Preocupantes datos salieron a la luz durante la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, hace algunos días, en la capital regional.

Ello porque en medio de una serie de actos del Gobierno como de organizaciones feministas, que buscaban visibilizar este complejo problema, trascendió que en lo que va de este año han ocurrido en La Araucanía tres femicidios consumados, 22 frustrados (estadísticas Sernameg) y ya van casi 5 mil denuncias de Violencia Intrafamiliar (VIF), según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito.

A este ya magro panorama se agregan otros datos igual de duros, entregados por la propia seremi del Ministerio de la Mujer en la Región, Lucy Ketterer, quien detalló que el delito más importante en La Araucanía hoy es la violencia contra las mujeres, un tipo de violencia que se mantiene soterrado y que ocupa el quinto lugar a nivel nacional.

Es más, según la propia seremi Ketterer, entre el año pasado y este, los delitos por concepto de VIF en La Araucanía aumentaron en un 6%, los de abuso sexual en un 40% y las violaciones un 23%. "Estamos hablando de un número importante de mujeres que son agredidas, violentadas, ultimadas y asesinadas, lo que es atentatorio contra los derechos humanos de las mujeres", argumentó la secretaria regional de la Mujer.

Y si bien se ha avanzado en la lucha transversal contra este problema, dando importantes pasos como la incorporación de la atención integral de salud para víctimas de agresiones sexuales agudas en el GES, o el lanzamiento del Registro Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos, entre otros, se hace necesario trabajar aún más por la eliminación de cualquier tipo de violencia contra las mujeres, lo que solo se logrará en la medida que la sociedad entienda el respeto que se merecen y la deuda que aún se mantiene con ellas en materia de igualdad. Se han dado pasos, pero aún falta mucho por avanzar.

"¡Por fin!" fue el titular elegido por este diario para informar el año 2005 que se había declarado a Temuco y Padre Las Casas como zona saturada por material particulado. Hoy, este titular podría repetirse, pues luego de muchos, muchos años, ¡por fin! Se ha promulgado (el 4 de noviembre recién pasado) la Ley de Biocombustibles Sólidos.

Esta era una ley muy esperada, pues, antes de su promulgación, la leña - el recurso energético más consumido en el país a nivel residencial - no había sido reconocida oficialmente como combustible, por lo que no tenía estándares de calidad asociados y tampoco existía un organismo público con atribuciones para regular su mercado. Ahora, este vacío ha sido llenado.

Con respecto a esta ley, existen grandes expectativas. Quizá, la más importante sea que permitirá mejorar la calidad del aire de muchas ciudades del sur de Chile, contaminadas por el material particulado que es emitido por la combustión residencial de leña. En este punto, es importante aclarar que, efectivamente, la ley tiene el potencial de contribuir a la descontaminación de estas ciudades, pero está muy lejos de ser la solución al problema.

Recordemos que, específicamente, el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Temuco y Padre Las Casas tiene tres líneas estructurales de tipo tecnológico: 1) Mejoramiento de la eficiencia térmica de las viviendas; 2) Mejoramiento de la calidad de los artefactos a leña; y 3) Mejoramiento de la calidad de la leña. La primera línea se ha sustentado en subsidiar el acondicionamiento térmico de viviendas existentes, habiéndose entregado a diciembre de 2021 20.000 beneficios de un total de 40.000 fijados por el PDA. La segunda línea ha tenido su soporte en el Recambio de Calefactores y Cocinas a Leña, habiéndose instalado, a la misma fecha, casi 14.000 calefactores nuevos, especialmente a pellets, que han reemplazado a estufas a leña de baja eficiencia y altas emisiones contaminantes.

La Ley de Biocombustibles Sólidos ha venido a potenciar la tercera línea estructural, cuyos avances han sido poco significativos. Se estima que de los 600.000 metros cúbicos estéreos de leña consumidos anualmente en Temuco y Padre Las Casas, solo 10.000 cumplen con estándares mínimos de calidad. Pero habrá que esperar para constatar los efectos de esta Ley, pues el Ministerio de Energía se ha dado el plazo de un año para elaborar los reglamentos que establecerán las disposiciones necesarias para su ejecución.

Se ha dado un paso importante; pero aún queda mucho por avanzar. ¡Por fin!; pero es solo el inicio.

Dr. L-Nicolás Schiappacasse Poyanco,

académico del Departamento de Procesos

Industriales de la Universidad Católica de Temuco