"Hemos estado recogiendo miradas sobre el conflicto en La Araucanía"
La masonería está interesada en reunir conocimiento in situ sobre el significado y las implicancias del llamado conflicto de La Araucanía, aquella deuda pendiente entre el Estado de Chile y el "pueblo nación mapuche", y sobre la cual desean hacer un aporte a la instancia que corresponda. Es así como el gran maestro de la Gran Logia Chilena, Sebastián Jans Pérez, estuvo el fin de semana en la Región para sostener encuentros con diversos actores sociales bajo la premisa de enriquecer el esfuerzo iniciado y con la esperanza de materializar valiosos insumos para la toma de decisiones.
- ¿De qué se trata de este esfuerzo institucional?
- Hemos estado recogiendo opiniones y miradas sobre el conflicto en La Araucanía, que desde luego nos preocupa mucho. Pensamos que hay que hacer los esfuerzos necesarios para ayudar, de alguna manera, a que podamos erradicar la violencia y dar respuesta a legítimas demandas históricas que hay dentro de la realidad de los pueblos originarios; y nuestra institución es de diálogo, diálogo que significa la búsqueda del conocimiento necesario para resolver los problemas. En ese sentido hemos tenido la oportunidad de conversar con distintos actores para ir recogiendo información para poder proponer.
- ¿Actores de qué índole están consultando?
- Hemos podido conversar con personas que tienen roles en diversas actividades y, en ese sentido, por la propia naturaleza de esta búsqueda, preferimos no revelar nombres.
- ¿En qué etapa de este proceso están?
- Sabemos que nuestro país es muy centralista, hay miradas centralistas y eso distorsiona enormemente el diagnóstico exacto. Hoy, tenemos en nuestra gestión personas de distintas regiones, hay miembros del gobierno superior de la masonería que son de acá, que pertenecen a La Araucanía; con ellos y con autoridades aledañas y que conocen de cerca los procesos que han estado viendo, hemos estado conversando y dialogando, y con distintos hermanos que cumplen roles en determinadas instancias.
- Pero ¿se trata de un proyecto temporal o a más largo plazo?
- Más que un proyecto, este es un esfuerzo en la búsqueda de alternativas para ofrecer a quien corresponda, variables acerca de cómo enfrentar esta situación. Hoy, hay una complejidad enorme. Sabemos los distintos factores, los medios lo tienen claro y creo que lo que estamos haciendo es llegar a esas fuentes y ponderar los distintos factores. Creo que no debemos esperar momentos especiales para ir avanzando hacia una comprensión común de la naturaleza de los problemas y cómo abordarlos. Para nosotros es fundamental considerar que hay distintas miradas. Están las legítimas demandas históricas como son muy legítimas también las necesidades que presentan personas a las que el Estado entregó tierras hace más de un siglo, y que - bueno - han construido una realidad familiar, y que tiene que ser analizada con la debida racionalidad, inteligencia y con los elementos de conocimiento necesarios para ayudar a proponer soluciones.
- ¿Qué le parecen los aportes de la Convención a los temas relacionados con el conflicto?
- Nuestra democracia mandató a un conjunto de ciudadanos para que nos entregue una propuesta y le corresponderá a la ciudadanía decir si es lo que esperaba o no. Nuestra membresía es amplia y están en las distintas posiciones respecto de la evaluación, por lo que no tenemos una valoración oficial, pero creo que todos estamos de acuerdo en que lo que surja de este debate democrático tenemos que respetarlo todos.
"Pensamos que hay que hacer los esfuerzos necesarios para ayudar (...) a que podamos erradicar la violencia y dar respuesta a las demandas históricas". "Sabemos que nuestro país es muy centralista, hay miradas centralistas y eso distorsiona enormemente el diagnóstico exacto". Respecto de la plurinacionalidad: "las miradas únicas han traído muy malas consecuencias a nuestro país, por lo tanto, tenemos que abrirnos más allá de cómo conceptualizamos idea de diversidad".