Pandemia y salud mental
Ufro habilitó programa para atender la salud mental de los estudiantes. Demanda aumentó en un 200 por ciento. Se sabe que los estudiantes, incluso desde antes del estallido social, ya venían con importantes demandas a causa de problemas de salud mental.
La llegada de la pandemia del coronavirus a nuestro país afectó de una u otra manera la vida de todos. Y los efectos que esto ha provocado han sido complejos, especialmente en los estudiantes, quienes han enfrentado cuadros de ansiedad, estrés e inseguridad, lo que ha derivado en un fuerte aumento por la demanda de atención psicológica.
Temuco no está ajeno a esta realidad y, ante ello, un grupo de académicos de la Universidad de La Frontera junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile decidió generar un programa de intervención psicológica que pudiera ir en ayuda de los alumnos.
Es así como a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, la casa de estudios de La Araucanía desarrolló un sistema de atención donde la demanda de los alumnos por atención en salud mental ha tenido un aumento del orden del 200% en relación a un año normal, lo que a juicio del sicólogo y académico de la Ufro, Manuel Ortiz, se puede atribuir a los efectos del covid, toda vez que en tiempos de pandemia las personas experimentan alteraciones en su bienestar psicológico y los estudiantes no son la excepción.
Para hacer frente a esta realidad y sobre la base de los lineamientos de la Mesa Social Covid-19, surgió la necesidad de generar una respuesta a este problema y nació un programa de intervención que consiste en la implementación de una línea telefónica y el desarrollo de una plataforma web interactiva, con la finalidad de entregar alivio emocional y facilitar la adaptación psicológica de los estudiantes. Este programa, denominado "Calma", si bien no reemplaza a una psicoterapia, apunta a favorecer la regulación emocional de los alumnos a través de una conversación de 30 minutos con un especialista.
Se trata de una iniciativa local digna de destacar, toda vez que se sabe que los estudiantes, incluso desde antes del estallido social, ya venían con importantes demandas a causa de problemas de salud mental y -según explica Manuel Ortiz- hay varios estudios que reportan altos niveles de estrés y sintomatología depresiva en esta población.
Como ya adelantaban los especialistas tras la llegada del coronavirus, la pandemia de Sars-CoV-2 iba a traer aparejada otra epidemia: la de las afecciones mentales, y hacer frente a esa realidad se torna una necesidad urgente de abordar, no solo en la educación superior, sino en todas las instancias.