"Estoy frustrada y con un sabor amargo, es un texto constitucional regresivo y separatista"
Frustrada y con un sabor amargo, pero con la satisfacción de haberlo dado todo para lograr un giro en el texto constitucional que nunca llegó. Así se siente Ruth Hurtado, la constituyente por el distrito 22 y vicepresidenta nacional del Partido Republicano, quien al terminar el proceso de redacción ratifica su rechazo, explicando que esto no es "porque estemos enamorados de la Constitución del '80, sino porque creíamos que los cambios debían hacerse bajo el actual ordenamiento jurídico".
-Usted salió electa constituyente por el distrito 22 habiendo realizado campaña por el rechazo. ¿Luego de culminar el proceso y tras la entrega del primer borrador de la nueva Constitución cambió su convicción original?
-El primer momento fue de rechazo, pero no a los cambios constitucionales, sino a la forma del proceso, ya que se gestó en violencia y tampoco creía que la mejor vía era a través de una Convención Constitucional. Pero como luego gana el apruebo, recibiendo apoyos de la izquierda y la centro derecha, en un principio tenía la esperanza de que íbamos a aprovechar esta oportunidad histórica. Lamentablemente, con el paso de los meses, esta leve esperanza se fue diluyendo y terminé, como otros integrantes de Vamos por Chile, completamente frustrados y con un sabor amargo.
-¿Esa frustración significa que reafirma su apoyo al rechazo?
-Así es. Dimos la pelea para tener una defensoría para las víctimas, y no solo pensando en la Macrozona Sur, pero no tuvimos el eco suficiente. A medida que fue pasando el tiempo me fui desencantando del proceso porque hay una izquierda muy radical que no acepta opiniones de nuestro sector, por muy buenas que sean. Ellos miraban primero de quién venían las propuestas y eso fue perjudicial para el proceso porque no fueron capaces de escuchar lo que la gente pedía. Al final cayeron en lo mismo que criticaban respecto de la desconexión de los políticos con las personas, basta con ver las iniciativas de norma que fueron rechazadas sin siquiera llegar al pleno.
-¿Nombre una propuesta personal que haya sido rechazada y que se sume a esta frustración?
-Nunca se quiso incluir que las violaciones de los derechos humanos también las sufren aquellos que son víctimas de asociaciones ilícitas del crimen organizado, siendo que hay un montón de otros conceptos que se han modernizado, incluido o cambiado, sin que estén tampoco en otros contextos constitucionales comparados.
-¿Por qué cree que ha ganado espacio el rechazo en las encuestas?
-El resultado de las encuestas refleja el descontento de las personas hacia este proceso constituyente. Se decía que iba a ser la casa de todos y que iba a solucionar la problemática social, sin embargo, aquí hubo un sector radical que se dedicó a refundar Chile en vez de dar cumplimiento a las urgencias sociales. La gente se dio cuenta de esto cuando se puso en primer lugar a vándalos que tanto daño causaron en el estallido social o cuando se pidió indulto para los supuestos presos políticos mapuches. Es más, si se aprueba esta Constitución, los reos podrán votar y hasta presentarse a cargos de elección popular.
-¿Desde el apruebo dicen que la derecha está detrás de la campaña del rechazo incluso desde antes que partiera el debate. ¿Cómo responde esas acusaciones?
-Nos acusan que hemos levantado una campaña del rechazo desde que entramos, pero eso no es así. De lo contrario no hubiéramos propuesto todas las indicaciones e iniciativas. Estar aquí no ha sido fácil, hay un desgaste emocional y un tremendo costo asociado, sobre todo, para quienes somos madres. Es la izquierda la que ha desprestigiado a la Convención con sus malas frases y declaraciones desafortunadas, provocando que las personas comprendan que este proceso no es para todos.
-¿Su rechazo es para volver a la Constitución actual o está por una tercera vía?
-Los chilenos merecen aprobar un texto constitucional de mejor calidad y no uno regresivo y separatista bajo una ideología que solo favorece a algunos. Al rechazarse, el proceso quedará abierto, entonces, el Congreso o algún otro organismo tendrá que dar una solución a este proceso constituyente. En lo personal, creo que el Congreso es la instancia apropiada para realizar las reformas, lo que deberá plebiscitarse para buscar el respaldo ciudadano.
"Me fui desencantando del proceso porque hay una izquierda muy radical que no acepta opiniones de nuestro sector, por muy buenas que sean". Es la izquierda la que ha desprestigiado a la Convención con sus malas frases y declaraciones desafortunadas, provocando que las personas comprendan que este proceso no es para todos".
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