La pandemia de covid-19 que hizo su aparición el 15 de marzo de 2020 en La Araucanía ha tenido etapas de mayor y menor impacto, sin embargo, a pesar de la disminución temporal en el número de contagios diarios, ésta aún no ha acabado.

Un claro ejemplo de ello son las actuales cifras de casos nuevos, que mantienen una sostenida alza durante las últimas semanas, generando que hasta ayer sean 875 las personas en la Región que se hallan en la etapa activa o contagiante de la infección, esto es, deben estar en estricto aislamiento para evitar transmitir el virus a otras personas.

Asimismo, la positividad diaria también ha mantenido una constante tendencia al alza y ayer se ubicó en 10,21%, una de las más alta de las últimas semanas.

En este escenario de una mayor circulación del virus Sars-CoV-2, causante de la enfermedad de covid-19, se agrega también la transmisión de otros patógenos que durante dos años no implicaron grandes problemas, al estar la población la mayor parte del tiempo bajo la medida de cuarentena, pero que con el retorno masivo a la presencialidad, aparecieron nuevamente, como el virus sincicial o la influenza. Ello, agravado por condiciones climáticas adversas y altos niveles de contaminación ambiental.

De ahí que sea necesario que la población entienda que es necesario mantener conductas tendientes a evitar la transmisión del covid-19, respetando las medidas sanitarias ampliamente difundidas desde el inicio de la pandemia. Esto es, uso correcto de mascarillas en espacios cerrados o bien al aire libre, si no está garantizado el distanciamiento de un metro y medio con otras personas; además de lavado frecuente de manos y la correcta y constante ventilación de los espacios. Ello, claro está, además de la vacunación, toda vez que está comprobada la efectividad de las vacunas usadas en nuestro país para controlar el avance de la enfermedad.

En nuestro país es ya casi la orden del día conocer con cada amanecer de muertes por asesinato cruel, por actos de cobranzas de cuentas de drogas, por inexplicables actos teñidos de terrorismo, estos últimos cada día más frecuentes y casi institucionalizados como acción de reclamos de derechos y de justicia.

Las distintas patologías sociales, las más extremas, aquellas que dañan la vida y los bienes de las personas afectadas, dejan la sensación inexplicable en nuestro caso como país que todo ello se enfrenta cada día con mayor blandura, con leyes penales benevolentes. Ello deriva, según creo, del compromiso que asume cada sociedad como responsable de estas conductas anómalas.

El respeto a la vida, que se expresa con la derogación de la pena de muerte, en Chile y en la mayor parte de mundo, es el ejemplo más categórico del cambio que ha tenido el alcance sancionador de la ley.

No está de más en éste análisis breve apuntar alguna de las causales que impulsan el delito y el crimen: la pésima distribución de la riqueza, la discriminación en el acceso a la educación de buena calidad en lo público y en una parte no menor de la particular subvencionada, de la pobreza y la secuela de delitos que le siguen, producen inevitablemente los elementos que alteran por completo la conducta social que entonces se expresa con violencia, en robo, en asesinato, en drogadicción, alcoholismo, prostitución, etcétera.

La delincuencia que impera en Chile con la gravedad que señalo no corresponde todavía a una mafia organizada, pero ello no disminuye el sobresalto continuo y la indefensión en que vive nuestra población preferentemente urbana.

Los Tribunales de Justicia reciben regularmente las críticas que derivan de castigos y sanciones livianas, pero la verdad que ellos no hacen otra cosa que aplicar las normativas que regulan el marco jurídico de las sanciones aplicables. Para aumentar la inquietud, hoy la nueva Constitución nos trae un segundo Poder Judicial que enfrentará la realidad de la transgresión de la ley para los pueblos originarios ¿huincas versus indígenas?

La ciudadanía al margen de las consideraciones sobre el sistema existente observa con temor creciente como los delincuentes cumplen penalidades tan breves que retornan con más énfasis a la prosecución de sus conductas antisociales que se agrava con la presencia de niños delincuentes desde los diez años de edad en adelante.

Dejemos en claro, aunque sea duro señalarlo, que la humanización del castigo no favorece la reducción de la incidencia delictual.

Ya señalé al inicio de la columna que el delito aún no está organizado como mafia ¿pero ello no será posible en un futuro cercano?

Roberto Muñoz Barra,

exsenador, presidente Instituto Estudios Públicos Social Demócrata

52 viviendas sociales con una inversión de 14 millones 500 mil pesos fueron entregadas a la comunidad de Angol. La información fue confirmada por fuentes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y corresponden a las casas de la población "Alemania III". La IX Región es una de las zonas del país con más beneficio de viviendas.

Producción de cerezas gana espacios en La Araucanía

Las especiales condiciones climáticas de la provincia de Malleco han permitido que la producción frutícola se transforme en motor de desarrollo. Es lo que ocurre con las cerezas, donde es posible ver campos destinados a esta fruta, que es muy apreciada además en mesas en el extranjero, lo que le da un nuevo plus a esta producción.

Llaman a participar de la elección de gobernador

Autoridades y partidos políticos insisten en que la participación de hoy en la elección de gobernador regional es fundamental, ya que se trata del primer paso hacia la descentralización. El director del Servel dice que los primeros resultados de la votación en La Araucanía deberían conocerse pasadas las 19 horas.