Correo
El río Cautín y el nuevo municipio
Señor Director, junto al sector Parque Costanera Dos, bordea nuestro río Cautín. Muchas familias se reúnen los fines de semana para disfrutar de sus humedales llenos de vida. Por suerte, desde el año pasado disponemos de un instrumento jurídico para velar por el mantenimiento y cuidado de estos humedales. En efecto, la ley de humedales protege la vida y los ecosistemas naturales que habitan las cuencas de nuestros ríos.
Esto, sin embargo, contrasta con el hecho de que precisamente en el sector Parque Costanera Dos, unos cuantos metros subiendo por el río, hay trabajos de maquinaria pesada que se encuentran precisamente cubriendo todo un brazo del río. A estas alturas, no solo es un desastre ambiental que afecta a toda la comunidad de Temuco, es un acto que además está prohibido por la ley.
La oportunidad es propicia para que los candidatos a alcalde por Temuco evidencien lo que está pasando y se comprometan a parar esto de manera urgente. El río no nos pertenece, y no podemos dejarle a las nuevas generaciones de Temuco solo un caudal de piedras.
Pablo Rojas Escobar
Los otros
Algunos pasarán al olvido de la historia, otros permanecerán en el tiempo.
Unos son blanqueados por terroristas y vándalos, otros son defendidos por académicos, estudiantes y mentes de futuro.
Unos destruyen, otros construyen.
Algunos aprietan el gatillo, otros usan el arma intelectual para conquistar mentes y hacer avanzar países.
Unos se hacen llamar Ramiro, los otros se apellidan Guzmán.
Camilo Villablanca J., estudiante de Derecho, U. Católica de Temuco
No fueron 30 pesos... Ni solo es la estatua del General Baquedano
Qué pasa en Chile que pequeños grupos de violentistas están dominando las decisiones en el país?... Es la pregunta que muchos nos estamos haciendo luego de ver hechos que se repiten en el territorio nacional.
La violencia en la macrozona sur, que se venía reflejando por la destrucción de casas, vehículos, maquinarias o construcciones destinadas a la producción y el trabajo, ahora se manifiesta directamente contra Carabineros o PDI, al momento de intentar reponer el orden. Las agresiones con elementos contundentes cuentan hoy con armas de fuego, cortas y largas que han dejado muertos y heridos entre las policías. Es un panorama al cual desgraciadamente nos estamos acostumbrando. No es sorpresa recibir cada noche atentados en La Araucanía o el BioBío, con los efectos que para las víctimas en especial eso significa.
La guinda de la torta es lo ocurrido en Santiago donde un grupo de delincuentes cada viernes se junta a destruir todo lo que encuentran a su paso y, principalmente, borrar la imagen de la plaza que cuenta con el monumento al general Baquedano, principal blanco de los desadaptados.
Lo que usted y yo no podemos entender es la pasividad con que las autoridades reaccionan, que en el caso de La Araucanía y la macrozona sur, nos mantiene en absoluta indefensión y la solución entregada a la figura del militar, retirarlo para evitar que lo sigan destruyendo, parece un gesto de temor a los delincuentes y terroristas.
Por favor no deben olvidar nuestras autoridades de turno, que el 18 de octubre no fue solo por los 30 pesos como sus gestores argumentan. Yo digo que esto no es solo la estatua del general Baquedano… la señal entregada es horrible.
Alejo Apraiz Contardo, presidente Asociación de Víctimas de Violencia Rural AVVRU Araucanía
Anormalidad
Recientemente, el historiador Alfredo Jocelyn-Holt ha advertido las consecuencias de derribar signos con una data de más de nueve décadas. Es decir, se está sacrificando la tradición.
La decapitación simbólica de Baquedano es una muestra de la polarización afectiva que amenaza nuestra convivencia. Es el resultado de miradas divergentes incapaces de encontrar un consenso o negociar. Debemos reconocer que el ambiente político se está tiñendo cada vez más de pasiones destructivas: solo falta un factor guerracivilista y el juego lo perderemos todos.
Esta anormalidad política -similar a la española-, tiene fundamento en impulsos refundacionalistas, medianamente lúcidos para identificar los problemas, pero incapaces de ofrecer alternativas de recambio basadas en rigor técnico y responsabilidad presupuestaria.
Esto ocurre justo cuando el país requiere el máximo estándar en la formulación e implementación de mejores políticas públicas para cerrar sus brechas de desarrollo y enfrentar los heterogéneos desafíos de este siglo.
Camilo Barría-Rodríguez