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Chahuán está reclutando nombre para proponer un "gabinete alterno" o "en las sombras" que fiscalice uno por uno a cada ministro de gabriel boric.
primer gabinete?
-Primero, hay que saber cuán empoderado va a estar el ministro de Hacienda. Esto yo diría que es un tema fundamental, porque del 90 en adelante los ministerios de Hacienda se han transformado en una verdadera institución donde ciertamente la presión de gasto es equilibrada desde esa cartera. En ese contexto, el emplazamiento que le hacemos es que más que una reforma tributaria que va a ser necesaria, tiene que haber un pacto tributario. Este implica la necesidad de realizar la reforma para que tengamos más recursos y una mayor recaudación fiscal, o los ahorros necesarios con políticas de austeridad que nos permitan ejecutar las políticas transformadoras que tiene el plan de gobierno. Pero a su vez debe ser capaz de garantizar certeza a las inversiones que se realizan en nuestro país para, primero, cuidar la recuperación de la economía y el empleo y ser capaces de enforcarnos en lo que viene. Porque aunque el gobierno próximo no haga nada, en políticas macroeconómicas o fiscales, Chile va a tener un crecimiento cercano a los dos dígitos en los primeros dos cuatrimestres, y esto está dado porque la base de comparación con el 2021 es muy baja. Por tanto, vamos a ver un crecimiento alto, pero que no va a corresponder a la realidad, y se va a equilibrar en el segundo semestre donde incluso se pueda llegar a un punto de recesión técnica. Por eso es tan importante enfocarnos fundamentalmente en las bases para generar crecimiento sistemático de la economía.
-Usted destacó que Izkia Siches sea la primera ministra del Interior. ¿Cuáles serán sus principales desafíos?
-También hay que ver cuán empoderada estará, porque tenemos una situación bastante crítica en la macrozona sur. El llamado que le hago al Presidente electo es que, tal como él dijo, se escuche. El 81% de los ciudadanos de La Araucanía señaló que quería la prórroga del estado de excepción constitucional. Nosotros tuvimos una reunión con él esta semana como ChileVamos y manifestó que él no iba a mantener esta medida y eso es grave. Lo es porque la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) ya le notificó que va a seguir con su acción revolucionaría autonomista cuando hubo una declaración de la futura ministra llamando al diálogo y eso implica que eso con aquellos que justifican la violencia no se puede dialogar. Hay que ver qué va a pasar desde el 11 de marzo con los territorios de la macrozona sur y acá llamamos al gobierno y la ministra a recapacitar respecto de esta medida.
-"Dialogar, dialogar, dialogar", dijo el Presidente electo tras nombrar a sus colaboradores. Hay experiencia internacional que indica que la paz se puede alcanzar dialogando con los grupos extremistas. Están los casos de la ETA en España y las FARC en Colombia.
-Yo no soy partidario de hablar con aquellos que validan la violencia como método de acción política. Esa será una responsabilidad de este nuevo gobierno. Lo importante es hacerse cargo de la seguridad en los territorios, la seguridad de los ciudadanos y terminar con el miedo. Y ahí tendrá que hacer el equilibrio el nuevo gobierno y asumir las responsabilidades de lo que venga por delante.
-Usted destacó el valor técnico de este gabinete. ¿Cree que tendrá la muñeca política para sacar adelante su programa?
-Nunca había habido un gobierno con menos apoyo en el Parlamento de su coalición, por eso hubo una táctica en la formulación del gabinete de ampliar la base política de apoyo, pensando en que van a tener que dialogar en el Parlamento con las distintas oposiciones. La más grande es la de ChileVamos, que cuenta con 24 senadores y 53 diputados, pero ciertamente se va a tener que dialogar con cada una de las oposiciones y nosotros ya estamos articulándonos. Nosotros tuvimos esta semana una reunión con el Partido de la Gente, que tiene ocho diputados en su comité, y estamos dialogando con cada una de las fuerzas de oposición para coordinarnos. ChileVamos no se amplía, sigue siendo una coalición de cuatro partidos, pero con amplia coordinación con todos los tipos de oposición.
-¿Qué tan abiertos están al diálogo?
-No vamos a ser la oposición que fueron ellos en estos cuatro años.
