saca el agua del río de las Canoas. Además de la guarnición veterana existía compañía de pobladores milicianos de 100 hombres, vecinos de la misma, bastamente instruidos en el manejo del arma y fuegos".

Los restos de este fuerte se mantuvieron hasta el último cuarto del siglo XIX, conservando, entre otros detalles, el departamento subterráneo que se abría hacia la barranca del río. Dos de sus cañones guarnecieron después, durante un buen tiempo, la puerta de la cárcel, ex-Cabildo de Osorno.

Posteriormente se levantó sobre aquellos terrenos un Matadero Municipal, que después fue demolido.

El actual fuerte fue reconstruido por la colectividad española y las obras estuvieron a cargo del destacado arquitecto osornino Carlos Buschmann, como una forma de devolver aquel sitio histórico que marcó el reinicio definitivo de Osorno.

Esta semana mostramos una imagen del fuerte captada en los años '70, un plano del siglo XVIII donde se observa el detalle del fuerte. Y también una imagen de Juan Mackenna, autoridad clave en la consolidación de este fuerte.