Tan pronto comienzan a elevarse las temperaturas se instala la preocupación por un problema que año a año afecta a la zona sur del país. Se trata de los incendios forestales, fenómeno que exige a las regiones más afectadas por estos siniestros estar preparadas antes de la llegada del verano, de manera de contar con los elementos suficientes que permitan hacer frente a un flagelo que no solo daña extensos terrenos de bosques y plantaciones, sino que también acaba con importante flora y fauna nativa.

En este contexto es que el diputado de Renovación Nacional en La Araucanía, Jorge Rathgeb, y como una manera de adelantarse a esta situación, envió oficios a las reparticiones públicas encargadas de combatir y prevenir siniestros, con el fin de que informen los planes y medidas a adoptar para los próximos meses.

Al respecto, el parlamentario sostuvo que si bien es cierto que aún queda tiempo para que comience la época de mayores incendios, es importante anticiparse a lo que pueda llegar a ocurrir, considerando que en la temporada anterior se vivieron episodios complejos tanto en las provincias de Malleco como también en Cautín.

La acción emprendida por el legislador va en la dirección correcta, en el sentido de que un problema tan complejo de abordar como los incendios forestales, exige una preparación humana y logística acuciosa, que permita prevenir, evitar y enfrentar el problema de los incendios forestales en la Región, que cada verano consumen miles de hectáreas, dejando a su paso una imborrable huella de destrucción.

Y esta labor, que deben emprender de manera coordinada los organismos públicos y privados con competencia en el tema, no solo debe estar puesta en la administración de los medios para combatir estos siniestros, en tanto se presenten, sino lo principal, en la prevención y educación, ya que se sabe que la mayor parte de los incendios forestales es provocada por intervención humana, ya sea de manera intencional o bien por descuidos en el manejo del fuego.

Cuando hablamos de envejecimiento, pareciera que hablamos de algo negativo, nadie quiere envejecer. Envejecer trae consigo una serie de dificultades; sin embargo, es un proceso inevitable. Hace 30 años 870 mil personas correspondían a la tercera edad en Chile. Hoy cerca de 3 millones. Para el 2050 se proyecta que más de 5 millones de personas tengan sobre 60 años, llegando a representar el 25% del total de la población. Hoy el 16,2% corresponde a personas mayores de 60 años y la gran mayoría son mujeres.

Envejecer en Chile significa estar solo, enfermo, sin trabajo, con mayores costos en salud y bajas pensiones. Nuestros viejos, son sin duda uno de los sectores más olvidados de nuestra sociedad.

La vejez se está volviendo una carga, un pesar inevitable y una dura realidad, condiciones que sumadas a la soledad y abandono parecieran ser el escenario propicio para profundas tristezas y depresiones. Un reflejo de aquello son las 360 personas mayores que se suicidan cada año en el país.

El año 2017 Chile ratificó la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las personas mayores y para cumplir con esos acuerdos, más tarde, el año 2020, se ingresó al Congreso el proyecto de "Ley integral de las personas mayores y de promoción del envejecimiento digno, activo y saludable", cuyo objetivo es el mejoramiento de factores fundamentales para cambiar la realidad de las personas mayores. En la actualidad este proyecto todavía se encuentra en tramitación.

Es esencial conocer y utilizar las herramientas actuales para evitar la vulneración de las personas mayores. Recordar, por ejemplo, que tienen derecho a demandar alimentos a sus descendientes en caso de necesidad; o que en caso de demencia puede solicitarse a los Tribunales Civiles la declaración de Interdicción con nombramiento de un Tutor o Curador que administre y cuide su patrimonio; y, en caso de ser necesario, realizar las gestiones para su internación y recibir los cuidados adecuados.

La experiencia profesional me ha enseñado que no está de más recordar que las personas mayores, mientras no hayan perdido sus facultades mentales ni hayan sido declarados interdictos, tienen plena capacidad ante la ley y como tales pueden disponer de sus bienes como decidan.

Otro tema importante, es que los cónyuges sobrevivientes tienen la calidad de herederos, correspondiéndoles el doble de la porción de cada hijo y no menos del 25% del total de la herencia, así que, si solo se ha separado de hecho y no ha tramitado el divorcio, es altamente probable que el cónyuge heredero sea uno de los primeros en aparecer el día de su fallecimiento.

Activar los sistemas judiciales, ya sea para ejercitar los derechos recién descritos o para denunciar las posibles vulneraciones de todo tipo de la que son víctimas las personas mayores, necesita de un círculo de contención, de empatía y cuidado de todos como sociedad y especialmente de sus familias. Es fundamental valorar su experiencia, retribuirles el aporte, cariño y entrega a nuestras familias o, por último, por humanidad, darles una oportunidad de vida distinta…

Volver la vejez como algo positivo es una tarea pendiente.

Carmen Gloria Arroyo,

abogada y socia grupodefensa.cl