Brechas que hay que corregir
Se debe invertir más en educación, formación inicial y diversificar las opciones de estudio y oferta laboral de la mujer. La institucionalidad puede establecer caminos para la inclusión y el respeto, pero los grandes cambios vienen de una cultura del reconocimiento hacia la mujer.
En nuestro país, en 2015 se promulgó la ley que creó el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, para responder a los nuevos paradigmas de la sociedad, considerando que las mujeres son el 52% de la población chilena, y que de cada diez hogares, cuatro son dirigidos por una jefa de hogar, lo que muestra que han cobrado un valor fundamental. Su rol de madres, las exigencias sufridas en ese ámbito, romper estereotipos, y el privilegio a los varones en determinadas áreas, especialmente laborales, son situaciones concretas que imposibilitan una plena vida. Ante ello, se plantea la necesidad de invertir en educación, formación inicial y diversificar sus opciones de estudio y oferta laboral.
Una institucionalidad puede establecer caminos para la inclusión y el respeto, pero las principales modificaciones vienen de una cultura del reconocimiento hacia la mujer, que destaque su valor. La participación de las mujeres en el mercado del trabajo ha ido en aumento en los últimos años, si se considera que en 1990 la fuerza laboral femenina en Chile alcanzaba un 31% y hoy es superior al 40%. Sin embargo, a pesar del crecimiento económico sostenido y los factores condicionantes que podrían posibilitar su incremento, es todavía una de las participaciones más bajas en América Latina y también entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Hay que lograr un sitial de igualdad y entender que el ingreso de la mujer al mundo del trabajo es una necesidad que debe ser cabalmente recompensada.
Entender este contexto es fundamental para que las mujeres sigan también ganando espacios en diferentes aspectos del quehacer de nuestra sociedad, particularmente en la participación laboral y equidad salarial. La encuesta Casen reveló que pese a los avances que se han realizado en igualdad de género, de cada 100 pesos de ingreso autónomo disponible en el país por concepto de remuneración, 62 pesos los recibe un hombre y 38 pesos una mujer, dato que confirma la persistente brecha salarial. Durante los últimos gobiernos se han realizado importantes avances en materia de equidad de género, pero es indudable que también queda mucho por resolver.