El crítico estado del "Temuco patrimonial"
Abandonado, vulnerable, crítico, son los calificativos que se repiten a la hora de preguntar ¿cuál es el estado del patrimonio material en la capital de La Araucanía? Así lo cree la directora del Centro Tecnológico Territorio Mayor, la corporación Defendamos la Ciudad y un académico de la Facultad de Arquitectura de UCT, quienes luego de la polémica demolición de la "Casa Greve", reflexionan sobre lo que se puede hacer con el poco patrimonio arquitectónico que va quedando en la ciudad y frente a lo cual plantean que no todo es norma y recursos, las políticas comunales y el compromiso ciudadano deberían ser parte de la ecuación necesaria para salvar lo que tenemos.
Una de las casonas de madera representativas de un estilo de construcción de principios del siglo XX en Temuco es devorada por el brazo de una pala mecánica y las alarmas saltan de inmediato entre la ciudadanía.
En cuestión de minutos las redes sociales arden en comentarios. Hay enfado al ver que la "Casa Greve", de Avenida Balmaceda, está a medio demoler. Y así se queda, porque - pese a ser un fin se semana - en cuestión de minutos la noticia corre y las faenas se ven abruptamente interrumpidas.
La verdad es que, prácticamente, nadie quiere ver que un inmueble de cien años, que ya forma parte del paisaje urbano, se venga abajo así sin más. El asunto es que así ocurre y desde hace tiempo. Pasó con la Casa Zirotti (2008), Casa Lienlaf (2010), Casa Ernst o Cruz Roja (2011), Casa Henzi (2019), el Puente Ferroviario sobre el río Cautín (2019) y, ahora, con la Casa Greve (2021), una serie de eventos desafortunados y pérdidas que le quitan historia e identidad a determinados sectores, y que pudieron tener otro fin.
Así lo creen académicos, investigadores y también la ciudadanía organizada, cuando la discusión acerca de cómo estamos en materia patrimonial ha vuelto a instalarse en Temuco, y los calificativos son bastante drásticos, al punto que van desde "abandono" hasta "vulnerable" y "crítico".
"Sin duda, el estado del patrimonio en Temuco es de abandono. Si bien existen catastros y registros de inmuebles con valor patrimonial, estos no cuentan con los detalles de información respecto a su situación o estado arquitectónico, menos si sus residentes tienen calidad de arrendatarios o propietarios, esta información es fundamental, ya que a partir de ella podemos saber si los propietarios tienen el deseo de reparar, mejorar o simplemente vender esas propiedades a inmobiliarias. Sin estos detalles es complejo que el Estado y sus instituciones puedan anticiparse a escenarios de 'depredación' o demolición de inmuebles patrimoniales", opina la secretaria de la Corporación Defendamos la Ciudad, Daniela Triviño.
En concordancia con esta mirada, la directora del Centro Tecnológico Territorio Mayor de la Universidad Mayor de Temuco, Érika Álvarez, opina que la situación es de "altísima vulnerabilidad", sobre todo, al considerar que una ciudad con patrimonio suele contar 200 inmuebles en promedio y Temuco no llega ese número. Es más, cada año la cifra disminuye porque este se pierde muy rápido, entre otras razones porque, al tratarse de viviendas de madera, el factor climático, la humedad, los hongos y la presencia de termitas inciden en agravar su condición.
"Entonces, querer congelarlas en el tiempo sin invertir como ciudad hará que en 20 años no nos quede patrimonio", comenta la investigadora, quien acota que luego de colaborar con el municipio en el proceso del nuevo y aún no aprobado Plan Regulador Comunal, hasta 2010, bajo la norma de la circular 240 del Minvu, había identificado en la comuna un promedio de 70 inmuebles de valor patrimonial, mientras que a la luz de nueva circular 400 que data de 2018 y el estudio realizado se llegó a contabilizar 124 construcciones con características patrimoniales.
Para el académico de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la UC Temuco y arquitecto fundador del Taller Viga Maestra, Jaime Gatica Martínez, el calificativo para describir la situación actual de Temuco es ni más ni menos que "crítico".
"Actualmente, lo definiría así. Ejemplos de arquitectura patrimonial quedan muy pocos y los que se están salvando