Violencia contra la mujer
Organizaciones sociales, gubernamentales y policiales abordan diariamente esta preocupante realidad. También es importante que haya preocupación no solo por las situaciones dentro del hogar, sino también del entorno cercano, ya sea familiar o vecinal.
La violencia contra las mujeres es una pandemia que con el paso de los años se ha visibilizado gracias a un constante trabajo destinado a concientizar a la sociedad en cuanto a que se trata de un delito y que tiene una connotación de género en cada una de sus formas. Organizaciones sociales, gubernamentales y policiales abordan diariamente esta realidad, que desde el inicio de la pandemia en 2020 ha mostrado una curva más bien compleja, debido a la falta de comunicación y posibilidad de denunciar estos hechos durante los confinamientos y la posterior alza en las estadísticas.
Según registros de la entidad gubernamental, durante 2021 se realizaron 36.874 atenciones, lo cual implicó un 17% de aumento en comparación al 2020, siendo la mayor alza de las atenciones en marzo de este año con 4.249, mientras que las nuevas atenciones tuvieron su peak en enero, febrero y agosto con 631, 610 y 610 respectivamente.
Así también crecieron las llamadas al fono gratuito 1455, que está habilitado para brindar orientación respecto a situaciones de violencia contra la mujer.
Los especialistas advierten que hay varios indicios respecto a situaciones que pueden derivar en una violencia más grave hacia las mujeres o, derechamente, a un femicidio. Además, identifican que existen diferentes tipos de violencia, no solo la física, también está la violencia psicológica, económica, social, violencia verbal, entre otras.
Todas estas situaciones son indicios de que una situación que parece manejable, inofensiva o que incluso genera la impresión de que no llevará a una circunstancia más grave, sí puede crecer hasta el punto de llegar a la violencia extrema del femicidio.
También es importante que haya preocupación no solo por las situaciones dentro del hogar, sino también del entorno cercano, ya sea familiar o vecinal. Muchas personas prefieren no denunciar asegurando que así no se involucran en problemas de otros, pese a escuchar gritos de vecinos u observar situaciones familiares, pero la responsabilidad debe ir en torno a las víctimas y a evitar que estos hechos afecten a la sociedad.