La dura estadística de contratistas forestales: siete atentados cada mes
INSEGURIDAD. Gremio que agrupa a prestadores de servicio advierte que los ataques recientes evidencian que "la institucionalidad está superada".
"Un espiral de violencia que parece no tener fin". Así define, el gremio de contratistas forestales, el problema de inseguridad que los afecta y que los coloca ahora como el gremio más golpeado por ataques incendiarios, tanto en la Provincia de Arauco (Biobío) como en la Región de La Araucanía.
Los reportes y análisis que hacen desde la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag) dan cuenta que, cada mes, se producen siete atentados en los que los afectados son contratistas forestales.
Según las estadísticas de Acoforag, los ataques incendiarios han experimentado un aumento "crítico" en los últimos meses. Esto, ya que si en los años 2018 y 2019 el promedio era de 3,2 atentados al mes, la cifra saltó a 6,7 atentados mensuales en el año 2020, aumentando a siete atentados al mes durante lo que va de este año.
"Hay una sensación de impotencia muy fuerte al ver inoperancia, incapacidad e incompetencia de parte de las autoridades del Gobierno, el Congreso y el Poder Judicial, que entre todos se transforman en cómplices indolentes del terrorismo que día a día nos azota y que solo genera pérdidas económicas y de puestos de trabajo", lamenta René Muñoz, gerente de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag).
Sin punto de inflexión
El atentado múltiple ocurrido durante la tarde del pasado jueves a 10 kilómetros del área urbana de la localidad de Capitán Pastene, en la comuna de Lumaco, se transformó en el segundo ataque incendiario más cuantioso de la historia reciente del conflicto en La Araucanía. Resultaron incendiados, en total, 24 vehículos, entre camiones (16), maquinaria (cuatro trineumáticos y dos skidders), una camioneta y un furgón de transporte de trabajadores.
En el transcurso de los ataques incendiarios, reivindicados por la organización Weichan Auka Mapu (WAM) mediante lienzos y panfletos, resultaron heridos a bala un trabajador forestal -que estaba en la faena al interior de los sectores Los Laureles y Santo Domingo- y un carabinero que iba a bordo de una patrulla que se encontró de frente con una camioneta repleta de encapuchados, que abrieron fuego contra el vehículo policial tipo camioneta.
"El nivel de organización para cometer los atentados, y que ha quedado en evidencia en videos, supera por lejos la capacidad policial existente y lamentablemente no hay ninguna señal clara para que se pueda contrarrestar aquello", critica René Muñoz.
"Hemos llegado a tal punto de tener zonas capturadas en poder de grupos criminales, que ni siquiera hay un punto de inflexión con un hecho tan grave con el ocurrido el otro día. Lamentablemente vemos que no hay voluntad del Gobierno para solucionar nada", continúa el dirigente gremial de los contratistas forestales de la zona.
"desconexión"
Desde Acoforag comentan que entre los contratistas forestales existe indignación al ver que mientras en Lumaco eran quemados 24 vehículos, en Santiago el Gobierno anunciaba una serie de medidas para enfrentar las "encerronas".
"Nos gustaría que el Presidente se preocupara de verdad por los problemas que ocurren en la Macrozona Sur, más allá de enviar delegados, coordinadores y más funcionarios. ¿Cuando veremos actuando efectivamente un plan para desarticular y frenar de manera definitiva la violencia terrorista? ¿O solo preocupa lo que ocurre en Santiago?", concluye René Muñoz.
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"Vemos con tristeza e impotencia que no hay señales claras de los poderes del Estado para poner fin a la violencia y al terrorismo que día a día nos azota gravemente".
René Muñoz,, gerente de Acoforag