"Lo que más me mueve es la necesidad de justicia territorial"
Desde la denominada "zona de sacrificio ambiental de Putúe", en Villarrica, comunidades mapuche levantaron la candidatura a diputada por el Distrito 23 de la abogada pehuenche de Curarrehue, Luz Alca Turra, quien fue bautizada por sus adherentes como "la Leona de La Araucanía", en función de las batallas legales que ha sostenido para defender el lugar sagrado de una serie de focos de contaminación.
Para la candidata es clave "la justicia territorial", legislar para que se castigue con mayor severidad los crímenes ecológicos y "rescatar a La Araucanía de la destrucción".
- ¿Cómo nace esta candidatura?
- Esta candidatura nació del trabajo que realizamos en el territorio de Putúe en Villarrica, en el marco de la defensa de la cuenca del río Toltén y los 25 focos de contaminación que encontramos en ese lugar. Lo grave es que ese terreno es sagrado e histórico, ya que en 1882 se desarrolló en ese lugar el Parlamento de Putúe. Denominamos el lugar como zona de sacrificio, puesto que la calidad de vida de la gente se alteró por los ruidos, los escombros y la contaminación de las aguas. De hecho, fueron las mismas comunidades del sector las que me solicitaron ser candidata, y hoy son ellas también las que me están apoyando.
- ¿Por qué quiere ser diputada?
- Lo que más me mueve es la necesidad de justicia territorial. Digo esto porque en la Región hemos visto los privilegios que tiene la empresa forestal y extractivista, actividad que avanza hacia todas las comunas del distrito. A la empresa forestal se le construyen caminos, mientras que la gente debe esperar y rogar a las autoridades para que vengan a realizar reparaciones en los hoyos de las rutas. A la empresa forestal y a toda empresa extractivista se les otorga derechos de agua, sin más trámite, mientras que autorizar un APR para la gente puede demorar más de 7 años. Otra motivación es la necesidad de legislar sobre estas materias para que exista una real fiscalización, dado que la vigente es tremendamente blanda y prácticamente nula. Me consta que hay trabajadores de empresas extractivistas en condiciones inhumanas, si hay empresas que ni siquiera tienen baños decentes para su gente.
- ¿Qué temáticas quiere llevar al Parlamento para legislar?
- La generación de leyes que permitan una real fiscalización a quienes destruyen y a quienes abusan de nuestros territorios, eso es lo primero. Luego, la necesidad de aportar y trabajar por la reactivación económica que hoy día necesitamos como país. Aportar al desarrollo territorial y leyes que castiguen los crímenes ecológicos.
- ¿Es la Región una zona de sacrificio ambiental?
- Sí, nuestra Región está cubierta de un manto de destrucción territorial. El que se sequen las napas de agua por el gran auge forestal, eso es destrucción. No tenemos puertos, y eso significa estar siempre con la amenaza constante del desabastecimiento cada vez que el transporte se paraliza. Y, por otro lado, vivimos con la permanente amenaza ecológica. Si no endurecemos las normas de fiscalización, no vamos a tener solo una zona de sacrificio como Putúe, sino que vamos a tener un distrito de sacrificio entero.
- ¿Qué opina de las forestales y cuál debería ser su futuro?
- Han generado un daño tremendo en los territorios y no solo en las temáticas que tienen que ver con nuestro pueblo mapuche, sino que han afectado a todas las personas. La gente se queda sin agua y les tramitan los APR hasta por décadas, mientras que a las forestales les entregan los derechos de agua en una pasada. En este escenario, lo lógico es que los gobiernos tomen medidas serias al respecto. Hay que sacarlas del territorio.
- ¿Cuál es el análisis que hace de la violencia rural?
- La violencia en la Región está disparada hace rato, esto no es de ahora. Y me refiero a la violencia que ejerce el Estado y los gobiernos cuando, por ejemplo, anuncian desabastecimiento o cuando entregan derechos de agua a las grandes empresas: eso es violencia. También es violencia cuando las autoridades no tramitan los planos reguladores a tiempo, afectando nuestra calidad de vida. Entonces, la violencia no necesariamente viene de un lado, viene de todas partes, no es solo una cuestión de armas.
- ¿Cuál es su postura respecto del conflicto en La Araucanía?
- Para hablar de diálogo en La Araucanía hay que hablar de desmilitarización. No puedo conversar contigo si el propio Estado tiene militares cubriendo la zona. Cuando tú no puedes controlar algo, lo que haces es recurrir a la agresión física. Nosotros en La Araucanía somos agredidos a cada rato con esto de la militarización, porque cuando una persona es incapaz de controlar algo, lo que hace es militarizar. Entonces, si te portas mal: te mando milicos. Si no haces las cosas que quiero: te mando milicos. Eso está muy mal, habla de negligencia, de inoperancia y de no saber dialogar. Mientras no bajemos las armas, no habrá ninguna posibilidad de conversar. No se puede actuar sobre la amenaza.
- ¿Es real la demanda territorial?
- Los trabajadores en las movilizaciones siempre piden un mejor sueldo, y eso es lógico, pues un trabajador vive de su sueldo. Ahora, ¿de qué vive un mapuche? De su tierra. Entonces, ¿qué tiene que reclamar? Tierra, que es lo lógico. Su reivindicación no se trata de lo que quiere, sino de lo que necesita.
- ¿Qué opinión tiene de la polémica instalación de la CC?
- No veo ninguna polémica en la instalación, yo creo que la polémica se genera desde el minuto que se habla de escribir una nueva Constitución. Hay personeros y grupos que van a luchar hasta el final para que la actual Constitución no cambie, y, por otro lado, van a luchar hasta el final para que no atienda lo más importante, esto es la demanda social.
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"A la empresa forestal se le construyen caminos, mientras que la gente debe esperar y rogar a las autoridades para que vengan a reparar los hoyos de las rutas".
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"Para hablar de diálogo en La Araucanía hay que hablar de desmilitarización. No puedo conversar contigo si el propio Estado tiene militares cubriendo la zona".