Medidas para los adultos mayores
Muchos deben vivir de la caridad ante los escasos recursos que perciben y las dificultades de integración que enfrentan.
Durante la emergencia sanitaria se ha adoptado una serie de medidas con el fin de proteger a la población más vulnerable, como es el caso de las personas mayores y en especial aquellas de 80 años o más. Dichas medidas, como el distanciamiento social, han significado también una especie de recesión social para ese segmento, al disminuir los contactos o relaciones con sus familias.
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro -que surge de la alianza entre la Universidad Católica y Seguros Confuturo- realizó una encuesta en línea en abril, que reveló que uno de cada cuatro adultos mayores no cuenta con apoyo para realizar las tareas del hogar, tampoco para llevar a cabo controles y atenciones médicas, incluyendo la vacunación. Asimismo, un 25,4% declaró no tener asistencia para realizar trámites como el retiro de su pensión y visitas al banco, entre otros.
Según las proyecciones realizadas sobre la base del Censo 2017, el número de personas mayores de 65 años en 2019 llegó a 2.260.222. A su vez, 6,2% del total de ocupados en el país a fines del año pasado pertenecía a ese tramo etario.
Es indudable que Chile envejece a tasas aceleradas. El fenómeno tiene repercusiones de salud, económicas y sociales que exigirán revisar la forma en la que hemos construido el país y cómo lo haremos en el futuro. Se trata de un cambio que obliga a repensar las políticas públicas del país. Hay expertos que dicen que Chile no está preparado para enfrentar este cambio en la pirámide etaria, que llegó en forma acelerada. Al observar indicadores simples como las pensiones promedio, o el acceso a la salud, nos damos cuenta que Chile no facilita la vida a la tercera edad. Y esto podría acentuarse conforme pasen los años y observemos un incremento de este segmento.
Hoy las expectativas de vida promedio en Chile llegan a 80,5 años, ocupando el primer lugar en el continente. Por ello, cabe preguntarse en qué condiciones sociales, económicas y de calidad de vida llegarán. Muchos deben vivir de la caridad ante las dificultades de integración que enfrentan. Por ello, son destacables todas las iniciativas que se puedan desarrollan en favor de ese segmento de la población.