Nueva Constitución: organizaciones mapuches piden escaños reservados
DIÁLOGOS. La Fundación Aitue y estudiantes de la Ufro realizaron cabildos autoconvovados. Dirigentes se distancian del proceso de Aucán Huilcamán.
La posición del pueblo mapuche respecto de la nueva Constitución está en pleno debate, a través de la realización de cabildos o trawunes autoconvocados, y a la espera de lo que determine el Senado, luego de haber obtenido luz verde en la Cámara.
Al respecto hay coincidencia de que "es una oportunidad" para conseguir el reconocimiento de los pueblos originarios, siendo su intensidad un tema pendiente por resolver. En cuanto a la representación en el proceso constituyente, la demanda preferentemente son los escaños reservados.
La Fundación Aitue, junto a Enama, Rakizuam y Zoframa, dialogaron respecto de los desafíos de la política indígena, con miras a una nueva Constitución en dependencias de la CChC de Temuco, evento que contó con la participación de los abogados Camila Mardones Huentenao de Enama y Danko Jackard.
reconocimiento
Danko Jackard es abogado y académico en la Ufro y la UCT. En su opinión, la oportunidad que tienen los pueblos originarios con la elaboración de una nueva carta magna "es histórica, ya que las constituciones tienen como finalidad dotar de poder a determinados grupos, personas o instituciones. Los pueblos indígenas en Chile no tienen poder político determinado por la Constitución, debido a que no están reconocidos, por ello, la importancia de hacerlo es fundamental. Esto permitiría abrir el corazón de la democracia y que no siga cautiva por unos pocos, además de garantizarnos, probablemente, la paz social para los próximos 50 años".
Consultado por el debate que generará el tipo de reconocimiento, Jackard aseguró que definirlo "va a ser un gran problema", y por lo mismo plantea el desafío de crear pedagogía en torno a los distintos conceptos en el futuro proceso constituyente.
"La multiculturalidad, la plurinacionalidad, el multinacionalismo y el plurinacionalismo no son lo mismo, por lo tanto, esto será parte de un proceso de negociación. Cada uno de estos conceptos, que desde lejos parecen sinónimos, no tienen nada que ver entre sí, comparten el reconocimiento de la diversidad, pero la intensidad es muy diferente. En concreto, el nivel de intensidad que tenga el reconocimiento será el resultado de la correlación de fuerzas al interior de la asamblea constituyente y el poder de convencimiento".
Según Jackard, la idea "es lograr un reconocimiento que implique reconocer derechos políticos a los pueblos indígenas, tener grados de autogobierno y el derecho al territorio, esto no significa que los mapuches vayan a ser dueños de la tierra desde el Biobío al sur. Esto implica, por ejemplo, recibir parte de las utilidades de la explotación de los recursos naturales y ser parte de la administración de estas empresas extractivas, en esta Región podrían ser las forestales, las salmoneras o empresas energéticas. En el fondo, hablamos de tener control sobre el territorio, hoy tenemos la oportunidad de cambiar esas reglas y hacerlas un poco más exigentes".
La dirigente mapuche católica, Isolde Reuque, también participó del cabildo en la Fundación Aitue y al ser consultada opinó que la futura Constitución debería eliminar la concepción subsidiaria con el pueblo mapuche. "Hay que sacar el nivel de negociación que tenía la Constitución del '80. Yo estoy por un reconocimiento pluricultural para respetar al otro y que los derechos a la tierra y el agua sean igualitarios, me refiero a los bienes que son básicos para vivir y coexistir en la tierra".
Desde Enama, la propuesta es establecer escaños reservados para los nueve pueblos originarios de Chile, considerando la experiencia Neozelandesa. Enama propone que sean 15 escaños para los pueblos originarios, y de ellos 10 para el pueblo mapuche.
Así lo confirmó la abogada de la corporación, Camila Mardones. "Estamos velando para que nuestros pueblos originarios tengan una participación activa en el proceso constituyente, lo que es avalado por el Convenio 169. Queremos que se respeten las voces de las minorías, tal como ha sucedido en otros países".
En el cabildo que organizó la Fundación Aitue hubo coincidencia entre los participantes de que elaborar una nueva Constitución significa también una oportunidad para restablecer las relaciones entre el pueblo mapuche con el Estado chileno, haciendo hincapié en que detrás de esta problemática no hay 30 años, sino dos siglos.
CUESTIONAN Liderazgos
El cuestionamiento de los actuales liderazgos del pueblo mapuche fue otro de los desafíos consignados. De hecho, algunos de sus participantes plantearon estar "agotados" y "disconformes" de líderes históricos mapuches, como es Aucán Huilcamán, werkén del Consejo de Todas las Tierras, situación que también planteó la vocera de Ad Mapu, Ana Llao, quien fue invitada al cabildo que se realizó en la Ufro, también para abordar el proceso constituyente, pero desde el punto de vista del movimiento mapuche.
Al evento estaba invitado Héctor Llaitul, vocero de la CAM, pero no asistió.
"La participación debe ser con escaños reservados directos y no a través de los partidos políticos, donde he ido están deslegitimados".
Ana Llao,, vocera de Ad Mapu
Postura "movimiento mapuche"
Ana Llao explicó que aun no hay determinaciones concluyentes de parte del movimiento mapuche y que el proceso está en construcción en los distintos territorios. "Estamos conversando respecto de la plurinacionalidad, concepto con el que no todos están de acuerdo, ya que nos recuerda procesos como el de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, donde el resultado no ha sido positivo para nuestros pueblos. Sin embargo, hay consenso en que el Estado Chileno tiene que reconocer a los pueblos originarios, y si hablamos de participación política debe ser con escaños reservados directos y no a través de los partidos políticos, en todos los lugares en donde he estado están deslegitimados".