-Pero más allá de esa declaración, ¿cómo se expresa eso?
-Primero, porque creemos que vamos a fiscalizar, vamos a levantar propuestas de acuerdo. Además, coincidimos en las prioridades que tiene el país. Por ejemplo, la reforma de pensiones y la reforma a la salud son tan urgentes que incluso nosotros apremiamos a nuestro gobierno a sacarlas adelante, pero lamentablemente no se lograron los acuerdos con la oposición. A mí me habría gustado que hubiéramos sacado ambas reformas en este gobierno, pero la Pensión Garantizada Universal (PGU) es fundamental. Ya se han dado señales fuertes para que esto sea un piso ético importante en materia de normas de seguridad social para avanzar justamente a un estado social. Queremos avanzar hacia eso. Cuando hablamos de un estado social lo hablamos desde la perspectiva social cristiana que sea capaz de entender que acá el Estado tiene que tener un rol muy importante para generar igualdad de oportunidades en nuestro país. Nosotros creemos que esto es complementario al estado subsidiario, pero el estado solidario debe tener la capacidad de generar una red de protección para que todos y cada uno de los chilenos tengan las posibilidades de ser parte de un proyecto colectivo de nación.
-¿Siente la responsabilidad de su partido de ser bisagra para los acuerdos? En la Convención Constitucional son los que han cruzado fronteras desde la derecha.
-Absolutamente, tenemos una gran responsabilidad. Somos el partido más grande de Chile. Representamos a los sectores medios trabajadores, al mundo rural. Esos son nuestros electores. Y ciertamente somos el partido del sentido común y el sentido común nos llama a priorizar siempre el interés superior de Chile y de los chilenos, sin distinción. En ese sentido nosotros no nos perdemos, no vamos a ser una oposición destructiva, sino que constructiva, colaborativa, pero firme. Vamos a fiscalizar, vamos a proponer políticas públicas.
-La renovación es evidente en el gobierno con un comité político sub 40. ¿Es un ejemplo para ChileVamos bajar el promedio de edad de sus liderazgos?
-Completamente. De hecho, esta directiva es parte de aquello. El presidente tiene 50 años, su directiva en promedio está compuesta por hombres y mujeres jóvenes, con más mujeres que hombres en su mesa directiva. Tenemos vicepresidentas con áreas temáticas y eso habla del carácter de la directiva de RN de ser paritaria, en promedio joven y, ciertamente, la promoción liderazgos femeninos y de jóvenes sub 35 es parte de la labor que hemos desarrollado.
-¿Va a materializarse su gabinete alterno?
-RN va a persistir en esta tarea. Estamos levantando los nombres. Deben ser personas con capacidad técnica que tengan capacidad de ser voceros, líderes en cada uno de los temas. Los vamos a presentar antes de que asuma el nuevo gobierno.
-¿Sólo de RN?
-Hicimos una invitación a los otros partidos de ChileVamos y vamos a demostrar que esta es la manera de potenciar nuevos liderazgos en cada una de las áreas en que no sólo sean interlocutores las directivas de los partidos, sino que se amplíe la base de voceros técnicos y políticos que nos permitan ir generando una mayor relación de vinculación con la sociedad civil.
-Usted declaró que quiere que le va ya bien a este gobierno, lo cual es una paradoja política, porque mientras mejor le vaya, menos opciones hay de que la derecha vuelva a gobernar.
-Sí, pero acá lo importante es que la política vuelva a revalidarse como un instrumento al servicio de las personas, y en ese sentido no nos perdemos. Queremos que les vaya bien a las administraciones del Estado. Estamos en medio de un proceso bien complejo, porque estaremos en medio de un proceso constitucional constituyente, donde el foco se va a trasladar ahí, donde ya se están comenzando a votar las primeras normas. Además, vamos a tener un plebiscito de salida con voto obligatorio a poco andar. Uno de los primeros cuestionamientos será si se debe ampliar o no el plazo para la Convención y eso va a depender de las velocidades de aprobación de normas, como también del proceso de consulta indígena que se autoimpuso la propia constituyente basado en la resolución 169 de la OIT. Y eso también agrega complejidades del caso para poder llevarlo a cabo de manera efectiva y eficaz y en los plazos.